Epílogo.

182 23 14
                                    

Jisung miró la libreta que tenía en sus manos, la atrajo a su pecho y suspiró, él podía, claro que podía.

Su papá le había enseñado que él no debía ser débil, no debía tener miedo.

Pero entonces, ¿por qué se sentía así?

Nada malo iba a pasar, solo debía hablar con su padre.

Él entendería, ¿no es así? Si era su sueño, él estaría de acuerdo.

Al menos una vez... Esperaba que fuera así.

Tomó una bocada de aire y salió de su habitación en busca de sus padres, más específicamente; su papá.

Su mamá no tenía mucha voz en aquella casa, y él lo sabía.

Pero su opinión también era muy importante para él, aunque le costara admitirlo en voz alta.

Para su suerte (buena o mala) estaban ambos en la mesa del comedor.

Juwon tenía su portátil en frente y Hyeon lo acompañaba mientras comía un pedazo de tarta.

Jisung sabía que su papá odiaba que lo interrumpieron cuando estaba trabajando. O haciendo cualquier cosa, en realidad.

Eso solo incrementaba sus nervios. Pero mejor ahora que nunca, ¿no?

Carraspeó para llamar su atención, al mismo tiempo que se balanceaba sobre sus pies, ansioso.

Y-yo... Mm, ¿pueden escucharme un momento? — dijo unos segundos después.

— ¿Qué pasa, Jisung? Estoy ocupado, ¿no ves? — habló con fastidio el hombre. Jisung solo tomó aire.

— Perdón, papá, solo será un momento.— murmuró intimidado.— Yo... Lo he pensado mucho, y-y me gustaría mucho dedicarme a la música... P-pensaba que, bueno, cuando terminara el colegio podría irme a Corea... Y-ya saben, allá podría tener mejor preparación y como nosot..— no pudo terminar porque Juwon soltó una carcajada.

Aquello solo fue una grieta más a las tantas que su papá le había hecho a su corazón.

— Me estás haciendo una broma, ¿no? — elevó ambas cejas — Jisung, por Dios, ¿qué futuro vas a tener haciendo música? — lo miró de pies a cabeza — Y encima, ¿tú? ¿qué sabes hacer? Ni tocar una flauta seguramente.— volvió la vista a su portátil, dando cierre a la conversación.

Jisung apretó la libreta con fuerza contra su pecho, aguantando las ganas de llorar.

Ni siquiera tuvo la oportunidad de mostrarle que sí sabía hacer algo.

Souvenir ➳ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora