4

159 22 3
                                    

Jisung de nuevo había llegado temprano, pero ahora le importaba menos que el día anterior.

Su mente se había relajado unos diez niveles, así que se sentía bien.

Ahora jugaba con el cordón de sus pantalones desinteresadamente, llevaba unos pocos minutos ahí pero ya comenzaba a aburrirse, ¿por qué Minho era tan impuntual? ¿no era él el más interesado?

Y como si lo hubiera llamado con la mente, apareció a su lado.

— ¿Siempre eres tan impuntual o solo conmigo? — lo miró mal el pelinegro, haciéndose a un costado para dejarle lugar.

— Son las 8, Jisung. Tú llegas muy temprano.— se encogió de hombros y sonrió, divertido— Seguro estabas muy desesperado por verme, no te juzgo.

— No hagas que me arrepienta de lo que decidí.— lo amenazó con la mirada.

— ¿Ah, sí? ¿Y qué decidiste?— sonrió picarón y a Jisung comenzaba a molestarle ese aire de superioridad que mantenía el mayor, así que volvió a mirarlo mal.

— A veces no te soporto.

— Aww, nuestra primera pelea de pareja.— fingió un puchero y Jisung rodó los ojos haciendo amague de levantarse— Ya, ya, cuéntame que decidió el señor amargado.

El menor tomó una bocada de aire de forma dramática y lo miró, esta vez más serio.

Minho no quiso admitirlo, pero se intimidó un poco.

— Acepto tu propuesta.— soltó después de unos segundos, y Minho sonrió, ahora más sincero— Pero tengo mis condiciones.

— Siempre tan aburrido.— ahora fue su turno de rodar los ojos— A ver, ¿cuáles son?

— Será solo y exclusivamente sexo, no tendremos nada entre nosotros, ¿está bien? Nada de sentimientos, nada de nada.— mantenía la mirada seria— Y como no seremos nada, podemos estar con otras personas también. Tómalo o déjalo.

Minho se quedó unos segundos en silencio.

Había momentos en su vida donde se cuestionaba qué carajos estaba haciendo, y uno de esos momentos era este.

¿En qué momento había llegado a entablar una relación sexual con un chico que había conocido en una fiesta borracho? 

Había cosas como esas que tenía que repensar para créerselas, más aún cuando la propuesta la había dado él. Increíble.

Jisung estaba por volver a hablar por el silencio del pelimorado, pero Minho reaccionó antes de eso.

— Me parece bien.— salió de su pequeño trance y volvió con su sonrisa pícara— Pero, ¿como haremos para vernos y eso?

— Solo me hablas, tonto. Y si puedo, nos vemos.

— O sea, ¿si puedes tú? ¿y qué hay de mí?

— Ya, no empieces.— le puso la mano en la boca para callarlo.

Minho quitó la mano del menor y se acercó hasta él, abrazándolo por la cintura en cuestión de segundos.

— Hay mejores formas de callarme, Jisung.— murmuró sobre sus labios.

— ¿Cierto? Se me antoja empezar con nuestro trato.— murmuró de la misma forma que Minho.

El pelimorado no dudó un segundo más y lo besó, mientras lo acorralaba contra la pared y colocaba las piernas de Jisung alrededor de su cintura.

Jisung metió una de sus manos por debajo de la playera de Minho y este comenzó a repartir besos desesperados en su cuello.

Ambos metidos en su mundo y controlados por la calentura. 

Souvenir ➳ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora