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Jisung lloraba en silencio mientras escuchaba como su papá le gritaba y lo insultaba.

— ¡Joder, eres un inútil! ¿Cómo es posible que estuve pagándote más de seis meses todas tus putas comodidades para que te quiten la beca? ¡Una cosa tenías que hacer, Jisung! ¡Una!— el pelinegro estaba hecho bolita con el celular en altavoz, hace poco menos de dos minutos su papá estaba gritándole y él no había dicho nada aún, porque aunque quisiera no podía, el llanto no se detenía.

— Para colmo eres un maldito maleducado, te estoy hablando, ¿por qué mierda no me respondes? — volvió a gritar a los pocos segundos.— Dios, que mal estaré pagando contigo.

— L-lo siento.— murmuró con la voz entrecortada.

— ¿Lo siento? ¿Con un lo siento arreglas esta mierda? ¡Claro que no! — se escuchó un suspiro con pesadez, con ira.— Es que sabía que no debía dejarte solo y mucho menos en Corea, ni siquiera eso supiste agradecerme. No tenía que dejarte en un lugar donde no podía vigilarte correctamente.— Jisung sabía lo que diría y joder, quiso no poder oír en ese momento.

«No, por favor.

Por favor no lo digas.»

— Mañana mismo te regresas a Malasia, ni un segundo más estarás allá.

Se escuchó un sollozo, y luego otro, y para el tercero su papá le comenzó a gritar de nuevo.

— N-no papá, por favor, déjame quedarme.— suplicó.— P-por favor, yo... Y-yo trabajo si quieres, hago lo que q...

— Cállate.— lo cortó de forma brusca.— No eres nadie para decidir eso, ya te lo permití y mira como resultó. Si tanto te gustaba estar ahí lo hubieras sabido aprovechar.

Cerró sus ojos con fuerza y volvió a llorar, ¿qué más podía hacer?

Le dolía todo, toda parte de su cuerpo, hasta de lo que no podía doler.

— Tu vuelo sale mañana a la noche, agradece que te dejo despedirte de tus amigos o de lo que sea.— volvió a hablar el hombre.— Adiós, Jisung.

Y cortó.

Jisung tenía ganas de golpear todo, gritar, llorar, patalear, solo... tenía mucha rabia, mucho dolor que no sabía como sacar.

Gritó a la par que se desmoronaba en su living.

Quería pensar que todo era un mal sueño, que pronto despertaría y todo estaría bien.

Mañana iría a la universidad, estaría con sus amigos, en el almuerzo se escaparía para besar a Minho y el fin de semana se iría de fiesta a reírse de la pesadilla tonta que había tenido.

Pero no, eso no pasaría.

Porque había perdido su beca.

Había perdido su oportunidad ahí.

Y había perdido a Minho después de tratarlo tan mal.

Porque era un cobarde; una basura, eso era.

No servía para nada y no hacía nada bien, como su padre siempre le decía.

Quien diría que después de tantas luchas internas y llantos, hoy le estaría dando la razón.

Y después de un largo rato se quedó dormido llorando, hecho bolita en la sala de su departamento.

Y después de un largo rato se quedó dormido llorando, hecho bolita en la sala de su departamento

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Souvenir ➳ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora