Soma: Metaphysical Scale

UNA VERDAD MOVIDA

Un sitio donde puedes escuchar tu propia respiración y los latidos bajo tu pecho parecen llenar todo el aire vacío a tus alrededores.

Un cielo detenido entre día y noche eternos bajo un amanecer sin sol o luna a vista mostrándote un paisaje rojizo que debido al error de algún pintor terminó derramando gris sobre el lienzo convirtiendo la cálida obra en una escena trágica

...

Aquel gris ceniza se hace más evidente mientras desciendes la mirada desde los cielos hasta tus pies para encontrar la desolación traída tras la guerra, la calma tras la tormenta que no ha dejado más que grietas y árboles muertos, esqueléticos, secos, retorcidos con formas tales que parecieran estar pidiendo ayuda y cuyas ramas nudosas se elevan hacia el cielo amenazador, pareciendo dar testimonio de un pasado floreciente y ahora perdido en el olvido.

El horizonte es inalcanzable, no importa cuánto camines jamás llegarás a la línea que te haga abandonar el desolado paisaje del cual ahora formas parte; no tienes brújulas o mapas, las estrellas no brillarán jamás y tu única esperanza para no perderte no es más que solo eso, una esperanza, una plegaria para que aquella sutil luz que parece mantener el ambiente visible no se desvanezca ante tus ojos y te deje a merced de la desconocida oscuridad de un desconocido mundo, pues entonces comprenderás que aquellos dioses a los que tus plegarias estaban dirigidas ya no están ahí, jamás estuvieron ahí...

Parpadeas y entonces la sensación se acrecienta a tus alrededores susurrando contra tu piel hasta hacerla erizar, la niebla se acerca, no hay nada que puedas hacer además de correr así que lo haces, tus piernas se mueven, tu respiración se acelera y observas las grietas de diferentes tamaños intentando no tropezar y caer sobre el polvo de lo que antes fue un paraíso; algunas grietas se extienden tanto que llegan a formar precipicios de oscuridad eterna y profundidad incalculable; te cuestionas entonces... ¿Por qué el cansancio no abandona tu cuerpo?

En aquel mundo habitado por el vacío y la desolación, donde pese a encontrarte solo puedes sentir que todos desean arrancar algo de tí, donde tu cuerpo se entumece, tus rodillas tocan el suelo y tus pies una raíz suelta, donde la niebla te alcanza, donde tú esperanza se pierde y ya no tienes lengua para rezar, no tienes ojos para ver, no tienes extremidades para arrastrarte u oídos para escuchar, donde la niebla ya se ha ido y te ha dejado ahí, vivo...
¿Vivo?

Ya no puedes escuchar tu respiración o sentir el latido bajo tu pecho, ya no hay nada, pero sigues de alguna espantosa manera... Vivo.

...

...

Su corazón latió con fuerza y ella sonrió lamiendo algo de sangre que se deslizaba por el costado de su labio debido al estrés que la batalla y el choque de fuerzas contra Ikaros habían generado en su cuerpo.

" Oiku ¿Ya te has dado cuenta? "

Susurró aquella presencia aguamarina en su consciencia mientras aún el enemigo parecía sostener su brazo recién creado con una mueca de dolor tortuoso.

- Cada vez que sus ataques traspasaron mi cuerpo o nuestros puños quedaron sin poder moverse pude ver esas palabras en mi cabeza. ¿Qué significan?

" Son el poder que te he prestado y has podido usar gracias a la sincronización.

- ... -increíble.

" La capacidad de hacer reales palabras y sus efectos, más exactamente aquellas con lo que en tu lengua llaman el «prefijo» comenzado en «in», pero solíamos nombrar «Antelesa» en mi mundo. "

- Entonces cada vez que nuestro cuerpo no podía ser alcanzado éramos... ¿Intocables?

" Durante el choque anterior tu brazo fue inamovible. "