Soma: Metaphysical Scale

DESEO INOPORTUNO

Una metanoia que acaba por ser inefable.

             Exploración.

                                  Descubrimiento.
                                                          Verdad.

La noción sobre la mente ha sido debatida por muchísimo tiempo, la idea de que algo como lo es nuestras experiencias subjetivas distintas y alejadas de lo que es la realidad, no pueden ser reductivas a la materia, o de manera más clara, dos cosas distintas que parecen partir de dos lugares completamente diferentes.

           ¿Es la mente contraria al cuerpo? ¿Son lo mismo? ¿Se relacionan o trabajan por separado?

Un ser consciente que se alojan en la mente de otro ser consciente para aumentar su capacidad evolutiva y supervivencia, alojada mentalmente, pero también físicamente.
Del mismo modo que la mente es distinta a lo que conlleva y es en sí el cuerpo, pero el cerebro guarda su relación con este, procesos que no parecen aportar a la consciencia, pero sus procesos dan lugar o al menos, dejan el espacio a su aparición; de ese mismo modo, el alojamiento en la mente guarda su lugar en una zona del cerebro, una que casi nadie conoce, excepto ciertos grupos, como el que investiga eso dentro de la organización de Mobius y comprendió esto.
                El auge en sus experimentos estaba llegando a su cumbre.

Si algo físico puede tener implicaciones mentales, como lo son los trastornos por golpes o experiencias físicas ¿Algo mental puede tener implicaciones físicas?

Cuesta creer que algo pueda crearse de la nada, mentalmente hablando, de lo que hay en la mente al mundo físico;, se creería.

Sin embargo, una manera de pensar, sentir, reaccionar o ver las cosas contirbuye a un beneficio o adquisición físico a partir de lo mental.

El problema cuerpo - mente.

…

Un cielo tintado de carmesí se postraba sobre sus pensamientos en la distancia infinita que le exigía observarla silenciosamente, en aquel mar de soledad y cenizas…

                   ¿Cuánto de su humanidad había quedado atras?

Suspiró con lentitud aún si su cuerpo no necesitaba respirar, aquella burda imitación creada por su Soma por sus ansias de al menos recordar cómo era tener un cuerpo en el cual deambular, sabiendo que su verdadera carne y huesos estaban postrados sobre una cama con cada latido contado, la ceniza en su reloj ya comenzaba a agotarse.

Elevó la mano hacia su propio rostro palpando la máscara exoesquelética que cubría aquella pantomima de cara carente boca o apenas rasgos faciales, deslizando la extremidad hasta la garganta dónde había construido un sistema de cuerdas vocales que le permitiese comunicarse, después de todo de no haber podido al menos hablar consigo mismo en todo aquel tiempo lo más seguro es que su cordura estuviera ya más allá de la salvación.

¿Cuánto tiempo puede sobrevivir alguien completamente solo?

Volteó y la casa a su espaldas, construida con lentitud del material que su biomasa generaba se notaba como un sueño que se repite todas las noches, pero allí no habían noches o días, solo había silencio

La puerta se abrió y con un gesto aquella chica de cabellos azules y actitud parecía llamarle a entrar, de seguro Oiku había despertado pensó, entre el blanco, negro y carmesí que reinaba en el mundo de los traumas aquellas dos visitantes eran lo único que parecía tener algo de color, algo de vida, sonrió o al menos lo hubiera hecho de tener labios bajo su mascarada, ellas le habían devuelto la esperanza

— Bienvenida de vuelta, señorita Oiku —mencionó una voz gruesa.

— Cyal —la chica intentó incorporarse sobre la cama, ayudada de su compañera- siento haberos asustado antes.