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𝐒inopsis:
𝐄n un mundo contemporáneo donde los trastornos de personalidad desencadenan un universo paralelo fascinante y desconocido, emergen los Somas, seres dotados de habilidades únicas. Prepárate para adentrarte en un viaje mental sin igual...
Se reunieron nuevamente con Cyal, que al parecer se había encargado del inconsciente y regresado a su forma humanoide, cosa que las sorprendió mucho.
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Por su parte, el dúo de chicas avanzaron hasta alcanzarlo.
Notaron algo.
— Lo logramos… —comentó Oiku sintiéndose mejor, tras haber experimentado la tragedia momentos atrás.
La albina alzó la vista escudriñando más allá de la oscuridad arremolinada que se postraba frente sus ojos, tal parecía que sobre aquel espacio vacío frente a la pared del acantilado tinta se había derramado y mezclado con el mismo aire, moviéndose de manera lenta y cristalina con un reflejo opaco dejando en claro que si había una grieta para escapar de aquel sitio seguramente sería aquella.
Al fin.
Pasos resonaron sobre las cenizas haciendo ecos en las paredes que esperaban expectantes el cruce del primer individuo, era el joven de cuerpo corrido quien tomó la delantera sin dar palabras de por medio y con el mismo silencio fue interrumpido por una mano que se colocaba frente a su pecho impidiendo su paso.
Oiku suspiró, y fueron entonces sus pasos los que llenaron el sitio una vez más deteniéndose frente a su maestro.
— Yo iré primero —dijo la chica, con una voz que dejaba ver la firmeza de su decisión.
Sus miradas se cruzaron.
— Sabes lo que la entrada le hizo a mi cuerpo, pasar por el portal podría hacerte lo mismo a tí.
— Es por eso que debo ir primero, no quiero que vuelvas a pasar por algo así.
— Si el daño se repite tu cuerpo no podría sanar, yo tampoco podría sobrevivir una segunda exposición, pero al menos sabrán que no es seguro pasar y encontrarán otra forma.
— No voy a dejarte pasar…
Su mirada se notaba decidida.
— Oiku-
— ¡No! —gritó con una fuerte voz rota, interrumpiendo al contrario para finalmente mirarlo a los ojos con lágrimas que deseaban comenzar a asomarse, pero ella resistía—. Si algo sale mal y tu cuerpo vuelve a pasar por todo ese dolor... no puedo dejar que mueras por nosotras.
— Ya estoy destrozado físicamente, si muero no será más que una simple pérdida aceptable.
— ¡Dije que no!
Respiración agitada y un golpe en el pecho ajeno acompañaron la primera lágrima, cuando su mente fue asaltada por recuerdos, casi podía volver a ver en aquel callejón cuando Richo acabó con la vida de su amigo al atravesarlo con aquellas espadas, ya alguien había dado la vida por ella y no había sido capaz de salvarlo, ahora no permitiría que lo mismo volviera a suceder, no a su mentor, no a su amigo.
