Capítulo #15

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Alex la observó comer, esperaba un cambio de actitud en algún momento, el golpe de gracia, pero en lo que llegaba, decidió disftutar de ese instante, la observó masticar despacio, saborear, los típicos bigotitos que se hacía con los líquidos, las migajitas de pan alrededor de los labios. El también comió, pero su experiencia sensorial se basó en disfrutar de cada pequeño detalle de su compañía, a sus ojos, mirarla era un expectáculo, ver como arrugaba la nariz y sonreía, o cuando mordía la parte más tostada con la muela, o cuando pasaba la lengua disimuladamente por los labios para disfrutar el sabor de los restos que habían quedado en ellos.
- Deja de mirarme así - le había dicho ella - siento que miras a través de mi, que me desnudas - Alex sonrió, ella no sabía cuanto había extrañado disfrutar de esas sencilleces, el mero hecho de compartir un espacio con ella.

Ambos estaban perdidos, Alina tampoco tenía idea de que hacer con Alexander, el rompía todos sus esquemas, había llegado y desestabilizado todo su universo, ella, su parte consciente, quería hacerle daño, sin embargo a un nivel más profundo, solo tenía una necesidad imperante de perdonarlo y que todo volviera a ser como años atrás, en el interior de su ser, lo sabía, no necesitaba la perfección que le ofrecía Jorge, necesitaba la intensidad y la calma de ella y Alexander, pero ¿cómo se perdona a quien te obligaste a odiar?

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- no pienso darte bombones - dijo ella levantando la caja con una mano y quitándola del alcance de Alexander,
- oye no seas glotona - sonrió Alex
- ni modo, son míos
- pero te los traje yo, merezco al menos uno - puso cara de perrito
- ahhhhh nooooo, no hagas esa cara - gimió Alina - así me convences, no es justo - hizo un puchero de niña pequeña - toma, pero uno nada más, ni te emociones que no te daré otro - y le dió un bombón - ¿vemos una película? - soltó de golpe
- pero elijo yo, que tu tienes muy mal gusto cinematográfico - dijo Alex
- ok, pero que sea de acción
- ni hablar, veremos una comedia
- que no, que no
- ¿piedra, papel o tijera?
- ok, dale - piedra alex, tijera Alina
- gané, veremos una comedia - dijo Alex burlesco - Domirriqueños? - preguntó Alex
- no, esa ya la vi muchas veces - alex siguió revisando las películas que tenía descargadas
- Amor a media noche - y cuando pronunció el nombre fue inevitable recordar, era la primera película que habían visto juntos, Alex había perdido la pose de tipo duro y llorado como una magdalena, Alina lo consolaba y se reía, ¿no que era solo una película? Eso habías dicho
- no es una comedia - respondió Alina
- no importa, me gustaría verla si estás de acuerdo - y la miró con tanta intensidad, que  no pudo decir que no
- ok, veamos esa.

Vieron la película en un silencio cómodo, Alina recostó la cabeza sobre su hombro casi sin darse cuenta, su cuerpo, de cierto modo, se sentía en casa. La peli acabó y mientras sonaba Charlie's song (la canción de la pelicúla), muchos recuerdos de esa noche, afloraron sin permiso.

I wish I could stand on star
I wish I could be where you are
they say, "don't you ever give up"
It's so hard to be something when you are not
But I have walked alone with the stars in the moonlit nigth
I have walked alone, no one by my side
Now I walk with you, with my head held high 
In the darkest sky, I feel so alive
.......

- ¿Por qué volviste Alex? - el abrió la boca para contestar pero ella sigió - ¿Porqué no te quedaste donde sea que estuvieras?¿Porqué tuviste que volver para atormentarme? - se hizo un silencio incómodo, y el respondió
- porque te quiero - él, con delicadeza levató la cabeza que ella había dejado caer entre sus manos, y tomándola por la barbilla, la miró directo a los ojos - porque era una tortura pensar todas las noches que estabas con otro, porque no conocí a ninguna otra que despertara lo que tú, porque intenté olvidarte de todas las formas posibles y cada día me sentía más vacío, porque no podía quedarme y dejar pasar mis días sin intentar que me perdonaras - la intensidad de sus palabras llegó hasta el alma de Alina, y una lágrima involuntaria corrió por su mejilla, y sosteniéndole la mirada, le dijo
- no puedo perdonarte Alex, en estos años me obligué a odiarte, odiarte me dió fuerzas para mantenerme en pie cuando te fuiste, desde que llegaste a mi vida planié cada segundo a tu lado, y a la primera de cambio, solo te bajaste del bote sin siquiera avisarme que me quedaba remando sola; saqué fuerzas del odio hacia ti, convertí todo mi amor en odio y el odio en fuerzas para seguir viva, para luchar por otros sueños - Alina hizo una pausa y trató de escuchar la voz de su cabeza - no confío en ti, no puedo permitirme que en entres en mi vida, contar contigo y en el momento menos esperado, vuelvas a dejarme sola. Lo máximo que puedo hacer por nosotros es aprender a convivir con la idea de que estés de vuelta y que podemos chocarnos en cualquier esquina de la ciudad, puedo tratarte como una persona a la que conozco, pero no soy capaz de perdonarte - Alex sintió en ese instante lo rota que estaba, y todo por su culpa, por una desición precipitada, por su orgullo.  No sabía que hacer, no sabía que decirle, tenía un bloqueo, solo la abrazó, y ahí, en su sofá, ambos volvieron a romperse.

En algún momento, pasado el medio día, Alex se obligó a marcharse, ambos necesitaban pensar, ella necesitaba averiguar como seguir adelante, y el, como demostrarle que esta vez sería para siempre.

Cerca de las 5 de la tarde, sonó el móvil de Alina, era Martha, descolgó, y antes de que dijera nada, ella dijo
- Necesito hablarte, estoy en casa, ven por favor.

MI MALDITO EXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora