No llores bebé

478 53 0
                                    

Había sido una boda a lo grande, todos estaban felices, la empresa crecería, ambas familias se unirían. Minho estaba en la zona de bebidas con Chan.

- Creo que... Debo viajar - Dijo Minho calmado.

- Acabas de casarte Minho, no puedes irte

- Ayer hable con Hyunjin, quería saber cómo estaban y si necesitaban algo. Me dijo que la estaban pasando muy mal, yo... No quiero hacer algo estúpido Chan - Dijo ahogándose en su vaso de alcohol - Pero... No puedo más...

- No te dejaré hacer nada Minho... Aún nada está dicho, admito que la situación esta fea Minhonnie, pero aquí tienes a tus amigos, sabes que Felix y yo siempre estaremos para ti. No voy a dejar que te hundas más.

- Chan él era mi motivo de vida, de todo, creo que si no he hecho nada estúpido aún es porque no se ha confirmado su...- Trago duro - Muerte. Esa esperanza es la única que me mantiene de pie.

-No digas algo así - Sabía que el alcohol dominaba a Minho.

- No sé dónde más buscar Chan. No voy a poder más

- No has parado de buscar desde hace tanto Minho, no digo que te rindas, pero sí que tomes un descanso.

- ¿Cómo puedo descansar si mi Sung no está conmigo? - Soltó dolido.

- Creo que debemos ir a la ceremonia, Seungmin debe estar buscándote - Lo abrazó suavemente. Este solo asintió y camino detrás de él.

Todos en la fiesta hablaban emocionados, algunos estaban bailando, Seungmin y su madre conversaban tranquilos en su mesa. Tomó asiento a lado de este.

- Minho, quizá podemos bailar - Dijo sonriéndole.

- No gracias, Seung - Dijo mirando hacia la nada. Seungmin solo asintió triste, sabía que nunca lo enamoraría, de eso se había resignado hace ya mucho, pero, estar casado con alguien que sabes que siempre tendrá a alguien más en mente no era para nada bonito. Minho tampoco era malo con él, simplemente no podía obligarse a sentir cosas por él.

El padre de Minho conversaba con los Kim emocionado, Minho lo observaba intrigado, su padre había adoptado actitudes muy extrañas, sonreía más, desaparecía de su oficina muy temprano y era más amable.

Se preguntaba qué diablos podía pasarle para estar así.

Habían pasado casi 4 meses de la desaparición de Jisung, había ido a la casa de sus familiares algunas veces. Necesitaba hablar con ellos, también les enviaba grandes cheques, quería ayudarlos con algo.

De todo el más afectado era Hyunjin. Este se había vuelto una persona fría, su comportamiento infantil había desaparecido por completo.

Hablaba con Minho a veces, siempre ignorando el tema de Jisung, para ellos esa era una herida incurable. Pero había ocasiones en las que se lo permitían, compartir aquel dolor junto...

Lo extrañaban de manera desesperada, Hyunjin estaba molesto con el mundo en general, su actitud era mucho más irritada.

Sus padres notaron este cambio cuando recibieron noticias de que este había golpeado a otros 5 chicos en la escuela, regreso con heridas en la cara, ambos padres se asustaron, Hyunjin no les quiso contar porque fue.

Solo se lo contó a Minho. Aquellos tipos habían hablado de él...

- Eso le pasa por ir vestido de putita por ahí, te apuesto que algún alfa listo lo violo y lo mato, pero él se lo buscó. - No entiendo porque pretendía jugar al Omega revolucionario si todos saben que solo sirven para coger.

La sangre de Hyunjin hervía, siempre había sido pacifico, Jisung nunca lo había dejado golpear a nadie, le había enseñado a respetar a todos y a no responder con violencia. Siempre era Jisung quien lo calmaba, lo trataba como si fuese bebé, y este se convertía en eso para él, pero justo ahora... Era inevitable.

"Hyunjin bebé no debes golpear a nadie, a menos que estén lastimando a alguien que amas y esté en peligro"

Le repetía cuando este era niño y lo miraba molesto queriendo explotar y llorar. Siempre Jisung le había enseñado a tener paz mental.

"No llores bebé"

Le decía siempre que este empezaba a tirar el llanto de su vida por no poder descargar su rabia.

"No pierdas tu tiempo en peleas innecesarias, no les des de tu valioso tiempo"

Decía mientras le apretaba las mejillas. Pero él no estaba en aquel momento...

Tomó a aquel sujeto por el cuello y empezó a golpearlo fuertemente, era su compañero de la escuela y sabía que era hermano de Hyunjin-

- ¡Dilo una vez más! - Seguía golpeando duramente - Di que se lo merecía y juro que te mataré - Hyunjin nunca había hecho algo igual.

Los demás niños observaban sorprendidos. Lo intentaron alejar los amigos de este pero Hyunjin logró repartir golpes a cada uno de ellos.

La rabia era más fuerte que otra cosa.

- Me gustaría gritarte y decirte que hiciste mal, pero yo habría hecho exactamente lo mismo - Dijo Minho agarrándose los bolsillos.

- Él me habría gritado todo el día, y probablemente habría - de sus ojos caían amargas lágrimas - me habría dado un sermón muy largo del respeto, yo - Sollozaba - Habría escuchado todo y me habría disculpado...

- Eso o su indiferencia - Sonrió - Pero creo que entre nos preferiríamos que nos grite y maldiga a eso...

- Es cierto, prefería que me golpeara y gritara - Sonrió - era el tipo de persona que te hiere con su silencio.

- Aunque sus ruiditos también podían dejarte sordo - río Minho recordando como lo ensordecía en el colegio. Hyunjin reía calmadamente mientras sentía como las lágrimas caían por sus ojos.

- Hey Hyunjin, no me he rendido - Dijo Minho.

-Yo tampoco Minho - Limpio su rostro.

- Tus padres no tienen la culpa de nada Hyunjin, recuerda que ellos sufren tanto como tú - Dijo serio.

- Lo sé, creo que no supe cómo manejarlo, yo... Me compórtate bien, no quiero ya sabes - Dijo no queriendo volver a llorar - que vuelva y me grite...

- Nadie quiere eso Hyunjin - Lo abrazó fuertemente.

Ambos se permitían sufrir aquello, el vacío estaba en ambos corazones, entre ellos podían entenderse mejor que nadie, Jisung era igual de importante para ambos.

Pasaron los meses, seguían sin pistas, todo iba quedando en el olvido en los medios. Para ellos no, jamás estaría olvidado...

Minho se encontraba en su oficina, había sido un día lleno de trabajo, todas las noches salía por la calle, caminaba por esta, tenía la idea de que podía pasar... Podía volver a verlo... Nunca era así, siempre llegaba a su frío departamento, y lo pensaba.

Ese día se quedaría en su oficina hasta tarde, su padre nuevamente se había ido temprano.

- Minho ¿Puedes dejar esto en la oficina de tu padre? - Dijo Mina con un documento en la mano.

-Si claro, justo ya me iba, lo dejaré de pasada - Le sonrió calmadamente.

- Gracias - Sonrió dulcemente para volver a lo suyo. Llegó a aquel lugar, abrió la puerta, se dirigió a la mesa.

Todo estaba desordenado en su mesa. Al parecer ese día había salido más apurado de lo normal. Dejó el documento en la mesa y por pura inercia empezó a ordenar un poco.

Movía algunas cosas cuando encontró una foto de Jisung, era de aquellas revistas, ¿Por qué su padre tendría aquello? Siguió moviendo cosas notando que no sólo era una, había cerca de 6 o 7 más esparcidas por ahí. Las tomó confundido.

Abrió los cajones había muchas facturas, leyó lo que decían. ¿Una cuna? ¿Por qué mierda compraría eso? ¿Acaso su madre estaba embarazada? O quizá simplemente era un regalo de boda para Minho. Siguió revisando, juguetes en gran cantidad, ropa erótica... Entrecerró los ojos...

Llamó a Chan de inmediato. 

𝙇𝙪𝙯 𝙙𝙚 𝙇𝙪𝙣𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora