Paz

464 60 18
                                    

Jisung estaba ya listo en el carro de Minho, este traía todas sus cosas para que se quede por unos días con sus padres.

- Bien Sung, ya estamos listos - Dijo con una sonrisa al subirse al auto.

Jisung se sentía nervioso pero feliz, moría por pasar tiempo con ellos. Minho empezó a conducir, era algo lejos, la casa que Minho había comprado era a las afueras de la ciudad, quería tener tranquilidad con Jisung .

Llegaron, aquella casa que tenía un toque tan hogareño y dulce. Bajaron, Minho tenía todas las cosas de Jisung, tocaron la puerta. Hyunjin abrió emocionado.

- Sung - Grito - Ya quería que llegaras. Minho sonrió al ver como los hermanos se abrazaban.

Se adentraron, la madre de Jisung les servía una deliciosa torta de galleta, sabía cuánto le gustaba a su hijo aquello.

Hablaron por un rato, Minho sabía que Jisung estaría bien ahí. Se fue, tenía muchas cosas que hacer.

Entró en aquella oficina, Mina lo esperaba en la puerta con muchos sobres en sus manos.

- Quiero saber en donde lo encerraron y también acceso a todas las cuentas de la empresa - Dijo con una mirada fría.

Le trajeron todo lo que pedía, analizaba todo, hizo algunas llamadas, su tarde estaría algo ocupada.

- Señor una cosa más, el señor Kim no entregó los documentos de divorcio.

Minho frunció el ceño, lo llamaría más tarde. Debía salir.

Ahí estaba, había manejado por las calles de Seúl en su dirección, su sangre hervía, sabía que en algún momento llegaría esto.

- En un momento lo traeremos señor Lee - Este solo asintió con la cabeza mientras esperaba a que su padre se pusiera en frente.

No demoró mucho cuando trajeron a este, venía con dos policías sujetándolo,

Soltó una risa sínica al ver a su hijo. Se sentó, ambos tenían la mirada sobre el otro.

- Supongo que debes estar molesto - Dijo sonriendo- dime ¿Cómo está el Omega? ¿Ya habla? ¿Cómo están tus hermanos? - Aquella risa, no podía haber sonido más asqueroso para Minho - ¿te harás cargo? - Soltó sínico.

Minho tenía que controlarse. Su padre no tenía escrúpulos.

- ¿Cuánto tiempo te dieron? - Soltó sin expresión.

- Dos años, tan pronto como salga retomaré la empresa y... –

Aquel hombre de mirada fría no había ni un gramo de arrepentimiento. "¿Dos estúpidos años?" pensó Minho.

- ¿Qué empresa? - Dijo frío.

- ¿Cómo que qué empresa Minho? - Dijo frunciendo el ceño.

- ¿Te refieres mi empresa? - Dijo tranquilo - Absolutamente nada de ahí te va a pertenecer, todo el dinero de esa impresa irá directamente a la cuenta de Jisung.

-Tu no vas...

- Haré lo que me dé la gana, se lo debes a Jisung, quiero que sepas que hasta el último centavo que saque de la empresa será de él. Y no... - Tenía la mirada aguda - No serán dos años. No dejaré que salgas de ahí nunca y si lo haces, si me entero de que logras salir - Aquellos ojos tomaban un color demasiado oscuro, luchaba con sus ganas de asesinarlo ahí mismo, pero no, aquel idiota no merecía morir, sería menos doloroso que todo lo que tenía pensado - no tendré compasión.

- No puedes hacerme esto por un estúpido Omega - grito.

- Cada vez que lo insultes será peor para ti - Dijo acercándose, sus ojos solo demostraban odio - No dejaré nada de ti, lo que Jisung pasó no será nada comparado con lo que te pasará a ti. Lo que le hiciste es imperdonable, te quitaré las jodidas ganas de vivir...

𝙇𝙪𝙯 𝙙𝙚 𝙇𝙪𝙣𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora