𝕊𝕡𝕣𝕖𝕖𝕟 𝕩 ℝ𝕚𝕧𝕖𝕣𝕤. 𝕌𝕟 𝕒𝕞𝕠𝕣 𝕔𝕝𝕒𝕟𝕕𝕖𝕤𝕥𝕚𝕟𝕠.

𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟥. 𝐸𝓁 𝓅𝓇𝒾𝓂𝑒𝓇 𝑒𝓃𝒸𝓊𝑒𝓃𝓉𝓇𝑜.

Un día antes de la ceremonia de los Eslands, Spreen junto a sus amigos se dirigieron a la Ciudad de México para reunirse junto con sus amigos de México.

S: boludo, imagínate cuánta gente debe de haber en el aeropuerto de CDMX.

C: tenés razón.

S: ojalá ver ya a Sammy.

C: ¿que dijiste?

S: nada...

C: ¿seguro?

S: ammm, sí...

C: che, te re gusta esa mexicana.

S: maldito enano de mierda.

C: ¡ehhhh!, más respeto pelotudo.

S: es que no te puede entrar en la maldita cabeza de una vez.

C: ¿a qué te refieres?

S: a que solo es mi amiga, mi amiga, nada más.

C: vale, vale...

Spreen y Carre se quedaron callados durante el resto del viaje, tan solo los sonidos de sus móviles se escuchaban dentro del inmenso silencio que englobaba a todo el avión.

Cuando llegaron al aeropuerto de la Ciudad de México, pudieron ver a varias personas esperándolos, eran ElMariana, Rivers, Ari y Quackity. Spreen al ver a Rivers físicamente se quedó flechado por un Cupido, en su cabeza rondaban miles de pensamientos inseguros de como presentarse, cuando ellos contactaban para jugar a algún videojuego la vergüenza era nula, pero en este tipo de situaciones tan realistas, la inseguridad es muy común entre los dos jóvenes.

R: ¡Spreen!

La mexicana se lanzó a darle un dulce abrazo como saludo, mientras la joven lo abrazaba, el argentino se quedaba estático y sin respuesta ninguna.

S: ho-hola.

R: no me imaginaba que fueras tan alto.

S: y yo no me imaginaba que fueras tan baja.

O: bueno tortolitos, vámonos ya que hay que ir al hotel.

R: te pasaste un chingo mojón.

O: no mames Sammy, te enojas por todo.

A: venga, dejar de discutir.

Los streamers cogieron un taxi para llegar al hotel, mientras que se dirigían a su destino, todos los creadores de contenido compartían experiencias y risas, para Spreen, eso era el paraíso, solo podía fijarse en Rivers, para el argentino, Samantha era la cosa más maravillosa que había visto.

Finalmente, llegaron al hostal, y se les encomendó sus respectivas habitaciones, ahí fue cuando una multitud de fans se amontonaron en el lugar, tal fue la avalancha, que incluso los policías tuvieron que actuar antes de que la cosa se saliera de las manos.

O: por poco me comen todas esas morras.

A: no te creas tan atractivo.

O: es verdad, soy tan atractivo que hasta ni yo me lo creo.

R: oye Spreen.

S: dígame.

R: ¿quieres ir por la tarde al parque central?

S: ok, por mí bien.

R: gracias.

Mientras que los demás estaban colocando todo en sus habitaciones, Spreen y Rivers se fueron al parque central, no les quedaba tan lejos, ya que el hotel se situaba en el casco histórico de la ciudad. Los dos jóvenes permanecían en un silencio mutuo, pasaron a través de árboles, lagos y kioscos sin compartir ni una sola palabra, tan solo alguna sonrisa breve, ahí fue cuando Spreen rompió el duro silencio que llevaba ya minutos rondando entre ellos.

S: Rivers...

R: dime Spreen.

S: hace tiempo que quería preguntarte algo, algo muy importante...

R: ¿qué es ese algo si se puede saber?

S: ¿tienes pareja?

R: ammmm... No, cortamos hace unos días (con algunas lágrimas en los ojos).

S: lo siento Sammy, no era por ofenderte, tranquila.

R: no pasa nada Spreen, sabes, a veces pienso que no soy la pareja perfecta, yo soy "rara" en las relaciones, ya que me la paso haciendo directos, y luego me reprochan eso y...

S: te entiendo, yo también tuve una pareja, se llamaba Camila, nos separamos hace años por que cada uno tenía que tomar un camino diferente, pero, aun así, solo pienso en estar el resto de mi vida con una piba.

R: ¿a qué chava te refieres?

S: a...

Spreen no pudo seguir su frase ya que vio que Carre les estaba grabando.

S: ¿que haces pelotudo?

C: estaba haciendo un documental.

R: jajaja, vete ya para tu aldea enano de mierda.

C: eh pelotuda, respétame.

S: boludo, respétanos a nosotros primero.

C: tal vez...

R: ¡ah!, ya es hora.

S: ¿de qué?

R: tengo que preparar unas cosas para la fiesta, ¿vienes?

S: sí.

Carre se les quedo viendo desde lejos con una sonrisa.

C: creo que voy a publicar esta foto en mi insta.

Mientras, los dos jóvenes se dirigían hacia el hotel para organizar la fiesta de esta noche. Cuando llegaron, vieron a sus amigos preparando la decoración.

A: hey chicos, ¿me podéis ayudar con la piñata?

R y S: claro.

Spreen y Rivers ayudaron a Ari con la piñata, la piñata era bastante especial, ya que estaba customizada con la forma de un trofeo de los Eslands.

J: ¡Ari!

A: ¿qué quieres Juan?

J: me he quedado atrapado con los farolillos.

R: literalmente, no sabes ni colgar eso bro.

J: cállate ya umpadumpa.

Cuando terminaron los preparativos, se fueron a sus respectivas habitaciones para vestirse de manera más formal.

Mientras, en la habitación de Spreen y Carre el silencio gobernaba con mano dura, Carre solo miraba a Spreen, pensando que pasará cuando se enteren de que el publicó esa foto, solo tenía más y más miedo.

C: hey boludo, tengo que decirte algo.

S: cuente.

C: resulta que publiqué una foto de Rivers y tú cuando estabais en el parque, lo siento mucho capo.

S: haz lo que quieras, solo metes más mierda y estropeas más el ambiente.

C: se te nota que te gusta Sammy.

S: ¡que no me gusta!

C: a ver pibe, creo que deberías decirle lo que sientes por ella la próxima vez que volvamos a México.

S: ok...

De repente, alguien empezó a dar golpecitos a la puerta, y se pudo escuchar una voz al otro lado de la sala, era la voz de Rivers.

R: chicos, la fiesta ya está por empezar, tienen que venir ya.

S: ammm, s-sí.

R: ¿te pasa algo Spreen?

S: no, tu ve yendo a la fiesta, Carre y yo nos adelantaremos.

R: vale, chao te quiero.

Esto último lo dijo con una tierna sonrisa que hizo sonrojar al argentino con cierta facilidad.

C: chao tomate.

S: serás...

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