La mañana llegó con un aire de inquietud que se filtraba por las rendijas de las ventanas y se colaba en cada rincón de la habitación. Rivers y Spreen despertaron con el peso de la amenaza sobre sus hombros, pero también con una determinación renovada que brillaba en sus ojos.
Se miraron el uno al otro, compartiendo un silencio cargado de emociones. Sabían que el día que les esperaba sería difícil, pero estaban decididos a enfrentarlo juntos. Se levantaron de la cama con una determinación palpable, listos para afrontar lo que sea que el destino les deparara.
El sol apenas comenzaba a asomarse en el horizonte cuando Rivers y Spreen se sentaron a desayunar en la cocina. El aroma del café recién hecho llenaba la habitación, pero no lograba disipar la tensión que flotaba en el aire.
Spreen observaba a Rivers con preocupación mientras ella preparaba el desayuno. Sabía que la situación era difícil para ella, pero también sabía que era una mujer fuerte, capaz de enfrentar cualquier desafío que se le presentara.
S: ¿Cómo te sientes hoy?
R: Estoy bien, solo un poco nerviosa por lo que nos espera.
S: Lo entiendo. Pero recuerda que no estás sola. Estamos juntos en esto.
Rivers asintió con una sonrisa, agradecida por el apoyo incondicional de su pareja. Juntos compartieron un desayuno tranquilo, preparándose mentalmente para el día que les esperaba.
Después del desayuno, se dedicaron a tomar medidas de seguridad adicionales en la casa. Reforzaron las cerraduras, instalaron cámaras de seguridad y se aseguraron de que todo estuviera en su lugar antes de partir.
El día transcurrió entre gestiones y llamadas telefónicas. Se comunicaron con contactos en la policía y en el mundo del crimen organizado, tratando de obtener información sobre el paradero de Félix y sus secuaces. Pero a pesar de sus esfuerzos, las respuestas eran escasas y la incertidumbre persistía.
Al caer la noche, Rivers y Spreen se sentaron en el sofá de la sala, compartiendo un silencio cargado de emociones. El sonido distante de un automóvil que pasaba por la calle resonaba en la quietud de la noche, recordándoles la fragilidad de su situación.
De repente, el timbre sonó, rompiendo bruscamente la calma. Spreen se puso de pie de un salto, con los músculos tensos y el corazón latiendo con fuerza. Rivers lo miró con una mezcla de preocupación y determinación, y juntos se dirigieron hacia la puerta.
Al abrir, se encontraron con una figura familiar parada en el umbral: era Osvaldo, con una expresión grave en el rostro.
O: Chicos, tenemos que hablar.
Spreen asintió solemnemente, invitándolo a entrar. Se sentaron alrededor de la mesa de la cocina, sumidos en un silencio tenso.
O: He estado investigando un poco por mi cuenta. Creo que tenemos una pista sobre el paradero de ese maldito narcotraficante.
Rivers y Spreen intercambiaron miradas, llenas de esperanza y aprensión.
S: ¿Qué encontraste?
O: Según mis fuentes, Félix ha estado operando desde un viejo almacén abandonado en las afueras de la ciudad. Es un lugar peligroso, pero si queremos atraparlo, no tenemos otra opción.
Rivers apretó los puños con determinación, mientras Spreen asentía con solemnidad.
S: Entonces no hay tiempo que perder. Vamos a atraparlo.
O: Espera, no podemos actuar precipitadamente. Necesitamos un plan sólido si queremos salir de esta con vida.
Durante horas, los tres amigos trabajaron en la elaboración de un plan meticuloso. Discutieron cada detalle, anticipando cada posible escenario y preparándose para lo peor. Pero a pesar del peligro que acechaba en cada esquina, un sentido de camaradería y determinación los mantenía unidos.
Finalmente, cuando el sol comenzó a asomarse en el horizonte, estaban listos. Se miraron el uno al otro, con una mezcla de miedo y valentía en sus ojos.
R: Es hora.
Con pasos firmes y corazones decididos, Rivers, Spreen y Osvaldo se dirigieron hacia el almacén abandonado, listos para enfrentar su destino y poner fin a la amenaza que había oscurecido sus vidas.
Fin del capítulo
ESTÁS LEYENDO
𝕊𝕡𝕣𝕖𝕖𝕟 𝕩 ℝ𝕚𝕧𝕖𝕣𝕤. 𝕌𝕟 𝕒𝕞𝕠𝕣 𝕔𝕝𝕒𝕟𝕕𝕖𝕤𝕥𝕚𝕟𝕠.
RomanceSamantha Rivera, más conocida en el mundo de internet como Rivers, empieza a sentir un interés muy peculiar por otro streamer, esta vez de Argentina, su nombre es Iván Buhajeruk, alias Spreen. Rivers y Spreen empiezan a entablar una dulce y tierna r...