La noche se cernía sobre la ciudad, tiñendo el cielo de un oscuro manto estrellado mientras Rivers, Spreen y Osvaldo se acercaban al almacén abandonado. La luna, como un testigo mudo, iluminaba débilmente el paisaje desolado que los rodeaba. El viento soplaba con una fuerza ominosa, preludiando el enfrentamiento que se avecinaba.
Spreen apretó el puño con determinación mientras observaba el edificio oscuro frente a ellos. Su mente repasaba cada detalle del plan, cada posible contingencia. Sabía que el momento de la verdad se acercaba, y estaba dispuesto a enfrentarlo con valentía.
S: Che, estamos llegando. Prepárense.
Rivers asintió con solemnidad, ajustando el agarre de su arma con manos temblorosas. A pesar de su determinación, el miedo se agitaba en lo más profundo de su ser. Sin embargo, se negaba a permitir que eso la paralizara.
R: Estoy lista. Vamos a terminar con esto de una vez por todas.
Osvaldo miró a sus amigos con determinación, su rostro bañado por la luz pálida de la luna. La gravedad de la situación pesaba sobre sus hombros, pero confiaba en la fuerza de su unidad.
O: Estamos juntos en esto. No importa lo que pase, no nos separaremos.
Con pasos firmes, el trío ingresó al almacén abandonado, adentrándose en la oscuridad que los envolvía. El silencio que los rodeaba era palpable, interrumpido solo por el sonido de sus pasos resonando en los pasillos vacíos.
Mientras avanzaban, Spreen no pudo evitar recordar las conversaciones que había tenido con Félix en el pasado. Sabía que el tipo era un verdadero hijo de mil, y que debían estar preparados para cualquier cosa.
S: Che, recuerden, Félix no es alguien a quien subestimar. Estén atentos en todo momento.
Rivers asintió, su mirada fija en la oscuridad que los rodeaba. Su mente estaba en alerta máxima, lista para actuar en un instante.
R: Entendido. Mantengámonos juntos y en guardia.
De repente, un ruido rompió el silencio, haciendo que el trío se detuviera en seco. Sus corazones latían con fuerza mientras escuchaban atentamente, esperando cualquier indicio del peligro que los acechaba.
O: ¿Escucharon eso?
Spreen frunció el ceño, tratando de discernir el origen del ruido en la oscuridad.
S: Sí, algo se mueve por ahí. Prepárense para lo peor.
Con cautela, continuaron avanzando por los oscuros pasillos del almacén, cada paso acercándolos un poco más al enfrentamiento que sabían que se avecinaba. Estaban decididos a enfrentar a Félix y poner fin a su reinado de terror de una vez por todas.
Mientras tanto, en las sombras del almacén, Félix observaba con una sonrisa retorcida. Sabía que sus enemigos se acercaban, pero estaba listo para recibirlos con los brazos abiertos. La batalla final se avecinaba, y él estaba determinado a salir victorioso.
Con el destino de todos en juego, el enfrentamiento final estaba por comenzar.
Fin del capítulo
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𝕊𝕡𝕣𝕖𝕖𝕟 𝕩 ℝ𝕚𝕧𝕖𝕣𝕤. 𝕌𝕟 𝕒𝕞𝕠𝕣 𝕔𝕝𝕒𝕟𝕕𝕖𝕤𝕥𝕚𝕟𝕠.
RomanceSamantha Rivera, más conocida en el mundo de internet como Rivers, empieza a sentir un interés muy peculiar por otro streamer, esta vez de Argentina, su nombre es Iván Buhajeruk, alias Spreen. Rivers y Spreen empiezan a entablar una dulce y tierna r...