Pasaron los días, hasta que nuestra pareja de enamorados decidió sacar a la luz su secreto, que hasta aquel momento solo lo sabía Carre. Eso sí, iba a ser una decisión muy difícil, pero valdría la pena.
R: hoy es el día...
S: sí... ¿Cómo les diremos?
R: pues no sé Iván, solo sé que se lo tomarán bien, o eso creo.
S: ¿y si no se lo toman a bien?
R: ah, tú y tus inseguridades... ¿Qué chingados te pasa cariño? No va a pasar nada, ya verás.
S: si tú lo dices, me vale.
Rivers y Spreen se prepararon para salir, iban con una determinación inquebrantable, pero también con un miedo interior que los golpeaba bruscamente. Toda esta mezcla de sentimientos los hundía en un mar de dudas y inseguridades, que intentaban ocultar por el simple hecho de no verse nerviosos en este tipo de situaciones.
Ese día, Ari y Juan iban a Buenos Aires a pasar unos días de relax, por lo cual no era de extrañar que Sammy y Iván aprovecharan esta situación. Finalmente, los encontraron, estaban en el centro urbano de la capital argentina. Había mucha gente, por lo que los fans del streamer argentino se abalanzaban sobre el pidiéndole autógrafos y fotos, algo que molestaba al propio Spreen.
Para escapar de la gran masificación de personas que había por las calles de la ciudad, decidieron ir a un restaurante para hablar más cómodamente, cuando llegaron, los nervios de Rivers y Spreen aumentaban, pero estaban decididos, eso no había que descartarlo.
A: entonces, ¿que querían contarnos?
R: pues...
Sin ningún estrago de por medio, los dos streamers decidieron mostrar su secreto de una vez por todas.
R y S: somos pareja.
A: ¡Felicidades, chicos!
J: me alegro mucho de que por fin puedan estar juntos, ¡enhorabuena!
R: pensaba que os lo ibais a tomar de otra manera.
A: pero ¿que dices? Jajaja, a veces eres un poco pendeja amiga.
S: pues problema solucionado, ya no hay de que preocuparse, ahora solo falta publicarlo en redes.
R: sí... ufff, siento que un peso se me ha quitado de encima, eso es algo bueno.
S: sí, a mí también me ha pasado lo mismo, jejeje.
J: bueno... ya que estamos aquí, ¿por qué no pedimos algo? Se me antojan algunas empanadillas.
A: no puedes dejar de pensar en comida Juan.
Todos se rieron, el almuerzo trascurrió de forma divertida, las anécdotas, risas y sonrisas volaban de mesa en mesa. Sin duda, el ambiente en aquel restaurante era una fiesta sin fin, cuando terminaron de comer, cada pareja decidió marcharse para su respectivo hogar, aun así, no tardarían mucho en verse.
R: bueno, creo que tendré que decirle al Mariana sobre nuestra relación, voy a llamarlo.
S: ok.
𝒞𝑜𝓂𝒾𝑒𝓃𝓏𝑜 𝒹𝑒 𝓁𝒶 𝓁𝓁𝒶𝓂𝒶𝒹𝒶.
R: ¿bueno?
M: hey minion, ya hace tiempo que no te veo.
R: sí carnal, bueno, quería decirte algo muy importante.
M: diga.
R: Spreen y yo somos pareja.
M: ¡Felicidades! Espero que te cuide bien, si no juro que le voy a partir la madre.
R: ya güey, tranquilízate no más.
M: perdona, perdona... Bueno, quería decirte de que Félix tiene una nueva chava, me enteré por las redes sociales.
R: ah... entiendo...
M: ...
R: bueno Mojón, nos vemos.
M: chao minion.
𝐹𝒾𝓃 𝒹𝑒 𝓁𝒶 𝓁𝓁𝒶𝓂𝒶𝒹𝒶.
S: ¿que tal con Osvaldo?
R: bien, se lo tomó bien lo de nuestra relación.
S: eso me alegra, el es un buen tipo, siempre confié en él.
R: sí...
Rivers y Spreen llegaron al apartamento de Spreen, cuando llegaron, Rivers se fue a duchar, ya que estos días no se había duchado con frecuencia. Mientras, Spreen leía con atención un libro de ciencia ficción, sin embargo, la atención del joven argentino se fijó en su novia, ya que esta estaba cantando mientras se duchaba.
Su voz era dulce y suave, con un tono muy brusco causado por el consumo del vaper, pero con un encanto que parecía ser eterno. Su voz le cautivó por completo, estaba hechizado de pies a cabeza, esto parecía un sueño.
Como si su cuerpo se lo mandara, Spreen se movió por el largo pasillo que separaba el salón con el baño principal, la mano de Iván se posó sobre el pomo de la puerta. Él sabía lo que iba a hacer, pero en ese momento el destino lo había capturado, ya no podía hacer nada.
La puerta fue abierta por el chico de pelo azabache, Rivers lo vio y se quedó sorprendida por la presencia de su novio. Spreen se sonrojó de inmediato tras ver a Sammy desnuda, quería irse, pero no podía, ya no podía escapar.
R: ah, hola Spreen, ¿que haces aquí?
S: re-resulta que...
R: me puedo duchar contigo, era eso, ¿no? Sí, claro que puedes.
S: am... gra-gracias.
Spreen se desnudó sin miedo alguno, el ya estaba decidido, era el momento indicado para hacerlo. Dio unos pasos hacia delante, cuando entró en la ducha, su cuerpo parecía no reaccionar.
R: ¿me podrías limpiar la espalda Spreen?
S: claro...
Spreen cogió la esponja y empezó a restregarla por la espalda de la joven mexicana, ella sonreía con delicadez, mientras que el argentino se centraba detalladamente en el cuerpo de su pareja.
Rivers no se lo pensó dos veces y se tiró sobre Spreen, los dos se unieron en un beso francés muy intenso, cuando terminaron, Iván pilló desprevenida a Sammy y le empezó a dar varios besos en el cuello. La mexicana emitía pequeños gemidos mostrando, así como disfrutaba aquel momento, Spreen bajó su lengua hacia el torso, y más tarde, acabó en los pechos de la joven.
R: me toca...
Rivers empezó a tocar los brazos de su pareja, las manos de la streamer bajaron y bajaron hasta llegar a la cintura de su novio, para darle más emoción, los dos se fundieron en otro beso francés, esta vez más delicado y breve.
Finalmente, Rivers se quedó dormida, por lo que Spreen tuvo que llevarla a su cama para dejarla descansar. Él la miró con una sonrisa dulce y alegre, solo le dio un beso en la frente como despedida. Spreen se tumbó en la cama, se abrigó, y cerró los ojos con lentitud, por fin, el día había terminado.
▂▃▅▆▇𝓕𝓲𝓷 𝓭𝓮𝓵 𝓬𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸▇▆▅▃▂
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𝕊𝕡𝕣𝕖𝕖𝕟 𝕩 ℝ𝕚𝕧𝕖𝕣𝕤. 𝕌𝕟 𝕒𝕞𝕠𝕣 𝕔𝕝𝕒𝕟𝕕𝕖𝕤𝕥𝕚𝕟𝕠.
Любовные романыSamantha Rivera, más conocida en el mundo de internet como Rivers, empieza a sentir un interés muy peculiar por otro streamer, esta vez de Argentina, su nombre es Iván Buhajeruk, alias Spreen. Rivers y Spreen empiezan a entablar una dulce y tierna r...