24. Familia

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Todo marchaba increíblemente bien.

Actualmente, faltaba menos de un mes para La Velada del año 3.

Sam estaba muy emocionada, que le había prometido ir a entrenar con ella, aunque sea un día y así lo hice porque yo siempre cumplo mis promesas.

Estaba demasiado cansada, pero tenía que aguantar por Sam.

—¿Ya no aguantas? — preguntó Ronny.

—No, estoy fresca — mentí, pero cuando mi hermana de volteo para tomar agua le murmure a Ronny — Creo que me voy a morir.

El chico de tatuajes río.

—Descansen un rato — mencionó el entrenador y le agradecí.

Me senté en el piso y Sam copio mi acción.

—¿Cómo te sientes? — cuestionó la rubia.

—No sé cómo aguantas todo esto, yo a no puedo ni con mi vida — mi hermana río — De verdad soy malísima para los deportes.

—Pero lo estás haciendo bien — me reconforto y le sonreí.

—Sam — la chica me miró — Creo que lo vas a hacer increíble, para mí ya eres una ganadora.

—Gracias, Vivi — me abrazo — Sé que siempre podré contar contigo y mi victoria será para mi familia, sobre todo para Rose y para ti, son mis favoritas, pero no le digas a mamá.

Reí nasalmente, mientras negaba con una sonrisa.

—Prometido.

—Oye, pero... ¿No vas a ir? — preguntó.

—No lo sé, no quiero dejar a Rose, pero tampoco quiero llevarla porque va a ser un día largo y tal vez a la gente le incomode una niña por ahí — contesté.

—Dile a papá y a mamá que la cuiden.

—No, ellos ya han hecho mucho por mí — negué.

—Pero ellos aman a Rose, literalmente parece más hija de ellos que tuya — bromeo.

—Es que a Rose también le gusta pasar tiempo con ellos.

—Entonces diles, tu sabes que mamá nunca le despega el ojo de encima, no va a pasar nada — me tranquilizo — Deja la mamitis un rato.

—No te burles, cuando seas madre entenderás.

—No puedo ser — dijo sorprendida viéndome — Ya eres toda una señora diciendo esas frases — se burló y golpeé levemente su hombro.







[...]







Ya era de noche, terminé de bañar y salí de la ducha para cambiarme.

Salí de la habitación, ya eran las nueve.

Osvaldo estaba en stream, toque la puerta un par de veces y entre.

—Humberto se nos unió alguien más — mencionó mientras me veía.

Me acerqué con una sonrisa y saludé a la cámara.

—Hola chicos, ¿Cómo los está tratando, Lalo? — pregunté.

Leí varios comentarios pues todo el chat pasaba muy rápido.

—¿Los está regañando otra vez? — interrogue y todos empezaron a decir que si — ¿Por qué regañas a los niños?, ellos no tienen la culpa de ser tan cool, déjalos ser felices.

—Vieron, ya me regañaron por su culpa hijos de... — le tapé la boca.

—Rose está aquí — le recordé.

—Perdón, perdón.

—Me voy a llevar a esta preciosa niña porque ya debe dormir — comenté mientras le hacía cariñitos en la cabeza y ella reía.

La pequeña estiró sus cortas manos hacia mí y la cargue.

—Despídete de papi, dale un besito — hablé.

Rose se inclinó un poco y beso la mejilla de Osvaldo.

El de lentes empezó a hacer caras raras.

—Tu papá se volvió loco, vamos — murmure.

Estaba por salir cuando Osvaldo grito.

—¡Te escuche!

Recientemente, Lalo y yo habíamos tomado la decisión de vivir juntos de nuevo, como una bonita familia.

Era lindo saber que tenía un hogar lleno de amor, me sentía completa.

Termine de dormir a Ro, así que fue a la habitación a terminar mis trabajos pendientes.

Horas más tarde, Osvaldo ingreso, se bañó y se cambió para luego acostarse a mi lado.

—Ya es hora de dormir — mencionó mientras cerraba mi laptop, la puso en la mesa de noche y apago las luces — Ahora déjame abrazarte.

Se acurrucó en mi pecho y empecé a dejar leves caricias en su cabello.

—Siempre supe que seríamos una gran familia — mencionó — Soy demasiado feliz.

—Yo igual.

Nos quedamos en silencio, solo se podía escuchar la sincronización de nuestras respiraciones.

—¿Osvaldo?

—¿Si?

—¿Tu cómo te ves en el futuro?, ¿Te ves a ti mismo? — interrogue.

—¿Y eso?, ¿Qué pasó? — pregunto preocupado.

—Enantes me puse a pensar en todo, intentaba verme a mí misma, pero no veía nada, como si no existiera...

Osvaldo se separó de mí y se sentó a mi lado.

—Yo me veo como ahora, agradecido por mis logros, veo a Rose mucho más grande yendo a su primer día de primaria, junto... a ti, siendo los padres más divertidos — reí — No puedo creer que algún día nuestra pequeña nos va a presentar a algún chico o chica, me tendré que poner serio y lucir enojado.

Reí nasalmente.

—Estás loco, tu eres la persona más chistosa que conozco, yo creo que capaz llorarías al saber que Rose ya está creciendo.

El asintió con nostalgia.

—Amor, no llores, solo son situaciones randoms — mencione.

—Es que Rose va a crecer y yo no quiero que crezca — se lamentó mientras acariciaba su espalda para calmarlo.

𝙅𝙪𝙨𝙩 𝙛𝙤𝙧 𝙖 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩 | 𝘌𝘭 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘢𝘯𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora