𝙅𝙪𝙨𝙩 𝙛𝙤𝙧 𝙖 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩 | 𝘌𝘭 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘢𝘯𝘢

19. Tíos

—¿Estás lista? — pregunto mi madre entrando a la que solía ser mi habitación cuando era una adolescente.

Ellos me habían acogido nuevamente y esta vez con mi hija, ellos eran los más felices por tener una nieta.

—Si — afirme — ¿Están abajo? — la mayor asintió.

—Yo me quedare con Rose — informó mi madre — Estaré en las escaleras escuchando, tu solo llámame y llevaré a Rose.

—Gracias, mamá.

—Tranquila, cariño — acaricio mi cabello — Es tu hermana, ella no se va a enojar.

—Lo sé, pero aún tengo que contarle a Osvaldo y eso me aterra.

—Osvaldo es buen chico, no creo que se enoje contigo, sobre todo si está preciosura es tan linda — agarró a Ro y la pequeña río — Si eres preciosa, muy linda, mi niña.

—Iré abajo.

—Yo te sigo.

Bajé las escaleras y vi a mi hermana junto a mi cuñado charlando, cuando notaron mi presencia se quedaron callados.

—Por fin, Violeta — habló la rubia — ¿Qué es todo esto de la charla?, ambos estamos nerviosos.

—Primero que nada, quiero hablar con ustedes sobre algo que les oculte desde que me fui.

—Dinos, Vivi — mencionó el chico.

—Como saben me fui hace más de un año y pues me enteré... que estaba embarazada.

Mi cuñado y hermana se sorprendieron, llame a mi madre y me trajo a Rose para luego retirarse y dejarnos solos.

—Ella es Rose — acomodé el vestido azul de mi hija — Acaba de cumplir nueve meses de nacida.

—Es muy linda — mencionó el joven — ¿Puedo cargarla? — asentí.

La tomó en sus brazos y la sentó en su regazo.

—Mira, amor, es muy tierna.

Mi hermana pasó su mirada de la bebé a mí, se levantó del asiento y fue directamente a abrazarme.

—Vivi — su voz estaba entrecortada — ¿A esto te referías con todo lo que tuviste que pasar?

—Sí, pero no estuvo tan mal, Rose es muy tranquila desde que nació, supongo que eso lo sacó de mí.

—No puedo imaginarte sola haciendo todo esto — habló mi hermana.

—Pero lo hice, Sam — tome su mano — En parte fue mi decisión y no estuve tan sola, Luzu y Lana me cuidaron, Quackity también estuvo para mí, aunque se enteró una semana antes de que Rose naciera, ellos me apoyaron mucho.

—Tuviste que llamarnos, Vivi — enuncio mi cuñado — No importaba la situación en la que estuviéramos, somos familia.

—Lo sé, pero pensaba que tal vez seguían enojados conmigo.

—¿Qué dices?, te estuvimos buscando todo este tiempo, aunque Luzu y Lana nos mintieron — dijo Sam.

—Sí, yo les pedí eso — aclaré — pero creí que solo fueron los primeros meses.

—No, estuvimos buscándote hasta antes que vinieras, lo hicimos con Osvaldo — mencionó la rubia.

Mi cuñado y yo nos miramos, él solo asintió.

—¿Le dirás a Osvaldo? — preguntó el castaño.

—Por eso regrese, Osvaldo merece conocer a su hija y Rose necesita una figura paterna con la cual crecer.

—Entonces, ¿Van a regresar? — interrogo el chico.

—Que sea el padre de mi hija no significa que tengamos que volver a estar juntos por eso, no seremos el primer matrimonio separado criando a una hija y Rose no será la última ni primera niña del mundo con padres separados.

—Bueno, no hablemos más de eso — cambio de tema mi hermana — Mejor cuéntanos más de mi linda sobrina.

La rubia le hizo leves cosquillas a la bebé y está río.

—Solo les pido discreción, ya veré yo cuando le cuente todo a Osvaldo.

[...]

Dos días después, le conté todo a Mar.

—¿Qué? — preguntó a gritos — No puedo creer que esta niña tan hermosa sea tu hija — habló con sarcasmo y negué con una sonrisa — Es tan linda, quiero apretarle esas mejillas rosaditas.

—Gracias por no tomarlo a mal.

—Me ofender que Quackity se haya enterado antes que yo, pero lo acepto, entiendo que te asustaste y tuvieras miedo, no era para menos después de todo lo que veía pasando.

—Exacto — afirme.

—Y a todo esto, ¿Qué harás con Osvaldo?, ¿Si te lo propone regresas con él?

—No te puedo mentir, Mar — acomodé a mi hija en medio de las dos en el colchón de mi habitación — Cuando lo volví a ver me sentí como la Violeta de 17 años que se enamoró de él a primera vista, sentí todo de nuevo y estaba segura que si él me decía para irnos juntos hasta el final del mundo le hubiera dicho que sí.

—Pero...

—Pero... — repetí sus palabras — Ayer cuando me vino a dejar y las cosas no salieron bien, me reclamo de porque me fui.

—¿Por qué hizo eso, si él te lo pidió?

—Justamente le dije eso, no lo entiendo, casi le confieso la identidad de Rose, pero me contuve, no sé qué hacer, Mar — mi tono disminuyó poco a poco — Siento que la vida me odia, a veces creo que no tengo un futuro.

—Mira, Vio, te seré sincera — asentí — Ese chico te sigue amando, he sido testigo de cómo te ha extrañado por meses, cada que una chica se le acercaba decía que tenía novia y no quería nada.

—¿De verdad? — cuestione con esperanzas.

—Sí, tu sabes que yo nunca miento, mira hagamos algo, el viernes hay fiesta en la casa de Ari y Juan, vamos, vienen los chicos de Argentina, ¿Los recuerdas?

—Claro que si — afirme con emoción — Hace mucho que no veo a Ivan y Rodri.

—Ivan tiene novia, ella es de aquí de México, muy linda, ¿Vamos el viernes?, por favor.

Rogó un poco y sonreí.

—Está bien.

—Si — festejo — Roier y yo te venimos a ver, arréglate lo más linda posible y descubriremos que va a pasar con Osvaldo.

Tenía un poco de miedo, pero ¿Qué era lo peor que podría pasar?

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Hola mis chicuelxs :)

Buenas madrugadaaaas

Les comento que este fanfic le faltan menos de 10 caps para terminar :p

Cuando lo termine publicaré el fanfic de Quackity por si gustan.

Cuidensen muchooooo, lxs amo<3