Un hombre de piel bronceada, cabello negro, ojos color miel, iba caminando por un callejón fumándose un cigarrillo con audífonos en sus oídos escuchando una de sus canciones favoritas, faltaba poco para llegar a su departamento cuando de repente siente un fuerte dolor en su nuca cayendo al suelo, pero antes de caer inconsciente alza su mirada tratando de ver quién fue el causante, pero no logró ver nada más que a alguien con gorra negra, capucha y cubre bocas, todo su rostro estaba cubierto.

Esa persona encapuchada guarda su arma detrás de su espalda para luego tomar su celular marcando un número que al instante es contestado.

-Trae la camioneta -Dice directo sin despegar su mirada del inconsciente.

-¿Te aseguraste de que no hubiera nadie allí?

-Rueda sus ojos- Obviamente lo hice, ni que fuera idiota para dejarme ver por alguien. ¿Qué? ¿Acaso tienes miedo de volverte famoso o qué?

-Chasquea su lengua malhumorado- Sólo me aseguró de que nadie me descubra metiendo un cuerpo a la camioneta,Yoongi, no quiero meterme en problemas por tu culpa.

-¡Eso es problema mío, depende de mí si meterte en la cárcel o no! -Sin más cuelga la llamada.

Lentamente se acerca al tipo inconsciente agachándose a su altura, posa sus codos en sus muslos y con una de sus manos acaricia su barbilla pensativo observándolo detalladamente.

-Veamos si serás "Tan" fiel a mi hermano como lo fue el señor Choi.

Dos hombres metiendo un cuerpo a una camioneta siendo vistos por la hermana de la víctima quién estaba escondida detrás de un contenedor de basura no logrando ver los rostros por la oscuridad y sus rostros cubiertos, entre lágrimas apresura sus pasos en dirección contraria dirigiéndose al lugar dónde podrían salvar a su hermano, pero un golpe en su nuca no se lo permitió cayendo al suelo inconsciente.


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Agust D estaba dormido cuándo siente una caricia sobré su rostro, poco a poco abre sus ojos viendo borroso, pero al frotar sus ojos con sus manos su vista vuelve a la normalidad viendo el perfil del rubio sonreír le sin dejar de acariciar su mejilla, el peli-negro embriagado por el aroma a vainilla recuesta su rostro en la palma del ajeno.

-¿Qué haces aquí? -Pregunta el peli-negro confundido de que el rubio estuviera ahí.

-Tenía muchas ganas de verte -Acariciando su cabello- Esa es la razón de mi visita... ¿Porqué? ¿Acaso te molesta? ¿Debería irme? -Señala la puerta volteandose, pero la mano del peli-negro detuvo sus pasos al tomarlo del brazo sin ejercer tanta fuerza.

-Niega con su cabeza repetidas veces desordenando sus cabellos- Me hace feliz tenerte a mi lado, no te vayas.

-Lo siento por haber arruinado tu siesta -Se disculpa rascando detrás de su cuello apenado.

-No importa -Sin apartar su mirada del ajeno le sonríe siendo correspondido- Valió la pena que lo hicieras.

El rubio ríe levemente acercándose más a Agust D y se recuesta en el escritorio, ambos contemplándose por largos segundos, hasta que se avergonzaron y desviaron la mirada, ambos sonriendo felices de la compañía del uno al otro.

HAEGEUM {YOONMIN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora