Amantes Condenados

Capítulo 10

-¿Habéis organizado una fiesta sorpresa por mi cumpleaños o para que esos dos puedan verse?

-¡Venga, venga Iida! ¡Brindemos!

Tokoyami choca su copa con la del cumpleañero que no parece muy entusiasmado. Él solo quería ir al cine con sus amigos, no una fiesta sorpresa en la cabaña donde se conocieron por primera vez para que dos chicos con las hormonas revolucionadas se den el lote frente a él quien no se ha comido ni una rosca desde el festival.

Y es que, tanto Todoroki como Kirishima quienes están en contacto en todo momento, organizaron la fiesta por más de un motivo que deberán tratar cuando la parejita feliz no esté cerca...

-Jirou se está retrasando.

Dice Kaminari mirando su reloj. No puede llamarla al dejar sus teléfonos en casa como han hecho todos. Así nadie les localizaría. Sobre todo a Midoriya y a Bakugou quienes siguen tonteando bajo las miradas frías de Iida que bebe y bebe sin parar.

-¿Seguro que le diste bien la dirección?

Bromea Sero que intenta animar a su amigo y la sonrisa no vuelve a su rostro hasta no ver a su novia entrar en la cabaña con gesto tímida recibiendo un cálido abrazo por parte de su alfa que la levanta en el vuelo girando sobre sí mismo. Ahora Iida sí que se siente mucho más solo.

Kaminari presenta a su linda novia a todos, pero ella no viene sola.

-¿Momo?

-¿¿Todoroki??

Se abrazan ante la mirada estupefacta de los presentes.

Iida empieza a tener ganas de vomitar.

-¿Os conocéis?

Ellos asienten. La sonrisa que le dedica Todoroki es una muy distinta a la que sus amigos le han visto cuando estaba con una chica. Transmite mucha calidez y cariño.

-¿¿¿Habéis estado juntos durante más de dos años???

Preguntan a la vez Kaminari, Sero y Tokoyami.

-No exactamente.- dice ella colocándose el mechón de su larga cabellera oscura tras la oreja.

-Sexo sin ataduras, diría yo.

Responde Todoroki bebiendo un trago de cerveza.

-¿Él es el chico del que me hablabas? ¿El chico con el que te encontrabas todas las semanas? – Momo asiente hacia su amiga – Es mucho más guapo en persona.

-Gracias.

Le guiña el ojo seductor provocando que Jirou se atragante y Kaminari la empuje hacia él para alejarla de las garras de ese chico que bien podría ser un alfa encubierto.

-¿Cómo habéis estado tanto tiempo sin ser descubiertos?

Quiere saber Midoriya, y la sonrisa culpable de Momo le hace saber la respuesta. Porque sus apellidos no son los de ellos. Porque a ellos no les siguen los hombres de sus respectivos padres. Porque ellos no viven en una continúa jaula encerrados.

La fiesta continúa dejando a un lado temas tensos o nada alegres. Se divierten. Se cuentan anécdotas. Se ponen al día en cosas que tienen en común mientras dos de ellos desaparecen sin que los demás se den cuenta para dar un paseo bajo la luz de las estrellas.

Con los dedos entrelazados, Bakugou no puede dejar de observar el rostro feliz de su amado que no aparta la mirada del cielo estrellado que les cuida desde arriba. El verano está llegando a su final. La próxima semana empezarán las clases. Y el tiempo de poder verse empieza a reducirse. Esa noche será la última hasta su siguiente encuentro pero ¿Cuándo será? ¿Cuándo podrán verse, abrazarse? Solo con escuchar su voz al otro lado del teléfono ya no les es suficiente. No al menos para Bakugou cuya ansiedad está llegando a tocar el techo. Sobre todo cuando tenga que ir cada día a trabajar con su padre tras la universidad y sentir como cientos de garras oscuras le apresan al estar rodeado de esos alfas que conocen su secreto y de quiénes no se fían por mucho que ellos sufran el mismo destino al confesar.