Nunca el sexo les pareció algo tan placentero, maravilloso y terrorífico al mismo tiempo.
Ambos ya han tenido experiencia en dicho campo pero no a nivel tan radical como el que estaban viviendo ahora. Sus cuerpos se movían al compás como si llevasen décadas haciendo el amor encajando a la perfección. Sus manos sabían donde tocar para elevar el éxtasis.
-No reprimas tu voz.- le susurra Bakugou al oído – Me pone cachondísimo escucharte gemir, Izuku.
Midoriya ahoga un gemido mordiendo la almohada ignorando la petición de su alfa que le hace girar con violencia hacia él lanzando la almohada por los aires y agarrándole con fuerza las muñecas por encima de la cabeza embistiéndole sin piedad.
Ahora sí que le oye. Ahora sí que puede verse reflejado en el verdor deseo. El rostro enrojecido, sudoroso de Midoriya le enciende, le aterra, le ahoga. Afloja el agarre de sus manos liberando al omega que las deja caer balanceándose en el aire al estar casi con la cabeza fuera de la cama. Mira hacia el suelo. Está cubierto de condones usados, de sus ropas que fueron arrancadas al principio con mimo y luego con pasión, con algún que otro juguete erótico que al peliverde le ha encantado usar con el rubio...
Vuelve la mirada a la bestia que frena el ritmo. Así que esto es el ciclo de un alfa... piensa totalmente exhausto. No sabe cuántas horas llevan dándole sin parar. No sabe si es de día o si ha vuelto a ser de noche. Perdió el hambre al llenarse por completo de las feromonas de Bakugou. De vez en cuando se dan de beber agua el uno al otro para no deshidratarse. Pasan de las embestidas a los besos, a los juegos con las manos, a las diablesas lenguas. Ríen. Gritan.
-Nos oirán...
Murmura Midoriya al pedirle Bakugou que se corra diciendo su nombre.
-Te lo volveré a repetir.- dice embistiéndole – No – otra embestida – hay – otra – nadie - y otra – en toda la maldita casa – le embiste hasta el final alcanzando el orgasmo con Midoriya subido a horcajadas quien a su vez le acompaña en el éxtasis pero de una manera distinta - ¿Acabas de tener un orgasmo anal? – Midoriya esconde el rostro muy avergonzado en su cuello – Eso es jodidamente sexy, nerd.
Le peina el cabello sudoroso mientras le lame la oreja.
Al buscar su mirada ambos sonríen satisfechos.
-Te quiero, Kacchan.
El cuerpo de Bakugou se contrae.
-Oye, espera... ¿Qué ha sido eso? – nota una gran presión en su interior - ¿Te has hecho más grande? ¿Me has anudado?
-¡Cállate y ven aquí!
Le aprieta la mandíbula para comerle la boca la cual le sabe a sal al peliverde. Al retirarle lentamente siente como su corazón se encoge. Nunca antes ha visto unas lágrimas tan hermosas como las suyas.
-Te quiero.
Vuelve a repetirle recibiendo un tembloroso abrazo. Es la primera vez que lo ve vulnerable. Él, que siempre le ha parecido alguien fuerte, directo, orgulloso, increíble, ahora lo está siendo muchísimo más pues está mostrando su lado más humano, le está abriendo su corazón el cual le entregó aquella noche durante el festival.
-Al principio no me gustó nada el hecho de saber que era un alfa.- confiesa Bakugou - Me sentí asqueado, rabioso. Pero ahora – habla apoyado sobre el hombro de Midoriya observándole de reojo – Soy muy feliz de que seas mi omega, Deku – recibe otro sorpresivo abrazo – Gracias por ser tú. Gracias por ser mi liberación.
Nota los incesantes latidos del corazón del alfa dar un concierto contagiando al suyo. Ahora es él quien deja escapar lágrimas de felicidad, pues las de dolor y placer fueron lamidas por la volcánica lengua de Bakugou.
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Amantes Condenados
FanfictionEn un mundo donde el ser beta es lo mejor, y ser alfa/omega lo más terrorífico, se suma la rivalidad entre dos familias cuya guerra sigue perdurando a través de la historia. Dos familias donde sus hijos nunca se han visto y que al hacerlo será e...