Capítulo 2

40 6 0
                                    


Cuando Midoriya se reencuentra con sus amigos, éstos le esperan en uno de los muchos túneles que oculta la ciudad bajo tierra conectando distintos puntos encontrándose con callejones sin salida, derrumbamientos o salidas en ciertas calles dominadas por los peores subordinados de ambos líderes.

-¿Qué ha pasado? ¿Cómo nos han descubierto?

Logra preguntar.

-Por ese imbécil de ahí.- señala Iida a Todoroki que tiene la mirada clavada en alguna parte del techo – Se ve que aquí, nuestro amiguito, no sabe estarse quieto y piensa más con lo que le cuelga entre las piernas que con el cerebro, si es que tiene – está muy enfadado – Le han reconocido varias chicas porque ya ha estado con ellas antes.

Midoriya observa a Todoroki confundido. Su respiración aún sigue acelerada, por no hablar de lo caliente que siente los labios. Si cierra los ojos y se los relame aún puede saborear los besos de Bakugou.

-Sí, vale, lo confieso, he estado yendo y viniendo de nuestro lado al otro en repetidas ocasiones. ¿Y qué? ¿Acaso es un delito? Yo puedo ir y venir a mi antojo y acostarme con quien me dé la gana. Mi apellido no tiene nada que ver con el tuyo.- tal como ha dejado escapar las palabras se arrepiente de inmediato – De todas formas, la fiesta era muy aburrida. Os he hecho un favor a todos.

Ahora que ya están los cuatro juntos continúan el camino hasta pisar tierra segura, ascender por las escalerillas hasta el callejón oscuro y completamente solitario por donde entraron horas antes. Unas horas que a Midoriya le parecen lejanas.

Aún quedan rezagados de un festival que culminó con el espectáculo de fuegos artificiales. Rezagados que canturrean dando tumbos por las calles pasando indiferentes entre ellos.

-¿No vas a decirle nada? – pregunta Iida a Midoriya. El peliverde está ausente – Si te llegan a pillar-

-Lo que te molesta de verdad no es que descubrieran quien es.- habla de nuevo Todoroki – Sino haberte interrumpido cuando estabas a punto de follarte a esa chica.

-¿Por qué hablas de forma tan vulgar? – Iida se ha puesto rojísimo – Y no iba acostarme con ella. Solo estábamos hablando.

-¿Con tu lengua metida en su boca y tu mano colándose bajo su vestido? Bonita forma entiendes tú de hablar.

Iida y Todoroki empiezan a discutir. Midoriya detiene el paso observándoles pero en realidad no les está prestando atención. Su corazón no consigue calmarse. Su cuerpo tiembla ansioso. Su piel le arde como si aún pudiera sentir los dedos de Bakugou allá donde se han atrevido a tocar. Tiene sed. Muchísima sed. Y la única agua que le saciaría sería la que Bakugou le haría beber de su boca.

-¿Midoriya?

Tokoyami ha percibido que algo no anda bien con su amigo. Todoroki e Iida reparan en su amigo, y juzgando su expresión subida de tono, su respiración acelerada, sus temblores y el brillo de sus ojos... Todoroki cubre su cabeza con su chaqueta empujándole al interior de otro callejón.

-¿Eres un omega?

Pregunta casi sin voz dejando a su vez a Midoriya sin ésta.

-¿Eres un alfa? – Todoroki niega - ¿Cómo te has dado cuenta?

-Mi hermana es Omega y he visto su misma expresión en ti... Eso quiere decir que has conocido a tu pareja predestinada esta noche.

Iida y Tokoyami intercambian miradas prudentes.

Amantes CondenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora