Prologo

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Me desperté sobresaltada debido a un ruido muy fuerte que provenía de la calle, era culpa mía por dejar la ventana abierta, ya se sabe lo que pasa si lo haces, me levante y me moví en la oscuridad de mi habitación con solo la luz de la luna alumbrándome, me ayudaba a no dar un paso en falso y caer, me acerqué con cuidado a la ventana y no sin antes observar que no hubiera nada que pudiera atacarme la cerré.

Sé lo que todos estaréis pensando, ¿Por qué algo me iba a atacar desde la ventana de mi piso? Pues bien, era una de las cosas que tenía vivir en Ciudad Klemp, o como muchos la llamaban la ciudad de la penumbra, creo que tengo mucho que explicar, así que vayamos por partes.

La humanidad llegó a su propio límite muchos años atrás, aún no llevábamos muchos años del siglo veintiuno, quizás solo unas décadas, no sabría decir si tres o cuatro, ya hemos perdido la cuenta del año en el que vivimos, la cosa es que la ciencia avanzaba a pasos agigantados, según mi madre, ya que yo aún era solo un bebe, todo lo que podéis conocer estaba inventado y hasta cosas que aún no sois conscientes de que existan, pero en los laboratorios más escondidos de las grandes potencias ya estaban en desarrollo, no tardaron mucho en comenzar a salir los primeros inventos que parecían sacados de una película de ciencia ficción, coches voladores, robots que te ayudaban con las tareas del hogar y todas esas cosas que se os ocurren ahora, hasta ahí todo era controlable, pero la humanidad es muy ambiciosa y la avaricia es una enfermedad que acaba con todos los que no se oponen a ella.

Así fue como comenzaron a experimentar con cosas que se les salían de control, chips para obtener información a cambio de dinero, digamos que tenías que aprenderte la historia de una persona para la escuela, no necesitabas sentarte a leer sobre ella, solo comprar ese chip e instaurarlo en ti, ya lo habían hecho con los robots y en los humanos no era una gran cosa, solo tenían que hacerles pasar por una operación y todo solucionado.

En ese momento todo se empezó a ir de las manos, la gente necesitaba chips para todo, ya nadie se veía capaz de vivir sin ellos y se producían en masa, pero no era suficiente, la gente quería más y más y comenzaron las revueltas, el gobierno se vio atacado y crearon un brebaje especial, les concedía a los guardias que los protegían muchas cualidades físicas al alcance de muy pocos, fuerza, velocidad, aguante, inteligencia, incluso en algunos casos regeneración, pensaron que así se acabaría, pero no lo consiguieron, pese a que eran más fuertes también eran menos y al final la gente tomo el control, el brebaje, al que en la calle se le comenzó a llamar "el elixir de los avaros" fue producido en masa por los científicos, obligados por los líderes de las revueltas y se lanzaron a las calles, al principio todo parecía controlado aunque la violencia y muertes se hicieron cada vez más grandes, unos años después los ingredientes con los que se hacía el brebaje se comenzaron a agotar, entonces los líderes de las revueltas, que actuaban como presidentes, decidieron ponerle un precio demasiado caro, las personas estaban enganchadas a ello, era una droga prácticamente vital para mucha gente, el mundo entero se arruinó por ello, vendían sus pertenecías, sus casas, venderían hasta su alma por un poco de elixir, mi madre fue una de ellas, siempre había sido muy ingenua, pensaba que nada malo podía ocurrir porque sus líderes lo autorizaban, acabo endeudando la casa y se quedó sin trabajo, yo solo tenía quince años y no entendía que pasaba, pero ella cada vez era más violenta, mi padre ya no estaba con nosotras, fue asesinado cuando yo solo tenía diez años por uno de los líderes de esas revueltas, él defendía la ciudad, no al gobierno, sino su ciudad y lo que más amaba dentro de ella, es decir, nosotras, supongo que por eso mi madre hizo lo que hizo, después de la muerte de papa nunca se recompuso.

No os creáis que ha pasado tanto tiempo desde aquello, pero si lo suficiente para que todo se fuera a la mierda.

Y cuando digo todo no exagero para nada, en solo cinco años la ciudad había pasado de ser un lugar bonito y con elegancia a ser una pesadilla, la gente vivía en pisos abandonados, pisos en los que se suponía que no habitaba nadie y que estaban esperando para ser derrumbados, también había mucha gente que vivía en las calles, mendigando e intentando conseguir algo de comida para luego gastarlo en ese elixir que los mataba poco a poco, por eso había pasado a llamarse ciudad de la penumbra, ya que en cuanto caía el sol la gente se dedicaba a delinquir y asesinarse en las calles, cómo comprenderéis todos los inventos que mencione desaparecieron en los escombros de una antigua civilización mas civilizada.

Los cimientos de la avariciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora