10 -Cara a cara

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—Annie — hablé por radio mientras salía a toda prisa de la casa, ¿Me recibes?

—Te escucho —dijo Mike —¿Ocurre algo?

—Sé dónde está —contesté emocionada —Bueno, sé dónde estará, dónde me quiere esperar.

—Hay un problema, nosotros no tenemos aún el número, no sabemos dónde puede ser.

—¿Habéis probado con el mirador?

—No, ¿Deberíamos?

—Eso creo, es donde yo miraría. Estuve allí con Blake y es hermoso, pero da mucha tristeza, se nota mucho lo vacío y triste que está todo.

—Iremos ahora para allá entonces —respondió Mike.

—No, iré yo. ¿Podéis recogerme donde el puente? No tardaré más de diez minutos en llegar.

—Sí, ahora se lo digo a Annie.

—Gracias Mike, después de esto te invitaré un día a comer.

—Me debes mínimo tres comidas —respondió apagando el walkie.

Caminé lo más rápido que pude de vuelta a la civilización y cuando llegué Annie y Mike ya me estaban esperando.

—¿Qué has encontrado? —dijo Annie en cuanto me senté en la parte de atrás del coche.

—Demasiadas cosas, había una casa vieja con unas fotos y un diario, era cosa suya.

—¿Y bien?

—Me espera en el despacho de la presidenta, al parecer le gustaba mucho ese sitio de pequeño. También tiene un compañero que nombró varias veces, le dijo que no cambiara el plan y parece que trabajan juntos en todo.

—¿Cambiar el plan? —preguntó Mike extrañado —¿Cuándo lo han cambiado?

—Ahora. He leído algo, no sé cómo tomármelo, creo que el gótico se ha enamorado de mí o algo así.

—¿Qué?

—Sí, dijo que era especial, que no dejaba de pensar en mí, que necesitaba conocerme. Ha cambiado el plan solo para que nos podamos ver, según lo que dicen, creen que puedo unirme a su grupo.

—Ness, no tienes que hacerlo por tu cuenta.

—Lo sé, pero quiero, esto es algo entre él y yo, fue personal desde que secuestró a Blake.

—Bien, es tu decisión, al fin y al cabo, pero estaremos cerca.

—¿Podéis dejarme en el cuartel y convocar a los jefes? Aunque sea por radio, tardaré un rato en subir allí.

—¿Cómo estas tan segura de que estará allí? —dijo Annie algo preocupada.

—Mi instinto me lo dice y hasta ahora no me he equivocado. Además, fue donde estuve con Blake, creo que querrá atacarme psicológicamente usando ese sitio.

—¿Por qué?

—No lo sé, creo que empiezo a comprender cómo trabaja, puedo adelantarme a sus planes.

—Tardaremos, no sabemos aún si tienen el resto de los papeles, quizás no han encontrado ninguno.

—Confiemos en nuestros compañeros.

—¿Has hablado con Nate? —dijo Annie mientras aparcaba enfrente del cuartel.

—No, sabe que lo estoy buscando, ahora le contaré, junto al resto. No le digáis nada, no quiero que me moleste de camino al mirador —contesté bajándome del coche y subiéndome al mío.

Los cimientos de la avariciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora