6 -El plan de Ness

46 26 9
                                    

Cuando Annie aparco el coche, los tres nos bajamos y entramos al edificio, se notaba que era un sitio grande, pero sin duda nada en comparación al récords, era mucho más modesto, casi no había guardias y había solo dos recepcionistas, una chica me saludo en cuanto entre y me pregunto que podía hacer por mí, eran atentos.

—Buenas, no os robaremos mucho tiempo, queríamos preguntar si llego algo más del gótico aparte de las dos cintas que todos ya han visto, nos ha llegado un mensaje de que él o su grupo envía las cosas a las propias cadenas y nos gustaría saber si hay algo más.

—Según los informes no —explicó el chico sonriéndome, detrás de ella había un hombre un poco mayor observándonos fijamente.

—Bien, pues no le quitaré más tiempo, nos vamos —conteste esperando una reacción y para mi sorpresa la conseguí.

—Perdonen —dijo el hombre mayor mirándome —¿Podría hablar con vosotros en privado?

—Sí, claro, ¿Dónde?

—En mi despacho, por aquí —contesto él entrando a una pequeña habitación sin ventanas.

—¿Quién es usted? —pregunte cuando los cuatro habíamos entrado y él había cerrado la puerta.

—Me llamo Charles, soy uno de los directivos de la compañía, he oído que están buscando más cosas sobre el gótico.

—Sí, aunque parece que no hay.

—Bueno, hay algo o eso creo, algo muy extraño.

—¿A qué se refiere?

—Mira, no quiero ser un cotilla, pero quiero preguntaros algo, ¿Tenéis alguna constancia o idea de que el récords pueda estar ocultando información? Porque si es así estaréis de suerte.

Mire a Annie como pidiendo permiso para hablar, simplemente me sonrió, así que supuse que estaba dando libertad y hable.

—Tenemos una ligera sospecha, si eso le sirve.

—Sin duda, sabía que había algo raro con aquello, lo sabía —dijo frotándose las manos, no sabría decir si estaba contento o enfadado.

—¿Qué fue lo que paso? —pregunto Annie interesada.

—Aproximadamente una hora después de que la segunda cinta llegara y la subiéramos, un hombre dejo otro paquete en la puerta, sabíamos que podía tratarse de algo más del gótico, así que procedimos con cuidado, estábamos pensando cómo hacerlo cuando alguien apareció en una furgoneta y tomo el paquete, cuando quisimos darnos cuenta ya había huido, conseguimos verlo a la lejanía, creíamos que habíais sido vosotros, pero cuando nos enteramos de que el resto tampoco subieron nada llamamos para preguntar.

—¿Y?

—Bueno, de las otras tres cadenas que hay, dos nos dijeron exactamente lo mismo, alguien se lo había llegado, pero una de ellas dijo que no les había llegado nada en ningún momento, podéis haceros la idea de cuál de ellas fue, ¿No es así?

—Imagino que el récords.

—Exacto, esos cabrones trabajan para la presidenta y algo había en esa cinta que no querían que viéramos el resto, algo que la metía de lleno en el fango o eso creemos en nuestra cadena.

—Ya veo, o sea que realmente hay motivos para sospechar —dijo Annie pensando que hacer.

—Si alguien os pregunta, yo no os he dicho nada de esto —replico el hombre con semblante serio —Solo comprar mi periódico, así me ayudáis.

—Sin duda lo leeremos, al menos yo —conteste estrechándole la mano y sonriéndole.

El hombre me estrecho la mano dándome una última sonrisa y abandonemos el lugar, había sido buena idea venir aquí, al fin y al cabo.

Los cimientos de la avariciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora