• 06 •

568 67 15
                                    

El rodaje terminó rápido, para su suerte, sin embargo, aún sentía la adrenalina recorrer su cuerpo.

No era a causa de sus explosiones, tampoco de haber tenido que saltar y hacer varios movimientos en el aire, sino por el papel que le tocó desempeñar con el investigador.

Deku, por capricho del patrocinador, había tomado el papel principal junto con el suyo, por lo que estuvo pegado a él todo el tiempo que duró el rodaje. En una escena incluso compartió pantalla exclusivamente con él, cosa que le dejaba sin extras para distraerse.

Estar tan cerca de él le hacía percatarse de los pequeños gestos que el peliverde tenía para con él, además de, obviamente, prestar más atención a sus reacciones. Gracias a eso pudo darse cuenta de que al inicio de la grabación estaba tan tieso como un tronco y de más incómodo con su presencia; sin embargo, para el final parecía que estaba más que cómodo y que se había metido por completo en el papel de estrella.

Curiosamente, en su caso había sido al revés. Él había comenzado con total seguridad, deslumbrando a todos con su imponente presencia, y había terminado inquieto. Hubo incluso un momento, cuando grabaron la escena exclusivamente de ellos dos, que sintió la tentación de inrerrumpir el grabación y sacarlo de ahí para obligarlo a hablar.

Pero no, él era un profesional, incluso en cosas fuera de su área.

Y es que no entendía por qué carajos mientras más cerca estaba de él más impetuosa se volvía su necesidad de hablar y aclarar las cosas del pasado. Era casi como cuando de más joven su madre le reprendía y le obligaba a hacer cosas que atentaban contra su orgullo, como pedir disculpas o moderar su lenguaje soez. Quizá si la vieja bruja se hubiera enterado de cómo trataba a Deku le hubiera tirado de las orejas y obligado a pedir perdón... sí, sin duda se hubiera ahorrado muchos problemas.

En resumen, jamás había sentido tan fuerte la necesidad de pedir perdón.

Y como si eso no fuera suficiente, le molestaba el hecho de no sacarse de la jodida cabeza la idea de que el peliverde lucía genuinamente bien con el vestuario de la grabación; es decir, siempre lo veía con una enorme bata blanca con el logotipo de su empresa y las escasas dos veces que lo había visto fuera del trabajo, vestía muy simple para su gusto; es decir, ¿qué estilo había en vestir abrigos grandes y camisas que literalmente dicen "camisa" en el frente?

Ninguno.

Sacudió la cabeza, obligándose a conectar de nuevo con la tierra. Ahora estaba en el área de vestidores, y para su mala suerte, el único que quedaba en la zona era el peliverde. Los extras se habían apresurado a cambiar en cuanto la grabación terminó y los más cercanos al peliverde habían sido requeridos para una misión, dejando al pobre investigador solo. Él, en cambio, había decidido esperar porque le era más cómodo cambiarse en soledad, además de que el vestuario de la grabación no le molestaba en lo absoluto, sino que al contrario, le resultaba muy apegada a su estilo.

Que irónico era que odiara la idea de participar en una tontería de ese estilo y al final fuese de los últimos en abandonar el estudio.

Entonces, fingiendo que no fue intencional, se giró a verle. Su intención era intentar conversar como un humano decente y luego sacar a flote su inquietud; sin embargo, se quedó mudo al observar al muchacho sin camiseta.

Bien. Al parecer se ejercitaba, aunque el estilo de vestir no le hacía justicia.

El pecoso debió sentir su mirada una vez más, pues se giró y con rapidez se colocó un polo que, como era de esperarse, decía "Polo" enfrente y dejo muy mal acomodado. ¿Quién le enseñaría de moda a ese chico?

Desapego || Dkbk-BkdkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora