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—Tu madre insiste en que te quedes en casa unos días después del alta. Incluso ha limpiado a fondo tu vieja habitación.

Masaru miraba con interes las flores mientras hablaba, sonriendo ante el detalle que había encontrado en el cuarto de hospital de su hijo. No sabía quién las había llevado, pero a su parecer era un bonito gesto.

—Estaré bien en mi propia casa. Además, no quiero intervenir en su trabajo.

—Sé de primera mano que tu madre puede ser difícil de sobrellevar, pero tiene buenas intenciones. Deja que cuidemos de ti una vez más y no te preocupes por nada.

Katsuki suspiró, rindiendose de mala gana a la petición de sus padres, mientras comía lentamente. La sopa era de lo más insípido que había probado en toda su vida, pero igual era mejor que no comer nada.

—Por cierto, ¿quién trajo estas flores? Ayer por la mañana no estaban.

—Uh, bueno... fue Deku—respondió, desviando la mirada.

Gracias a eso, no pudo ver la sonrisa y la cara de sorpresa que había puesto su padre, aunque no necesitaba hacerlo para saber que esa había sido exactamente su reacción.

—Oh, así que Izuku vino a verte. Tiene buen gusto para las flores—señaló, alejándose del presente para sentarse a los pies de la camilla. Katsuki no pudo seguir comiendo luego de eso—. Por cierto, nunca hablaste bien con nosotros acerca de esas fotografías.

Katsuki se tenso. Por supuesto que no había hablado de eso con ellos, ¿qué esperaba que dijera?, ¿qué respondería a sus opiniones?, específicamente, ¿cómo lidiaría con la opinión de su madre?

De hecho, aunque luego de hablar con Mina había conseguido llamar a su madre y hacerle saber que estaba bien, le había prometido que ese tema en concreto lo hablarían después, cuando estuviera de regreso del viaje.

—Uh, ¿qué quieres que diga?—refunfuñó, evadiendo una vez más la mirada curiosa del más viejo.

Joder, ¿Por qué su padre tenía que tener una personalidad tan afable? Sería más sencillo si fuese como su madre y pudiera discutir con él sin sentirse mal por ello.

—Mistuki se emocionó mucho cuando vio las fotos—respondió su padre, como cosa de nada—. Dijo que quería saber cómo habían llegado a ese punto y durante cuánto tiempo llevabas ocultándolo. Cuando te habló ese día, estaba emocionada, no enfadada... aunque sé que su manera de decirlo no fue la mejor.

Katsuki parpadeo sorprendido un par de veces. O su padre era muy amable e intentaba transmitirle confianza salvando el pellejo de su madre, o simplemente él se había hecho películas sin sentido en su cabeza desde el principio.

—¿Sería buena idea hacer una reunión con la señora Midoriya para festejar? Hace tiempo que no la vemos.

—No sé si qué piense ella de esto. Sólo fue algo que ocurrió esa noche y... bueno, digamos que no he sido el más bueno con su hijo en el pasado—admitió, poco orgulloso, pero sin titubear—. Ahora hemos arreglado las cosas, pero aún queda un camino por recorrer.

Sin embargo, aunque esperaba ver alguna expresión de confusión o incluso desaprobación por su confesión, su padre sonrió y se puso de pie para agitar su cabello como si fuera un niño pequeño.

—Lo entiendo. Entonces, cuando estén listos y todo este arreglado, avísame para organizar todo.—Hizo una pausa en la que se quedó pensando y mirando a la nada—. ¡Vaya!, ahora que la idea me ha surgido, no puedo dejarla pasar; tenemos que festejar con una barbacoa sí o sí. Además, quizá pueda enseñarte mi receta secreta para preparar una buena barbacoa y seleccionar los mejores ingredientes; tu madre se enamoró más de mí cuando la preparé para ella poco después de empezar a vivir juntos.

Desapego || Dkbk-BkdkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora