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—No vengo a buscarte a ti.

—¡Perfecto!—exclamó Izuku, elevando las manos al cielo, visiblemente molesto—. ¿Entonces qué haces aquí cuando jamás habías venido a este lugar antes?

—Vengo buscando a Shield.

—¿Yo que tengo que ver contigo?—Escuchó a sus espaldas.

—David Shield—replicó, encarando a la rubia que se aproximaba a ellos, haciendo sonar sus botas con fuerza a cada paso que daba.

Llevaba dos minutos, ¡dos puñeteros minutos! En el centro de investigación de dones y rápidamente había corrido con la suerte de encontrarse con Deku y Melissa en la recepción.

Después de que Tsukauchi, el día anterior, prácticamente lo obligara a conseguir información por él, había tenido que meditar detalladamente cómo se las arreglaría para ir a ese lugar sin encontrarse con Izuku.
Fue por eso mismo que, además de ser requerido para un par de misiones, no asistió el día anterior.

Sin embargo, todos sus planes se fueron al diablo en ese momento justo, con Izuku mirándolo con mala cara y con Melissa Shield resguardando sus espaldas. No era tonto, sabía que aunque seguía sin entender la mayor parte de su pelea con el peliverde, la rubia también estaría en su contra.

No le importaba, al menos no el enojo de Melissa.

—Sólo estoy aquí por un pedido.—Se dirigió a la rubia—. Sólo llama a tu padre.

—La recepcionista está en su hora de comida, espera a que ella regrese y lo busque para ti—se negó la mujer.

—¿Tú de todos los héroes?, ¿por qué?—inquirió en cambio Izuku, metiéndose a la conversación y colocando las manos en su cadera, en un gesto que expresaba reclamo.

—Porque así lo quiso el detective jefe de policía, no te sientas tan importante—replicó, aunque por dentro se sentía más triste que enfadado—. Si tienes un problema, búscalo a él y reclamale por mandarme a mí.

Izuku se quedó callado, aunque en sus ojos brillaba el enfado.

Sin decir más, el pecoso entrecruzó el brazo con el de su mejor amiga y comenzó a caminar hacía la salida. La de ojos azules no desaprovechó la oportunidad de mirarle acusadoramente antes de salir, acción a la que él respondió rodando los ojos.

Una vez estuvo solo en la recepción, suspiró y se dejó caer en una de las sillas de espera, fatigado y agobiado emocionalmente.

Desde el día anterior no había conseguido sentirse mejor. Sí, se sentía como basura en la mañana, pero creyó que eso era normal y que, hasta cierto punto, en el transcurso del día se sentiría mejor.

Pero no fue así.

Su cabeza se estaba divirtiendo mucho atormentandolo con el recuerdo vívido de las palabras de Deku y todas las cosas que le hizo sentir una sola noche.

Arrepentimiento.

Culpa.

Emoción.

Excitación.

Regocijo.

Cariño.

Calidez.

Felicidad.

Amargura.

Enfado.

Tristeza.

Desapego || Dkbk-BkdkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora