Desapego || Dkbk-Bkdk

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Izuku mantenía la mirada fija en el camino, pero en sus ojos verdes podía apreciar un brillo que nunca antes había visto, uno que no podía describir y le llenaba de intriga. También parecía estar tragando saliva cada tanto, si el subir y bajar de su manzana de Adán era un buen indicativo de ello.

Katsuki quería meterse en su cabeza, averiguar por qué hasta parecía estar temblando un poco y por qué su mirada era tan diferente a la que había tenido justo antes de hablar a solas con All Might. Quería escabullirse en los recovecos de su mente y averiguar qué diablos había pasado y cómo podía ayudarlo en caso de que necesitara ayuda.

Quería... ¡No! Necesitaba saber por qué al regresar con él simplemente le pidió que se fueran y dejo de lado todas las exposiciones que no había visto, y como lo necesitaba, entonces no tenía más opción que preguntar, aún si su ego y su incapacidad de encontrar respuestas por su cuenta se sentía un poco afectado por eso.

—Izuku—llamó, pero sólo recibió un pequeño sonido como respuesta—. ¿Pasa algo? Pareces un poco turbado.

—¿Yo? ¡Pff, no! ¿Qué va?—contestó, pero Katsuki no le creyó ni una sola palabra—. ¿Por qué dirías algo como eso?

—Uh, no lo sé... ¿quizá porque apenas quisiste ver algo de la exposición luego de hablar con All Might?, ¿O quizá porque tienes esa mirada rara y te comportas extraño?

El peliverde freno de golpe, ganándose el insulto de otro conductor con el que casi se impacta al estar a punto de brincarse el alto. Katsuki supo entonces que el pecoso estaba lo suficientemente distraído como para conducir.

Su mirada aguda rápidamente analizó su entorno, sintiendo alivio al ver un 24/7 en la esquina contraria.

—Aparca en el 24/7—ordenó, procurando no sonar tan brusco, aunque no supo que tan bien resultó al ver a Izuku hacer un pequeño puchero.

—¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Quieres comprar algo?

—No, tonto, solo impediré que nos choques y acabes en el puñetero hospital enyesado hasta el cuello—devolvió, arisco.

Izuku estaba a punto de replicar cuando se encontró con su mirada de advertencia que le hizo cerrar la boca y acatar a su orden en cuanto el semáforo cambió a verde. Una vez se detuvo en el estacionamiento y la penumbra del auto se vio apenas interrumpida por las luces provenientes desde la tienda, Katsuki se giró a mirarlo fijamente.

—¿Y bien?

—¿Y bien qué?

—¿Qué hablaste con All Might para comportarte así?—decidió ser claro y directo, pero Izuku deliberadamente se giro a mirar por la ventanilla, cosa que solo le hizo dirigir todos sus pensamientos a un mismo punto—. Tiene que ver con el estúpido incidente del villano del lodo, ¿cierto?

El de pecas no respondió.

—Es eso, ¿eh?

Pese a que Izuku seguía con la mirada apartada de él, la visión de su perfil le dio una idea del gesto que hizo al escucharlo. Quizá había sido más brusco de lo que esperaba al mencionarlo, pero no le importaba mucho en realidad.

—Eso...

—Ya no me molesta, ¿sabes?—interrumpió Katsuki apresurado—. Quiero decir, en su día lo hizo pero ahora...

—No... No es eso—Ahora fue él el interrumpido—. Sólo... hablamos de algo que definitivamente no puedo confiarte, Bakugou-san.

Las palabras fueron como dagas para él, pero no tuvo la arrogancia suficiente para seguir culpando al peliverde. Sabía que se había ganado a pulso que el muchacho perdiera toda pizca de confianza en él.