Capítulo 1: Antecedentes de Angel Stone

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"Los hijos empiezan a amar a sus padres, pasado algún tiempo, los juzgan; rara vez los perdonan"

Oscar Wilde


Ángel Stone es una mujer de aspecto; podría decirse sexy, tal y como esas mujeres de los videos de rock de los años 80's, de cabello abundante y cortado en capas largas de color castaño oscuro, de senos redondos y perfectos, de caderas anchas y cintura muy pequeña, sus ojos son tan profundos como una selva y no solo por su color, sino por el misterio que los habita.

Ángel es hija única, producto de un acostón de su madre Bárbara Stone; con un italiano del cual ella no quiere recordar ni siquiera el nombre.

-Como si fuera tan fácil no pensar en el- pensó Ángel. Y es que existía un recuerdo. Uno solo; que marcaba el principio de su vacío afectivo y de su miedo a los rechazos masculinos. Un recuerdo que hacía que siempre que era botada por un hombre; se convirtiera de nuevo en aquella niña dulce y tierna que lo único que quería era que su padre la amara.

"- Mami ¿a dónde vamos?

- Vamos a conocer a alguien muy importante cariño.- Dijo Bárbara sonriendo. Ángel la notaba un poco diferente, parecía excitada, pero a la vez asustada por algo que parecía ser una travesura. Pero al fin de cuentas; ella ¿que sabía? Tan solo era un niña de cinco años, y le alegraba ver a su mami feliz, casi nunca la veía así.

Habían tomado un taxi y por fin habían llegado a lo que parecía ser una casa a las afueras de la ciudad, era muy linda tenia piscina y los colores allí, parecían más brillantes de lo que nunca habían sido en el pequeño departamento de Lancaster, en donde vivía con su madre.

Su madre, se apresuró a pagar el taxi, recibió el cambio y tomó a Ángel por la mano, la condujo por el andén hasta un portón enorme y timbró. Se escuchó una voz en el fondo la cual preguntaba ¿quiénes éramos y a quien necesitábamos? Su madre menciono un nombre y después dijo -dígale por favor que lo busca Bárbara Stone- .

Cinco minutos más tarde la puerta se abrió, una mujer de aspecto rudo "casi militar" las condujo dentro de la vivienda, la cual Ángel pensó: era maravillosa, de un aspecto y un lujo que ella no se imaginaba que podían existir. Las llevó por un pasillo adornado con espejos y mesas estilo victoriano coronadas con enormes jarrones y al llegar al final de este una puerta, tocó dos veces. Una masculina y profunda voz dijo: - adelante-.

A Ángel le pareció muy extraña esta situación, miro a su madre y esta se encontraba tan pálida, que casi podía ver sus pensamientos. Bárbara se agachó a la altura de Ángel y le dijo en un susurro: -Angelito, hemos venido a conocer a tu padre, por favor espera a que te llame y cuando lo haga salúdalo bien-. Ángel, había esperado este momento desde hacía mucho tiempo (o por lo menos así se lo parecía. A los cinco años la percepción del tiempo es diferente), sintió como su corazón se agitaba y como quería salirse de su pecho, aquel pajarito que aleteaba en su interior no podía dejar de hacerlo y esto la asustaba mucho. Estaba confundida; tenía aprensión pero a la vez se sentía inmensamente feliz... ¡CONOCERIA POR FIN A SU PADRE! no podía existir una felicidad más grande. Qué pensaría el de ella... ¿y si no la quería?... pensó Ángel.- No. No es posible, es mi papi- se dijo a sí misma.

En este momento mientras Ángel convertía en torbellinos sus pensamientos, Bárbara se encontraba entablando una conversación un poco agitada con aquel hombre. Ángel, no lo había notado por la emoción, pero estaban discutiendo.

Ángel, después de pensarlo por un rato, decidió que no esperaría a que su madre la llamase. No. Ella quería abrazar a aquel hombre tan hermoso allí parado. Era su padre, su ¡papi! Y corrió a su encuentro; ya que los niños a esta edad son irracionales y aman a sus padres incondicionalmente ya que piensan que sus padres lo harán de la misma manera.

Pero no fue así. Ángel con sus cortos cinco años, no contó con la posibilidad de que este hombre no la quisiera. Aún peor que la odiara. Cuando Ángel llego a sus piernas y lo abrazo, el hombre de manera casi automática la lanzo de una patada por los aires volando a casi dos metros de él.

Ángel se quedó paralizada, su madre que tampoco contaba con esta reacción por parte de ninguno de los dos, comenzó a gritar con mayor vehemencia, maldijo y profirió varios insultos, pero al cabo de unos instantes había dos hombres en la puerta, arrastrándolas a ella y a su hija fuera de la casa como si fueran unos perros.

Mientras esto ocurría el "hombre" que era su padre les decía - nunca, de ningún modo te acerques a mi ¡maldita zorra! Ni tú ni tu maldita niña. No quiero saber de ti ¡JAMAS!-

Tiradas frente a la casa que antes le había parecido tan hermosa, pero la cual ahora solo le parecía espeluznante, Ángel no lloró, solo pensó en lo mucho que este hombre la había lastimado y en cuanto había hecho sufrir a su madre. Pensó con sus cortos cinco años que nunca, nunca quería volver a sentirse tan triste y le dijo a su madre. -Mami, no llores. ¿Me puedes comprar un helado? "

Ángel aprendió de este día, que los sentimientos no son buenos y exteriorizarlos te hace débil, a partir de este momento, jamás volvió a confiar en nadie y adquirió una gran facilidad para ocultar todo lo que sentía. Se decía a si misma que era la mejor manera de protegerse y de proteger a su madre.

Ángel termino sus estudios de preparatoria a los 19 años, decidió que lo mejor era mudarse sola a una ciudad, con el propósito de estudiar y lograr mejorar su nivel de vida; el "sueño americano". Se mudó a los Ángeles para estudiar en la universidad de UCLA una carrera de economía. Se graduó a los 23 años siendo una de las mejores de su clase. Esto se lo debió a su poca habilidad para socializar y a su gran talento con los números. Pero principalmente a su memoria casi fotográfica. Durante este tiempo no ocurrió mucho en su vida, esta; transcurrió dentro de tazas de café, libros y computadoras.

Ángel tuvo un par de relaciones con compañeros de su clase muy poco fructíferas, dada a su casi nula capacidad de demostrar sentimientos, los hombres terminaban aburriéndose de ella y dejándola de lado. Su físico atraía al sexo opuesto como las abejas a la miel, pero había algo en su personalidad, (ciertas tendencias obsesivo-compulsivas que rayaban con la bipolaridad) que hacía que las personas huyeran despavoridas de su lado.

Cuando Ángel Stone cumplió sus 24 años, obtuvo una plaza como analista de riesgos en la firma consultora más prominente de los Ángeles "Consultorías y Análisis King", su dueño, el sr. Logan King, poseía una de las empresas más prometedoras en el sector financiero. Contaba con varias sucursales en diferentes estados y una de estas se encontraba en el condado de los Ángeles. El sr. King se acercaba poco por este lugar ya que se ocupaba de sus asuntos en viajes por todo el mundo. Pero este fin de semana sería diferente; era el aniversario de su empresa; por tradición el siempre organizaba una fiesta y por agradecimiento, era el único día del año en el que tenía el tiempo suficiente para compartir con todo sus empleados.

Ángel ya llevaba trabajando en Consultorías y Análisis King 6 meses y hasta el momento era reconocida por realizar una muy buena labor, (mas no por su jovialidad y buen humor), su jefe era la gerente de zona. Ese día temprano la llamo y le pidió que se acercara a su oficina, cuando Ángel entró, su jefa la dijo: - buenos días Ángel, quiero contarte que nuestra empresa estará de aniversario el día 31 de octubre, y como es costumbre, el sr. King ha organizado una fiesta de disfraces para todos los empleados; estas cordialmente invitada.- y le entrego un sobre en un papel muy elegante, con unas letras en color dorado en donde ponía, la dirección y la hora de la recepción. Ángel miro la invitación y le dijo a Judith su jefe - Gracias Judith, pero en realidad no asisto a fiestas... y menos de disfraces... que pena contigo, pero en verdad te agradezco- ; - Lo siento querida- respondió Judith, -pero es de carácter obligatorio- y puso cara de pesar sin realmente sentirlo, -al sr. King le agrada que todos sus empleados asistan, por eso pone esta condición-. Ángel miro de mala gana a Judith, asintió, le agradeció nuevamente y se retiró.

En el transcurso del día Ángel comenzó a pensar que no estaría mal, después de todo nunca salía. Lo consideró y finalmente le pareció que sería divertido.

Logan King no tenía ni idea de cómo su vida cambiaria a partir de ese día.


♥♥NOTA♥♥: Espero que les guste. Por favor dejen sus comentarios constructivos,. Un abrazo para todos. ☺AngieR.♥


Angel, el amor te destruyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora