Capítulo 28: Nuevas Revelaciones.

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"Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro."

Albert Einstein.

Cuando Logan se marchó de su compañía, Rachel permaneció en su oficina, confundida y algo consternada, por lo que acababa de acontecer. El amor de Logan era evidente, lo transpiraba por sus poros, pero ocurría algo que estaba más lejos de su alcance. Algo que impedía que él, estuviera junto a ella de forma plena.

"Recuerda por favor" la voz de Logan retumbaba en su cabeza, rogando por ayuda. ¿Pero qué clase de ayuda necesitaba? Creo que ni el mismo lo sabía; si no, no la habría colocado en este embrollo. Recordar quien sabe que cosas y lograr ubicar el problema que lo tenía tan abstraído de su mismo ser.

Cuando Logan Salió, en ella surgió una idea que germinó de un lugar ya inerme en su cerebro. Este recuerdo la transportaba al mismo momento en donde la relación terminó; rota en un abrupto cambio de estado de animo de Logan. Rachel, resolvió que lo mejor sería retornar en sus pasos y tratar de desenterrar el origen de todo. Busco a Charlie por toda la empresa, pero no lo halló, supuso entonces que el motivo por el que Logan había salido tan apurado, correspondía a un asunto de negocios, de lo contrario; Charlie se localizaría al interior de Consultorías y Análisis King.

Emigró de la empresa y se encaminó rumbo a los parqueaderos de la misma, allí como siempre; la esperaban David y Sebastián, sus dos guardaespaldas. Después del rompimiento, Logan se había empeñado en agregar una clausula en su contrato, en donde la forzaba a permanecer protegida. Rachel se había negado, le parecía un gasto innecesario y un despilfarro de dinero para la corporación. Se representó en imágenes la discusión de ese día:

"-No logan, no renunciaré. Pero no puedes obligarme a continuar vigilada; ya no soy tu novia. Dejaré de ser un blanco para las amenazas que te han sido propinadas.

-No Rachel. Aun lo eres. Formas parte del cuerpo directivo de esta compañía, eso te pone en el ojo del cañón. Y no permitiré que a ninguno de mis empleados le suceda algo mientras trabaje para mí. Y mucho menos a ti, te necesito al frente de todo.

La palabra "empleado", le carcomió las entrañas. En ese momento sintió unos deseos enormes de abandonar todo y comenzar de ceros. Pero ella era una mujer inteligente y profesional; y siendo leales a la verdad, el cargo que poseía en la actualidad, era el sueño de cualquier profesional. Tenía a su cargo, una de las compañías más prometedoras de los Estados Unidos, no se permitiría botar todo a la basura, tan solo porque se le ocurrió la grandiosa idea de meterse a la cama de su jefe. Eso jamás lo concebiría. - Muy bien Logan... - y su voz sonó cansada - continuaré con los guardaespaldas. ¿Tienes algo más que decirme?

Logan permaneció en silencio unos segundos, la miró con unos ojos tristes y melancólicos y respondió en un tono neutro: -Nada Srta. Mcallister, puede retirarse."

Cuando su recuerdo terminó ya se encontraba dentro del automóvil y Sebastián le preguntaba su destino: -A casa del Sr. King, por favor.

Al llegar a la mansión y como ella se imaginaba, Logan no se topaba y por supuesto Charlie tampoco. Marie estaba esperándola, ya que Rachel decidió darle aviso por el camino, para no tomarla por sorpresa. Cuando se adentraron, en la puerta se descubría la mujer, quien al ver descender a Rachel del auto, se abalanzó sobre ella besándola y abrazándola.

-Cariño te hemos extrañado mucho.

Rachel se reía y le devolvía las mismas muestras de afecto. -Yo a ustedes.

-Bien, ya está bien de tantos arrumacos, entremos.

Ya en la cocina y después de las respectivas formalidades, Marie se atrevió a preguntar de forma directa por el motivo de la visita. A lo cual Rachel respondió de la misma manera:

Angel, el amor te destruyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora