Capítulo 24: Un esclavo.

124 15 4
                                    

"La libertad es incompatible con el amor. Un amante es siempre un esclavo."

Madame de Staël


Cuando Logan recupero la razón, experimentó un frío que le caló hasta lo más profundo de los huesos. Mareado, intentó reconocer el lugar donde se hallaba. Sus ojos, descubrieron que en el horizonte se levantaba el alba tenuemente. Con una mano apoyada en el piso, recuperó su posición. Tenía un fuerte dolor de cabeza, pero aun así, intentó traer a su mente los últimos recuerdos de la noche anterior. Lo primero que le vino a la cabeza fueron los gritos de dolor de Ámbar. Eso lo atormentó en demasía, y se prometió en su fuero interno, buscar a la madre de Sofía y a su pequeño niño. Movió su cabeza, intentando ahora suprimir las imágenes borrosas que venían a su cerebro en ráfaga.

De nuevo, ensayó fijar su atención en un punto para poder ubicarse espacialmente, su visión se tornaba normal, a medida que transcurría el tiempo. Después de 15 o más minutos, logró darse cuenta que se localizaba en el restaurante donde encontró a Ámbar la noche anterior. Al descender el aturdimiento, cambió su posición; de sentado, a erguido por completo. Lo consiguió con un poco de dificultad, pero aun así se mantuvo. Las calles estaban desocupadas, solitarias y sosegadas, parecían un sepulcro.

Se examinó y lo único que percibió en sí, aparte del vértigo y el espantoso dolor de cabeza, fue un tremendo ardor en la espalda. Al llevar su mano al origen de la incomodidad, reparó una serie de rasponazos. Lo que lo hizo suponer, que Ángel habría tenido que arrastrar de él por un largo trecho.

Rebuscó en los bolsillos de su chaqueta y en uno de ellos descubrió su celular. De inmediato procedió a hacer una llamada.

-Charlie

-¡Sr. Que gusto escucharle!

-Sí. Gracias. Charlie, me encuentro en un restaurante que se llama Piccola Trattoria, al norte de Soledad Cyn, ven por mí por favor.

-Claro Sr. ¡De inmediato salgo para allá!

Sin agradecer y sintiéndose cada vez más consumido colgó su celular. No deseaba hablar más. Lo único en lo que orientaba sus pensamientos en ese momento era: En llegar a su mansión, encerrarse en su habitación, y dormir, dormir hasta que los sueños borraran de su memoria lo acontecido la noche anterior.

Enclavó las manos en los bolsillos, en un fracasado intento de mermar el frío de la madrugada. Cuando en el bolsillo contrario al que usaba para guardar su celular, sintió un trozo de papel. Lo extrajo de allí. Estaba doblado en cuatro partes iguales, cada uno de ellos más certero que el anterior. Lo abrió con sumo cuidado, como si de aquel pedazo de hoja fuese a brincar la mujer que tanto lo sobrecogía en estos instantes.

Cuando estuvo del todo abierto, en una caligrafía agraciada pero demasiado infantil para pertenecer a semejante asesina, las palabras lo helaron nuevamente.

"Mi querido Logan:

Me encanta darte la bienvenida a mi mundo. Quiero que sepas, que a partir de este momento, tus movimientos, tus decisiones y toda tu vida me pertenecen.

Muchísimas gracias por tu adorable compañía. Fue un placer como siempre.

Te llamaré. ☺

Pd: Yo SI lo haré. "

Logan arrugó el papel y lo arrojó lejos. Decidió que a partir de ese momento solo esperaría; en principio, a Charlie, lo demás llegaría cuando tuviese que llegar. Ya estaba bien de locuras y de mujeres dementes por ese día. Era plenamente consciente, de cómo los hechos se precipitaban y de cómo el mismo, en su afán de proteger lo amado, había conducido su vida al agujero negro en el que se hallaba. De la misma forma; como también era consciente, de que de este lugar no saldría solo, y que quien entrase con él, saldría herido. Por no decir: "muerto".


NOTA: Ok, sé que no les gustan mucho los capítulos cortos, pero juro que esto tiene un cometido (no es por pereza jejejeje), es parte de la historia y debía hacerlo de esta manera. Mañana subiré un nuevo capítulo que nos mostrará más de los errores de este pobre y tonto hombre. Como siempre ☺☺Besos, abrazos y mil bendiciones. ♥ ♥ ♥ ♥ ♥♥AngieR♥♥


Angel, el amor te destruyeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora