- No, me niego, ¿estás loco? Nos van a pillar a los tres.
- ¿Se te ocurre algo mejor? Si es así, adelante - dijo el chico algo molesto.
- No, no tengo ningún plan... - pensó unos segundos hasta que tras un suspiro terminó por aceptar aquella locura - Está bien, hagámoslo.
Tenían menos de una hora para sacarlo de allí, no había tiempo que perder.
- NO ES JUSTO, QUEREMOS MÁS HORAS EN EL PATIO, NO SOMOS ANIMALES - Manolo estaba de pie en una de las mesas del patio, se arrepentía de haber cedido a ello, pero no tenía otra opción; algunos presos comenzaron a apoyar sus palabras y los guardias de la zona pidieron refuerzo por radio, había conseguido su objetivo, ahora solo quedaba alargar aquello lo máximo posible para darle tiempo a Greco.
El moreno estaba esperando el momento y cuando vio como los guardias se alejaban de la puerta de lavandería entró rápidamente a la sala y sin pensarlo demasiado separó la lavadora de la pared - Gustabo, ¿estás ahí? - al decir aquello la cabeza del rubio se asomó haciendo que el mayor suspirara aliviado - corre, no hay tiempo, después te explico todo - el otro asintió y salió rápidamente, pegaron el electrodoméstico.
- Creía que no salía de esta - ambos se miraron pero el menor notó como el otro observaba sus ropas.
- Tienes que quitarte eso - al escucharlo el de ojos azules lo miró extrañado y bajó su vista dándose cuenta a lo que se refería el chico.
Su ropa tenía manchas negras de a saber qué, el moreno tenía razón, no podía salir así.
- Tráeme un uniforme, corre - comenzó a desnudarse con rapidez mientras Greco buscaba entre la ropa limpia algunas prendas para él.
- Toma y dame eso - se vistió y buscó unos zapatos limpios, por otro lado el moreno escondió las prendas entre el resto de ropa sucia y una vez ambos habían terminado con todo salieron del lugar sin ser vistos.
- Joder, ¿cómo has conseguido que no te pillaran?
- Bueno...sobre eso... - antes de poder explicarlo se cruzaron con un par de guardias que llevaban a Manolo, al ver que Gustabo había conseguido salir sonrió victorioso a pesar de saber que terminaría al menos una semana en aislamiento.
- Creo que me he perdido mucho - habló el menor sorprendido al ver como se llevaban a su amigo.
- Y tanto... - tras terminar de contarle lo sucedido los chicos se dirigieron al comedor para cenar.
- No puedo creerme que Manolo accediera a algo así, ¿no se os ocurrió nada mejor? - rió al imaginarse la situación.
- Tuve que improvisar, no contaba con tu falta de sangre en las venas, ¿cómo has tardado tanto?
- No era fácil, no te quejes tanto que el que estuvo entre bichos y mierda no fuiste tú - el moreno lo miró y comenzó a reír mientras se sentaba en la mesa con su bandeja.
- ¿Qué te parece tan gracioso? - lo miró elevando una de sus cejas.
- Es que no te has visto cuando saliste de ese agujero, vaya pintas tío - siguió riendo.
- Cállate anda - terminó por unirse a él.
- No puedo, en serio, ojalá te hubieras visto la cara cuando te dije que te quitaras la ropa - su risa se intensificó.
- Yo que se tío me dices eso así de repente y he pensado joder que directo el chico éste - comenzaron a comer calmando las risas.
- ¿No te gusta que sean directos? - habló con un tono burlón.
Aquellas palabras pillaron de improvisto al rubio pero reaccionó rápidamente.
- Me encanta - soltó sin más - ¿Te interesa? - giró la cabeza hacia el chico y lo miró divertido mientras elevaba ambas cejas.
- No seas creído anda.
- No lo has negado - añadió el rubio.
- Madre mía - negó con la cabeza mientras sonreía - No me interesa, solo lo dije por decir algo, ahora calla y come, estar ahí encerrado tanto rato te ha afectado - bromeó intentando acabar con aquella conversación que aunque no le incomodaba tanto como creía que lo haría, tampoco era un tema que le hiciera sentir a gusto del todo al hablarlo con él.
- Está bien, lo que diga el señor - soltó una leve carcajada al ver como el contrario lo miraba al llamarlo así y prosiguieron cenando en silencio.
ESTÁS LEYENDO
La Cárcel - Grecabo (SpainRP)
RomanceGreco, un nuevo integrante en la prisión, empieza a ser un estorbo para Gustabo y su plan de escape, al ver que sus métodos habituales no sirven con el nuevo, tendrá que buscar otra forma de convencerlo para que esté de su lado.