Al abrir lo ojos esta vez se encontró una habitación blanca, tenía una ventana a su derecha que dejaba entrar luz, y estaba tapado con unas sábanas blancas también, movió el brazo lentamente y vio que tenía una vía en este por la cual entraba algún líquido, en ese momento se dio cuenta de que estaba en un hospital, se sentía débil pero al menos esta vez podía moverse. Intentó recordar que había pasado, y todas las imágenes aparecieron en su cabeza, la pelea, el navajazo, aislamiento, la infección y su familia, había hablado con su familia, no tenía claro si había sido un sueño o no pero a él le había parecido muy real y sintió paz al recordar que siempre estarían junto a él.
- Al fin te has despertado, ¿te encuentras mejor? - giró la cabeza hacia la voz y vió a una enfermera en la puerta de la habitación.
- Si, estoy mejor... ¿qué ha pasado? - al verlo desorientado la chica se acercó y le explicó la situación.
- Se te infectó la herida, nadie se dió cuenta hasta que la infección estaba demasiado avanzada, tuviste dos paradas cardíacas y estuviste una semana debatiendo entre la vida y la muerte, pero finalmente te hemos recuperado - sonrió satisfecha con su trabajo.
- Muchas gracias, pero, ¿cuántos días llevo aquí?
- ¿Días? Llevas dos semanas - el moreno alzó las cejas sorprendido lo que hizo reír a la enfermera - te traeré algo de comida - y desapareció tras la puerta.
Los días en el hospital pasaron, Greco solo comía y dormía, los funcionaros insistieron en llevarlo a la enfermería de prisión, pero los doctores del hospital se negaron después de ver en el estado que venía, dijeron que era necesario una semana más de observación para asegurar la completa recuperación, así que allí se encontraba. La enfermera y Greco hicieron buenas migas, venía a verlo cada día y charlaban en los ratos libres de la chica, a veces daban pequeños paseos por la planta, ya que era importante que empezara a moverse, y a veces por el jardín del hospital, pero siempre seguidos por dos funcionaros para evitar su huida.
- ¿De verdad es necesario esas armas y seguirnos en cada paseo? - preguntó un día la joven a uno de ellos cansada de tanta supervisión.
- Es para evitar que haga daño a alguien o huya - contestó serio.
- Si ni siquiera puede dar 20 pasos seguidos, una anciana le ganaría en una carrera y lo más peligroso que puede hacer en este momento es enseñar el culo si se le deshace el nudo de la bata - rebatió molesta por toda la situación, a Greco le resultó gracioso y se le hizo difícil aguantar la risa ante la respuesta de la chica.
A pesar de tener tanta vigilancia, el moreno disfrutaba el paseo, estar en ese jardín era lo más cerca a la libertad, todo era tan colorido, el césped verde intenso, las flores de colores: amarillas, naranjas, moradas...; los árboles tan grandes y espesos, el sonido de los pajarillos, el agua fresca de la fuente, la luz del sol, el aire fresco tocando su cara, el sonido de las personas que también paseaban por allí, los vehículos que pasaban por la carretera cercana, las personas que iban y venían por la acera contigua al jardín, aquello representaba vida y libertad para Greco; pero no solo le gustaban los paseos al aire libre por eso, también le gustaba porque tenía fe en que Gus aparecería para sacarlo de allí, según el plan que tenían deberían de haber salido hace un mes más o menos y si de alguna forma se había enterado de que Greco estaba allí, era el momento perfecto de sacarlo, el lugar más fácil, pero nunca apareció, el moreno estaba atento, observaba a todas las personas, a cualquier movimiento extraño, lo que fuera que indicara que el rubio venía a por él, pero no ocurrió nada y eso le apenaba, porque sabia que una vez que volviera a prisión no podrían sacarlo de nuevo.
Ya era su último día en el hospital, estaba nervioso, no sabía a quien iba a encontrar en su celda al llegar, pero si sabía que Armando y los suyos lo querrían muerto tras lo sucedido.
- ¿Estarás bien? - preguntó la chica una vez más mientras lo miraba preocupada, en estos días ambos habían hablado mucho, por lo que le había explicado como terminó con esa herida en su cuerpo, así que ella era consciente de que irían a por él.
- Si, Lena, no debes preocuparte, me lo has preguntado ya 8 veces - rodó los ojos y resopló llevándose un golpe en el brazo por parte de la chica.
- Encima que me preocupo por ti - frunció el ceño y puso los brazos en jarra.
- Perdón Lena, es que tampoco me apetece volver para estar ahí el resto de mi vida - suspiró.
- Lo sé, espero que todo vaya bien y piensa que al menos vuelves con tu novio - le sonrió y le guiñó haciendo que Greco sonriera aunque sabía que no estaría allí cuando volviera, parte que obviamente había omitido en la historia que contó a Lena - ¿puedo ir a visitarte o llamarte algún día?
Aquello sorprendió al moreno, pero rápidamente la sorpresa se cambió por alegría, ya que iba a estar solo se alegraba al menos de tener alguna visita - Si puedes - sonrió y ella asintió sonriendo también.
- Ya es la hora, vamos Greco - un funcionario entró en la habitación para esposarlo antes de llevárselo, acción ante la que Lena frunció el ceño en desacuerdo.
- Cuídate Greco.
- Y tu Lena - ambos se sonrieron y tras eso el moreno salió de la habitación junto a los guardias, camino al infierno una vez más.
El camino se hizo largo, pero a Greco le hubiera gustado que durara aún más por tal de no volver a ese sitio, tras aparcar el vehículo le hicieron bajar y una vez dentro tuvo que pasar de nuevo por la inspección para comprobar que no llevaba nada encima, tras eso le quitaron las esposas y lo llevaron de nuevo a su celda dejándolo solo allí.
Se sentó sobre su cama y suspiró - me van a matar en cuanto sepan que estoy de vuelta - susurró mirando el suelo, pero entonces escuchó unos pasos acercarse hacía el lugar lo que hizo que levantara la vista tensándose y poniéndose en pie por si eran sus agresores, unos segundos después las personas dueñas de los pasos llegaron a la celda.
![](https://img.wattpad.com/cover/340869613-288-k962841.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Cárcel - Grecabo (SpainRP)
RomanceGreco, un nuevo integrante en la prisión, empieza a ser un estorbo para Gustabo y su plan de escape, al ver que sus métodos habituales no sirven con el nuevo, tendrá que buscar otra forma de convencerlo para que esté de su lado.