36

35 3 1
                                    

Los días pasaron y todo marchaba según lo previsto, esa tarde acababan de salir de entrenar en el gimnasio, se dirigieron a las duchas y tras eso fueron a descansar un rato antes de la cena.

- En serio, me vais a matar un día de estos con tanto ejercicio - se quejaba Manolo.

- Eres un exagerado - contestaba Greco.

- Yo solo quiero tumbarme - decía Gus entrando a la celda y echándose en la cama.

- ¿Y vosotros pretendéis correr el día de la huida? - Greco miró a ambos al decir aquello.

- La adrenalina hará su función, no me presiones tanto - se quejó Manolo mientras se echaba en su cama también.

- Eso, la adrenalina, haz caso a Manolo que en el fondo es un tío listo - dijo el rubio sin fuerzas, quería a su novio, pero no habían tenido un día de descanso - Greco en serio no hemos parado en toda la semana, agradezco tu preocupación por nosotros, pero no doy a basto: por la mañana trabajo, por la tarde gimnasio y por la noche se...- paró al recordar que Manolo estaba en la celda junto a ellos.

- ¿En serio? En mi presencia, vaya compañeros de celda - bromeó Manolo poniendo nervioso a ambos.

- Calla o mañana haces el doble en la cinta - amenazó Greco intentando evitar las bromas incómodas del contrario.

- Me callo, me callo.

- Bueno, en resumen que me vas a matar Greco - el rubio retomó lo que estaba diciendo, sintió como el mayor se acercaba y se tumbaba a su lado.

- Bueno, si quieres podemos eliminar el sexo y descansar por la noche que es lo que hay que hacer - el menor lo miró girando la cabeza rápidamente con el ceño fruncido lo que hizo reír a Greco.

- No, mejor eliminamos el ejercicio, no somos deportistas de élites, necesitamos un descanso, podemos reducir el entrenamiento y que sean no sé... 3 días a la semana - se acercó al moreno y empezó a dejar pequeños besos por su cuello, sabía como convencerlo y haría todo lo posible por supervivencia, era eso o Manolo y él morirían de cansancio.

- Está bien, pero sigo pensando que sois unos exagerados, el problema es que lleváis años aquí sin moveros - el rubio sonrió victorioso.

- Manolo, soy tu héroe, nos he salvado - alzó la voz para que el nombrado lo escuchara.

- Siempre confíe en tí, sabía que lo lograrías, ese piquito de oro... no falla - ambos rieron mientras Greco negaba con la cabeza.

- Como se puede ser tan exagerados - susurró lo suficiente alto para que le escucharan ambos.

- Gustabo García - un guarda entró buscando al rubio y rápidamente los tres se pusieron en pie.

- Si, ¿qué ocurre? - preguntó el rubio.

- Nos vamos, tienes tu último juicio en dos días - aquellas palabras provocaron que el ambiente se parara en la celda, se podía ver el miedo en la cara de Manolo y el pánico en la de Greco, el cual empezó a observar toda la celda rápidamente como si buscara la forma de salir de allí.

- Pero si es en dos días, ¿por qué tengo que irme ahora? - preguntó intentando aparentar tranquilidad.

- El alcaide quiere asegurarse de que no haces una de las tuyas, no volverás hasta el veredicto del juicio, ya sea para quedarte o para recoger tus cosas.

- Esta bien, dame 2 minutos - el guarda asintió y esperó fuera.

- Gus no te puedes ir, no puedes hacerlo, si te vas ahor... - Manolo hablaba atropelladamente pero el rubio lo paró.

La Cárcel - Grecabo (SpainRP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora