27

48 5 0
                                    

Los días pasaban y todo marchaba bien, seguían entrenando, preparaban los últimos detalles del plan,... Había calma. Entre Gus y Greco también avanzaban las cosas, el moreno parecía tensarse un poco menos cuando el contrario tomaba las riendas de la situación, y el menor entendía mejor cuáles eran los límites, había aprendido a leer a Greco, sabía cuando podía seguir y cuando debía parar, pero todo se había complicado hace un par de días.

Habían aprovechado para hacerlo durante uno de "los paseos casuales" de Manolo, básicamente se iba durante una hora dejándoles tiempo a solas, ambos seguían sin ropa tras terminar y Greco se tumbó boca abajo en la cama, Gus no lo pensó mucho, simplemente se tumbó sobre él, pegando el pecho a su espalda, pero no había llegado a la conclusión de que su entrepierna terminaría pegada al trasero del contrario, en menos de un segundo había terminado estampado contra la pared y Greco se encontraba de pie, respirando agitadamente mientras lo miraba con pánico, después de eso, el mayor se vistió rápidamente y salió del lugar tras susurrar un lo siento.

El rubio se sintió tan idiota por no pensar en lo que aquello podía provocarle, que no volvió a acercarse a Greco con intención de hacer algo sexual desde ese día; no era capaz de borrar esa cara de pánico de su cabeza, se sentía un monstruo, y dos días después de lo ocurrido, la culpa seguía sin disminuir.

Manolo había notado que desde ese día, estaban más distante entre ellos, sabía que algo había pasado en cuanto entró a la celda y vió a Gus solo en la cama, con una expresión de tristeza y culpa, pero no quiso preguntar, no era el momento.

- Bueno, me voy a trabajar y después me daré un paseo por prisión - los avisaba para que fueran conscientes del tiempo que tenían solos, y esperaba que fuera suficiente para que arreglaran aquello que hubiera ocurrido, apenas quedaban dos semanas para la huída y no era bueno tenerlos así de dispersos.

Ambos estaban en la misma cama, a pesar de lo ocurrido, seguían durmiendo juntos, pero no se habían vuelto a tocar desde ese día, ni siquiera para abrazarse en la noche.

Al principio ninguno de los dos hablaba, ni siquiera se movían, pero tras unos minutos, la mano de Greco llegó a la de Gus y la sujetó entrelazando sus dedos.

- Lo siento, no quería empujarte de esa forma - susurró el mayor iniciando la conversación.

- Sabíamos que iba a ser difícil, no importa - contestó el contrario.

- Claro que importa, no quiero que te alejes de mi por esto.

- No lo hago - el moreno acercó la mano de Gus a su boca y dejó pequeños besitos en sus nudillos - eres un cursi - rió tras decir aquello lo que hizo sonreír a Greco.

- ¿No te gusta? - lo miró elevando ambas cejas mientras seguía besando la mano del chico.

- No voy a contestar eso - meneó la cabeza y miró al frente evitando el contacto visual mientras sonreía.

- Venga hombre, si no me dices lo que te gusta y lo que no, ¿cómo voy a saberlo? - lo acercó un poco más y dejó un par de besos en su cuello haciéndolo sonreír.

- Bueno, solo diré que no me disgusta - giró la cara dándole un pico al contrario.

- Poco a poco, se que algún día admitirás que te encanta y me darás amor - rió.

- Te doy amor, no seas dramático - le dió otro pico - ¿Ves? Eso es amor - rió.

- Está bien, te lo compro - sonrió y se tumbó más cerca del rubio, abrazándolo - ¿Cuéntame de ti?

- ¿De mi? - aquello sorprendió al menor, ninguna persona con la que haya estado antes le había preguntado algo así, aunque bueno, tampoco se habían quedado para abrazarlo mientras dormía o para darle cariño.

La Cárcel - Grecabo (SpainRP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora