²³ᜊ⇢ Missing you... but why?

1K 132 63
                                    

[19:34]

—¿Está satisfecho con su cena, señor Choi?— Pregunté en su dirección, viéndolo disfrutar de su bandejita de comida en la cama.

Fingí que no me había desilusionado al entender a qué se refería realmente con "servicio a la habitación". Me odié por haberlo malpensado.

—Sip. Delicioso, dígale al cocinero que recibirá la propina que se merece.— Asintió Gyu, continuando con mi juego.

Me hacía reír, él en serio parecía un niño.

—Ah, ¿sí? ¿Y cuál es la propina?— Mis ojos lo miraron con un bonito destello.

Gyu rió con diversión, para luego acercase rápidamente y dejar un besito en mi mejilla.

—No tengo dinero, sólo besos.— Reprochó en el tono más tierno y dulce que alguna vez podría haber oído.

Siguió hablando, pero dejé de escucharlo.

Me tomó desprevenido, su pequeña acción fue como una sobredosis de amor para mi corazón. Nuestros miradas se conectaron otra vez, provocando el revoloteo de miles de mariposas en mi estómago. Mi pecho temblaba como loco a la par de sus sonrisas, y mis manos ansiaban con rozar su piel en dulces caricias.

Los últimos días habían sido así. Desde que su cuerpo había hecho contacto con el mío en aquel encuentro de alcoholismo y lujuria, mis signos vitales no eran capaces de contenerse ante su presencia.

No pude dormir esa noche. Un puñado de pensamientos abarcaban mi cabeza, impidiendo que siquiera pudiese cerrar mis ojos. Las respuestas eran escasas para mis cientos de preguntas, mi corazón palpitaba con celeridad al revivir esos bonitos recuerdos y volvía a apagarse en cuanto aquel vacío llenaba mi pecho ante su ausencia.

Me pregunté por qué. Por qué me sentía así, por qué seguía pensando en él, por qué lo extrañaba aún cuando vivíamos en la misma casa... Sin importar cuánto lo intentara, no lograba formular un argumento lógico para aquello.

Cerré mis ojos otra vez... Los volví a abrir cuando su imagen apareció entre la oscuridad de mis sueños. Era patético. Mi mente se había obsesionado con su rostro, no podía sacarlo de mi cabeza ni por un segundo.

—Aghh... ¿Qué me hiciste, Gyu?

Intenté asfixiarme un poco con la almohada en el proceso de olvidarlo. Sin embargo el sol se despertó en un bonito cielo anaranjado y yo aún seguía contando la maldita milésima oveja procurando dormirme.

—Ochocientos treinta y cuatro... Ochocientos treinta y cinco... Ochocientos treinta y se--

—¡Señor Kang! ¿Qué está haciendo? ¡Ya debería estar en la universidad!— Una melodiosa vocecita se interpuso en mi conteo de ovillos de lana.

—¡GYU!— Me levanté de un salto (casi rompo la cama).

Su cuerpo se estremeció ante mi abrazo estrangulador. Mis manos lo exprimieron como jugo de naranja, estaba desesperado por sentirlo de nuevo.

—Gyu, no vuelvas a irte jamás. Te extrañé tanto, ¡no sabes cuánto he pensado en ti las últimas ocho horas!— Solté de la emoción, algo enojado por haber tenido que soportar ese sufrimiento.

—¿Me extrañó? Señor Kang, mi habitación está al lado de la suya.— Su boca emitió una pequeña risita ante mis palabras.

—¡Sigues estando lejos! Me mudaré a tu habitación la próxima vez.— Reproché en un espontáneo puchero, haciendo que el menor dudara de mi salud mental

—Taehyun-ssi...— Gyu me observó con seriedad. Mis pómulos ardieron ante su forma de dirigirse a mí. —¿Está ebrio?— Preguntó, dejándome perplejo.

DEAL 💋 || Taegyu [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora