DEAL 💋 || Taegyu [AU]

⁴⁸ᜊ⇢ H(M)otel

//Beomgyu// [18:37]

Los minutos se hacían largos en el temporizador de aquella llamada. El rubio daba vueltas alrededor del coche mientras pedía a gritos una solución para su desgracia. Me intimidaba la tensión en sus ojos, que amenazaban con prender fuego la ciudad entera. No había que ser muy inteligente para saber que el señor Kang estaba enojado... Preferí jugar con una piedrita entre mis pies antes que recibir sus miradas asesinas sobre mi rostro.

—¿Habla en serio? Necesito mi auto ahora mismo, ¡¡no puedo esperar hasta mañana!!— Reprochó una vez más, cansado de tener que repetirle lo mismo. —Estamos varados en otra ciudad, ¡¿no entiende que necesito ir a mi casa?!— Continuó la discusión, oscureciendo cada vez más su mirada. —Aghh, ¡¡váyase al carajo!!— Dijo por último y colgó.

Me encogí ante su grito. Mis piernas temblaron al sentir esa vibra tan negativa desde el señor Kang. Estaba más que claro que no debía abrir la boca, o terminaría siendo acorralado por alguno de sus desgarradores insultos. Sin embargo fue él quien se acercó hasta mí con su semblante serio.

—Gyu.— Sentí mi rostro empalidecer.

Su tono ronco me recorrió por completo, de una manera que no sabría definir. Me mantuve inmóvil ante su llamado, aunque ofrecí mi contacto visual como respuesta.

—La grúa vendrá a recoger mi auto y no me lo devolverán hasta mañana, así que... hay que buscar otra forma de volver a casa.— Habló desanimado, a punto de tirarse sobre la arena a esperar el siguiente amanecer.

—Ahh... ¿T..Tiene dinero para un taxi?— Se me ocurrió preguntar, algo tímido ante su mirada tajante.

—Sí, pero no confío mucho en esos transportes... Temo que nos secuestren o algo así...— Admitió, como todo millonario que jamás había pisado otro auto que no fuera el suyo.

—Umh, entonces... Podemos tomar un bus, un tren, un subte...— Sugerí esta vez.

—¿Con toda esa gente desconocida? Tengo demasiado dinero encima como para estar rodeado de personas en una misma posición durante horas. Además no hay transporte público que nos lleve directo a casa, tendríamos que tomar varios buses y trenes y subtes, y eso llevaría mucho tiempo.— Reprochó, más pesimista que nunca.

Realicé una mueca de disgusto ante sus miles de pretextos.

Vaya que el señor Kang tenía la realidad alterada. Sabía que era un ricachón sin preocupaciones económicas, pero a veces olvidaba que en su vida entera había estado rodeado de comodidades. No entendía cómo pretendía que volviésemos a casa respetando sus tratos de princesa caprichosa, así que simplemente me rendí... Solté un suspiro mientras paseaba mi mirada por la ciudad, esperando a que alguna milagrosa idea subiera a la cabeza del rubio.

"Hotel" leí. Y releí hasta que mi cerebro reaccionó.

—¡Señor Kang!— El nombrado me observó de inmediato. —Mire, hay muchos hoteles en esta zona.— Mencioné antes de apuntar hacia aquel gigantesco cartel azul con lucecitas.

El rubio se mantuvo pensativo por un momento. Pronto volteó a verme con sus mejillas coloradas.

—¿Q..Quieres que pasemos la noche en un... hotel?— Cuestionó atónito, dejándome un tanto confundido.

—Es una buena opción, ¿no? ¿O también va a decirme que le tiene fobia a los hoteles?— Respondí con sarcasmo, en referencia a sus últimas quejas.

—Ah, nonono, no es eso... E..Es que, lo había pensado en realidad, pero creí que podría incomodarte un poco...— Mencionó avergonzado, sin deshacerse de aquel potente sonrojo sobre su rostro.