⁴⁵ᜊ⇢ Memories

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//Kai// [Domingo - 19:34]

—¿Me pasas esa caja, amor?— Hablé hacia el azabache que en seguida dirigió su mirada hasta donde apuntaba mi dedo.

Soob accedió con amabilidad, alcanzándome el objeto que le había mencionado. Era fin de semana, y hacíamos una limpieza general como de costumbre, aprovechando el momento para liberar el espacio en aquella habitación que pronto tendría a su huésped. Beom no podía seguir durmiendo en el sofá por mucho tiempo más, así que era hora de hacerle un lugarcito en el departamento.

—Puedes ir acomodando tus cosas, Beomie. Ya vaciamos el armario, sólo faltan los cajones de la mesa de luz.— Me aproximé a decir ante el castaño que todavía se mantenía con su mirada perdida en el suelo.

Llevaba dos días en ese estado. Sus sentidos reaccionaban de manera tardía a mis indicaciones, pues su cabeza seguía dando vueltas en el mismo tema. No había pronunciado más de cinco palabras en el tiempo que llevaba con nosotros; sus ojos eran oscuros y aburridos, y su característica sonrisa de niño travieso había desaparecido por completo. Entendimos que la situación era grave cuando lo oímos llorar en la noche...  Mi corazón se partió en pedacitos cuando su rostro empapado llegó hasta nuestra habitación para pedirnos un abrazo.

Alejarse de Taehyun había sido una decisión difícil, y podía notar que no se sentía orgulloso de haber elegido ese camino. Aseguraba que era lo mejor para su bienestar emocional, pero luego entraba en aquella contradicción entre su cerebro que afirmaba que había hecho lo correcto, y su corazón que quería salir corriendo a buscar al rubio.

—Gracias, hyung.— Lo oí pronunciar en un casi susurro, antes de que comenzara a dejar sus maletas en el armario.

Aún me sorprendía la cantidad de cosas que Taehyun le había comprado a Beom, la cantidad de lujos que el rubio no se daba ni a sí mismo. Su influencia había sido tan grande en la vida del menor, que este ya podía comprar su propia casa con el sueldo que habían estado pagándole a cambio de fingir su papel de novio falso. Eso era lo que nos había dicho el primer día. Beom se quedaría con nosotros hasta conseguir otro lugar para vivir, si es que soportaba otro minuto más sin estar en los brazos del rubio.

Soobin y yo no queríamos meternos en sus asuntos, pero esperábamos con ansias el momento en que se reencontraran y volvieran a la normalidad. Sabíamos lo difícil que había sido para ambos, y lo único que queríamos era que pudiesen sincerarse cara a cara y que por fin estuviesen juntos. Fue triste enterarnos de que el castaño se había marchado de casa con la intención de no volver jamás, pero teníamos la esperanza de que pronto su relación saldría adelante.

—Cielo, ¿esto es tuyo?— Preguntó el azabache en mi dirección, levantando el libro que había encontrado en la mesa de luz.

—Sí, es un álbum de fotos. Déjalo en la estantería del pasillo.— Respondí.

Soob asintió y sostuvo el libro en sus manos mientras se levantaba de su asiento. Dio un par de pasos en la habitación, deteniéndose justo en la puerta al oír a Beom decir...

—Hyung, se te cayeron un par de fotos.— El castaño asomó sus manos para ayudarlo a recogerlas. Su cuerpo se paralizó al ver a su amado sonreír alegremente en una de ellas.

Leí sus sentimientos en el brillo de su mirada. Sus ojos se derritieron en aquella pequeña imagen desgastada que había caído justo a su lado en el suelo, como si sus manos estuvieran destinadas a encontrarse con esa fotografía de Taehyun castaño con el uniforme de la vieja escuela.

Sentí su nostalgia al recordar la belleza de esos ojos sonrientes a los que solía poder ver cada mañana al despertarse. Admiraba su valentía por haber sido capaz de tomar distancia ante aquel amor no correspondido, pero tampoco podía evitar darme cuenta de lo difícil que estaba siendo para él haber tomado esa misma decisión.

DEAL 💋 || Taegyu [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora