CAPITULO X

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SHINOBU TUVO EL MEJOR DÍA DE SU VIDA, PASÓ TODO EL día con su madre y hermanas metiéndose en todo tipo de problemas y dando un buen uso a sus alas recién ganadas. Ella realmente estaba feliz de estar de vuelta en casa.

Pero cuando el día llegó a su fin, Shinobu se dio cuenta de que a pesar de lo feliz que estaba, no se sentía contenta, satisfecha. Era casi como si algo, o más bien alguien, le impidiera alcanzar el verdadero grado de felicidad.

Fue entonces cuando tomó la decisión de volver al inframundo y darle otra oportunidad a tomioka. No era justo para él que ella hubiera hecho sus juicios basándose en lo que él era y no en quién era. Tal vez si llegaba a conocerlo, podría sorprenderla.

Antes de que pudiera bajar de la altura y la emoción de obtener sus alas y cambiar de opinión, shinobu se levantó de su asiento, lista para aterrizar una vez más en el inframundo.

-¿A dónde vas?-Gritó una voz y Shinobu se dio cuenta de que se había olvidado por completo de las personas con la que había estado sentada.

-Lo siento madre y hermans, pero tengo que ir a algún lado. Shinobu dijo dándole una sonrisa tímida, avergonzada de terminar.el  día juntas. ¿Te veré más tarde?

Kanao le dio una sonrisa triste en respuesta y le hizo un gesto con las manos para que se fuera.

shinobu le devolvió la sonrisa con una de agradecimiento y se apresuró hacia el punto de partida. Había pasado menos de un minuto y ella estaba de pie en el mismo bosque que comenzó todo.

Cuantos sean veces que Shinobu había hecho este viaje entre el infierno y el Cielo, nunca se acostumbraría. No era una sensación agradable en absoluto.

Siempre tenía esa sensación terrible y agitada en el estómago que la hacía querer soltar todo lo que había comido ese día. Pero hoy, ese sentimiento se disipó rápidamente cuando hizo contacto visual con la persona que había estado esperando su llegada.

Nunca antes había tenido la oportunidad de observarlo tan de cerca como ahora, y sería una mentira decir que no era atractivo. El hombre parado frente a Shinobu la hizo respirar hondo, era muy guapo. No de una manera tradicional,pero el color de su cabello negro rebelde de puntas irregulares y mechones alrededor de su cabeza, que lleva recogido en una cola de caballo baja y desordenada piel pálida y esos ojos color zafiro profundo que se desvanece a un azul más claro y sus pupilas son de un negro azulado lo convertían en un modelo.

-Tomioka - exhaló shinobu, dándose cuenta de la suavidad con la que el nombre salió de su lengua, como si estuviera destinado a ser pronunciado por ella.-¿Qué estás haciendo aquí?

Vacilante, Giyu Tomioka dio un pequeño paso hacia la chica con una mano extendida.-Esta nota voló a mi habitación y decía que me estarías esperando aquí.-Habló mientras señalaba su mano extendida y fue solo entonces que Shinobu notó el pequeño trozo de papel agarrado entre sus dedos.

Ella tomó el papel de sus manos y retrajo las suyas mientras rozaba ligeramente la punta de sus dedos sobre sus nudillos. Tomioka dejó escapar un grito audible y shinobu se rió en silencio por su nerviosismo. Era bastante halagador ver el efecto que ella tenía en él, y shinobu sintió que una ola de alivio la invadía al darse cuenta de
que sus sentimientos eran correspondidos.

Finalmente, volvió los ojos para mirar el papel que ahora sostenía en sus manos. Los bordes del papel estaban desordenados y desiguales, casi como si alguien hubiera arrancado el papel a toda prisa. Sin embargo, la escritura a mano contrastaba completamente con la apariencia desaliñada del papel. Los escritos en el papel habían sido redactados cuidadosamente en una elegante letra cursiva

shinobu negó con la cabeza con una sonrisa afectuosa mientras averiguaba el remitente de esta misteriosa nota. Por supuesto, Destino sabía que shinobu volvería al inframundo por el.

Insegura de qué hacer con la nota, se la devolvió a Tomioka.-No tenías que venir, ¿sabes?

-Quería. Su simple respuesta de fue lo suficiente como para que su corazón estallara en una danza de elefantes.

Todavía incapaz de contener la gran sonrisa que se formaba en su lugar, Shinobu preguntó.- Está bien, entonces, ¿qué deseas hacer ahora?

-Si no te importa, tenía la intención de mostrarte mi lugar favorito. Está bastante cerca, en realidad. Tomioka  extendió una palma abierta hacia Shinobu, pidiéndole en silencio que pusiera su propia mano en la de él

Deslizando su mano en la de él, shinobu  le sonrió. No me importa en absoluto

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