En la oficina

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Como todos los días, llegué a la oficina, casi media hora después del ingreso de mis compañeros. Saludé a todos por igual diciendo buenos días. Me senté cerca de Freen porque no habían lugares libres. Comentaban sobre tareas generales que se debían cumplir en las semanas siguientes.

Un compañero expresó sus ganas de salir a tomar algo luego del horario de oficina.

N: - Mí departamento está libre, si quieren ir.

B: - Por mí está bien. Podría ser hoy que es viernes, se acerca el fin de semana.

F: - mmm no puedo, mí vida ya está estructurada, tengo las actividades planificadas desde el lunes. Así que tendrá que ser otro día.

B: - Otra vez. Parece que la histeria es tu pasión.

F: - Explica el contexto, por favor.

N: - Ya saben que pueden ir otro día.

B: - ¿Qué contexto? El único que existe es que tenés miedo.

F: - No tengo miedo. Solo que no puedo hoy, tengo todo planificado. Yo organizo mis días y vos me rompes las estructuras.

B: - Porque soy libre. Yo no organizo nada, si planifico me sale todo mal.

Todos tomaron sus pertenencias, ordenaron y se despidieron hasta el lunes. Freen, como siempre, se iba 10 minutos antes porque llegaba muy temprano. Ese fin de semana no me envió ningún mensaje.

El lunes volví a la rutina, allí estaba Freen con su rostro inexpresivo y sus comentarios desubicados. Entre todos se encargaban se reírse de lo que decía o como actuaba ante las tareas que me pedían porque tardo mucho en resolverlas. Simplemente, quiero hacerlo bien y no fracasar.

Cada uno estaba en su tarea cuando ingresó un compañero diciendo que se debía cubrir el turno de la tarde y por ser nueva en el grupo, clavaron su mirada en mí.

- Está bien, voy a ir.

Al medio día me fui al otro edificio para iniciar el turno. Otra vez, el señor Kirk reclamando por una nueva operación que no pudo realizar. Esta vez, le envié un mensaje a Freen para que resolviera la situación de inmediato y sin pasar por los técnicos.

Me senté a esperar la respuesta del mensaje y mí teléfono sonó. Atendí la llamada diciendo

- Me estás llamando, no lo puedo creer, es para invitarme a comer por el aniversario de la empresa (Toda la semana hablaron de ello).

- ah!! ¿Sí? Escuchame, el señor Kirk debe hacer... No escuché la explicación, solo me quedé con la vergüenza de responder de ese modo, buscando cambiar el humor de Freen.

Días antes la escuché decir que fuera del ámbito laboral tenía amigos y amigas pero dentro de la oficina solo son compañeros y compañeras, que no tenía intención de relacionarse con nadie. Con razón su presencia expandía una mala vibra, tanto que el aire se sentía pesado. Su rostro siempre inexpresivo y las pocas reacciones a las bromas de los demás, era su característica.

Nadie quería compartir con ella, solo la hablaban por trabajo. Sentí la necesidad de integrarla al grupo así que empecé a hablar con ella de cualquier tema y pedirle ayuda en tareas insignificantes. No quería que estuviera sola así que empecé a molestarla con alguna estupidez. Recuerdo que en una reunión, me di la vuelta de repente, sonreí sin querer, me miró y exclamó:

- ¿De qué te reís?

Apagué mí sonrisa y no dije nada más. Volvía a casa pensando por qué Freen se comportaba de esa manera. Sus respuestas eran escuetas o crueles. En medio de las risas dejaba entrever que yo no cumplía con el horario y que era una inútil con memoria de mosquito. Era muy cruel.

- emmm Freen ¿Siempre eres así?

- Así ¿Cómo?

- Tan cruel.

- No soy cruel, simplemente soy muy sincera. Eso es todo.

- Tan malvada.

- Eso no es maldad. Yo solo digo lo que pienso. Algún día lo vas a entender. Además, ustedes no son mis amigos, son mis compañeros de trabajo.

....cuando el señor Kirk finalicé podrá cargar el documento que necesitamos. Recuerda hacer una copia.

- Está bien.

- Hasta luego

- Adiós

Todo iba bien, seguía atendiendo las consultas y resolviendo los problemas de la gente y llegó un nuevo mensaje

F - Avísame si almorzamos mañana porque yo organizo todo.

B - Yo creo que sí.

F - No es creer, es si o no.

B - Eres cruel, me agradas.

F - Perdiste tu oportunidad. No hay almuerzo.

Freen Is Daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora