Lunes y más lunes

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El tiempo en la oficina era realmente aburrido si se ausentaba mi  confidente, la compañera con quién tenía muchísima afinidad desde el primer dia que nos conocimos. Una energía nos unió, era extraño. Me reía mucho con sus ocurrencias sobre el sexo, se hacía llamar terapista sexual y brindaba consejos a cualquiera a pedido o sin pedido. Con el paso del tiempo, nos hicimos amigas y también me daba consejos sexuales, sin duda era su especialidad.
Desde que empecé a trabajar en esa empresa, me sentía muy cómoda hablando con ella. Sus anécdotas eran demasiado explícitas para contarlas en la oficina. Cuando le dabas charla, no podía parar de hablar de su vida sexual y las formas de controlar a su esposo. A su lado, yo parecía una palomita inocente, sin experiencia, sin práctica y pensando en Freen.
En muchas ocasiones encontré a Nam conversando con Freen, había risas y complicidad. Ellas hablaban y reían. Parecía una conversación privada, yo no podía participar, estaba excluida.

Al salir del trabajo me fui con Nam en el mismo transporte público. Conversamos sobre sus hazañas sexuales para no perder la costumbre. Todos los días eran similares, ir a la oficina, llegar a casa, descansar y continuar trabajando. Lo extraño lo de los lunes era entrar a la oficina y ver a Freen muy sería, sin ánimos de hablar con nadie. Hacía una excepción cuando yo la saludaba o le pedía colaboración en la tarea conjunta.

Los lunes eran demasiado raros. Por lo general, solo la saludaba con mucha distancia y pasaba a mi cubículo. Ella hacía lo mismo. Un témpano de hielo, ni me miraba.

Mis pensamientos internos decían ¿Por que no habla conmigo? Estuvimos juntas toda la tarde el último viernes y aún así, no habla conmigo. Quiero saber el motivo y no me animo a preguntar.

El gerente realizó una comunicación que nos solicitaba estar presentes en un encuentro virtual a las 17:00 hs de un lunes.

Hice el mismo recorrido diario escuchando las historias de Nam. Llegué a casa, comí y me fui a descansar en mí cama. Estaba a punto de cerrar los ojos cuando entró una llamada, abrí los ojos sorprendida mirando la notificación en la pantalla.
Freen, me estaba llamando. Atendí y del otro lado, escuché la hermosa voz de la mujer que se encontraba en mis pensamientos.

B:- Hola Freen

F:- Hola ¿Cómo estás?

B:- Bien ¿Te pasó algo?

F:- No, nada malo. ¿Por qué?

B:- Porque me estás llamando y nunca lo haces.

F:- ¿Qué tiene de malo? Hoy hay reunión y estoy aburrida. Además debo juntar fuerzas para soportar a esas personas.

B:- Ja, ja vas a empezar.

F:- Los detesto. ¿Qué hacías?

B:- Estoy acostada descansando. Hace mucho calor.

F:- El clima es duro. Volviendo a casa también me hizo mucho calor. Llegué a casa y como siempre me quite todo. Esos son los beneficios de vivir sola.

B:- ¿Ahora estás desnuda?

F:- Ja, ja, ja si quisiera lo estaría. El tema es que debemos entrar a esa reunión y estoy estresada.

B:- Creí que estabas desnuda e iba a decir ¡Qué asco! ¿Cómo hablas conmigo estando desnuda?

F:- Ja, ja me haces reír. La última vez lo dije en broma.

B:- ¿Entrarías al meet así, desnuda?

F:- Ja, ja, ja no solo quería pasar el rato hablando contigo.

B:- En la oficina hablamos y no hablamos. Me extraña que llames.

F:- Bueno ¿Querés hablar o no?

B:- ¿Te vas a enojar tan rápido? Acabas de llamar.

F:- No estoy enojada, sabes que soy así.

Conversamos durante una hora y nos despedimos 2 minutos antes del inicio de la reunión.

Freen Is Daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora