Invitaron al equipo a participar del festejo por el cumpleaños del director general. Entre risas y murmullos Freen se sentó a mí lado. Su sonrisa era hermosa, no podía dejar de mirarla, era la primera vez que se reía a carcajadas de mis estupideces.
¡Atención! Quiero dar gracias a todos por esta celebración. Brindemos por el trabajo en equipo. Nuestra empresa es la mejor.
- Sí, claro.
- No digas nada.
- Cuántas mentiras está diciendo en este momento.
- ¡Shi! Te van a escuchar.
- Que me escuchen, es la verdad.
- Lo mejor que puedes hacer, es comer. Le alcancé un sándwich.
- No me gusta el jamón.
- Lo siento, ya lo tocaste.
- Si me lo como ya no podremos almorzar.
- ¿Cómo?
- Si me como el sándwich ya no tendré hambre y no podremos almorzar.
- ¿Hoy teníamos que almorzar?
- Si me como el sándwich...
- Espera ¿Qué?
- Que no voy a tener hambre. Es más ya comí demasiado.
- ¿Cuándo me invitaste a comer?
- Yo no lo hice, fuiste tú.
- ¿Cuándo?
- Ayer.
- ¿Aceptarás salir conmigo?
- A comer, sí. Pero no me gusta esperar así que nos iremos cuando el director se retire o quizás antes.
No pude contener la emoción. De tanto molestar a Freen, aceptó. Fui corriendo a mí cubículo a buscar mi bolso. Ella también estaba ahí preparando su pequeña mochila y mostrándome una sonrisa hasta que llegaron mis compañeros y su rostro volvió a su estado original. La seriedad que mostraba frente a ellos, me hacía dudar de su amabilidad.
F: Te espero afuera.
B: ¿En el estacionamiento?
F: No, en la esquina de la empresa.
B: ¿Por qué tan lejos?
F: No quiero que nos vean juntas porque inventaran historias incorrectas.
B: Ahora salgo.
F: Que sea rápido.
Estaba cerrando la oficina cuando vi a Nam detrás y empezó a hablarme sobre sus problemas sentimentales. Caminamos hasta la puerta, intenté cortar la conversación y no lo logré. Pasaron dos minutos y en mi mente podía visualizar el enojo de Freen por la espera.
F: Me voy a ir.
- Nam, podríamos hablar en otro momento.
- Puedo acompañarte a la parada del bus y te cuento un poco más.
- Me tengo que ir.
- Sí, claro. Por eso te quiero acompañar a la parada del bus.
- Es que debo ir a otro lugar.
- Te acompaño.
F: Ya esperé cinco minutos, me voy a ir.
- Nam, me tengo que ir. Luego nos vemos.
Dejé a Nam con la palabra en la boca y me fui corriendo a la esquina. Al llegar me di cuenta que Freen ya no estaba ahí. Fallé, llegué tarde.
- Te estoy esperando hace diez minutos.
- Lo sé. Nam, quería hablar de sus problemas amorosos.
- ¿Ahora?
- Sí.
- No importa. ¿A dónde vamos?
- A cualquier lugar. Mí bar favorito está a quince minutos.
Llegamos al bar, Freen eligió la mesa y ordenó por mí. Todo iba muy bien, verla sonreír de mis chistes malos era demasiado raro. Me dijo que no tomaba alcohol y resultó ser la mejor catadora de vinos. Cuando me di cuenta habían pasado cuatro horas y yo no tenía más dinero para pagar la cuenta, le dije
- Me tengo que ir.
- ¿Por qué?
- Porque no tengo dinero. Si me invitas, me puedo quedar.
- Conozco ese cuento. No te preocupes.
- ¿Es en serio, me vas a invitar?
- Siempre me trataste mal.
- ¿Cuándo?
- Desde que me integré al equipo.
- No es cierto. Yo nunca te traté mal.
- Si es cierto.
- No. ¿Por qué te gusta pelear conmigo?
- Porque es divertido.
- ¿Te divierte?
- Me caes muy bien y me haces reír.
Pasaban las horas y me sentia cada vez más cómoda con Freen, me hacía reír mucho con sus ocurrencias y se ponía muy sería al hablar de su familia. En el momento menos pensado nombró a su ex, un hombre de negocios a cargo de una empresa multinacional. Escuchar ese relato me puso triste aunque, pienso que era necesario saber su historia.
- Ahora sí, me tengo que ir. Debo organizar el cronograma del director y sigo aquí.
- Está bien.
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Freen Is Daddy
FanfictionFreen es una mujer con una personalidad indescifrable. Se muestra dura, fuerte e inquebrantable en un contexto laboral que expulsa empleados. Todo cambia cuando conoce a una persona que desorganiza su estructura y le permite expresar sus verdaderos...