LXV

76 13 13
                                    

EMILIO

Tras la platica con Amalia decidí probar un último intento antes de en verdad rendirme, se que Joaquín merece alguien mejor y decidí que si esto no salía bien, simplemente lo dejaría en paz y hablaría con mi abogado para tramitar el divorcio, se que por los niños no debo preocuparme porque estarán bien con cualquiera de los dos y que el otro cumplirá con sus responsabilidades, qué ambos estaremos con ellos y procuraremos qué está situación les afecte lo mínimo.

Como parte de mi plan organicé algunas citas donde Amalia y David cuidarían de los niños un par de horas, pero Joaquín canceló cada una de las salidas; le propuse pasar tiempo en casa por si no quería salir, pero simplemente decía que no e ideaba algún plan para salir con los niños ya fuera al cine, al parque o solo a algún restaurante infantil; compré otros "juguetes" y traté de luchar contra cualquier incomodidad que yo pudiera sentir por si él quería intentar algo diferente, pero de nuevo lo rechazó...

Me quedaba sin opciones porque ya había probado todas las ideas de Amalia y lo que leí en un libro y todo sin lograr ningún cambio, yo sé que suelo ser distante y que muchas veces debo recordarme que estoy casado para no descuidar esa relación, pero se estaba volviendo muy frustrante que por primera vez intentaba hacer todo por mi cuenta y él simplemente decidiera ignorar cualquier esfuerzo que yo hiciera. Como último recurso diseñé un brazalete exclusivo con una cantidad específica de charms en los que traté de resumir lo mejor posible lo que hemos vivido juntos en un pequeño agradecimiento por todos estos años; pedí que fuera trabajado de manera muy discreta para que él no lo supiera, la caja en que se guardaría también la diseñé meticulosamente y cuidé cada detalle esperando que le gustara.

Una vez ya lo tenía listo, lo guardé y como cualquier otro día, volví a casa con los niños mientras él se quedó en la empresa terminando de revisar unos documentos; al llegar bañé a los niños y nos quedamos en la sala viendo caricaturas mientras esperábamos a Joaquín. Cuando llegó cenamos juntos y les leímos un libro mientras sus pequeños cuerpos reposaban un poco la cena para que pudieran irse a dormir, en esta ocasión Joaco se encargó de llevar a la cama a Sebas y Leo mientras yo estaba en nuestra habitación intentando dormir a Hanna que después de casi una hora finalmente lo hizo, con mucho cuidado la dejé en su cuna y la cubrí con su mantita para que pudiera descansar, después encendí una pequeña lámpara para que no estuviera en completa obscuridad, tomé el regalo para Joaquín y salí de la habitación para buscarlo encontrándolo en la puerta que lleva al jardín.

Joaquín: ¿Ya se durmió?

Emilio: Si

Joaquín: (comienza a caminar rumbo a las escaleras) Iré a tomar un baño y...

Emilio: No, ¿Podemos hablar un momento?

Joaquín: (vuelve y se queda frente a él) Dime

Emilio: Hace unos días fué tu cumpleaños y yo no te di nada...

Joaquin: (lo interrumpe) No pasa nada, no es necesario

Emilio: Dejame terminar, no es que no quisiera, es que aún no llegaba (le da la caja) espero que te guste (sonríe)

Joaquin: (lo abre) Es lindo, gracias (comienza a caminar a las escaleras)

Emilio: ¿Entonces esto ya es así?

Joaquín: ¿Qué cosa?

Emilio: Llevo semanas intentando mil cosas para que estemos bien y tu solo tienes esa reacción

Joaquin: ¿Qué es lo que quieres?

Emilio: Un mínimo de interés

Joaquin: ¿Más?, te lo di por años, tu nunca hiciste nada y casualmente ahora que quiero buscar a alguien más ya te da por hacer todo lo que en años no, ¿Qué sigue?, ¿Qué mágicamente hasta tu "asexualidad" se haya curado?

Emilio: Sabes bien que no funciona así

Joaquin: ¿Necesito recordarte todas las veces que me has pedido acostarme contigo solo en el último mes?

Emilio: Solo lo hice por ti

Joaquín: ¿Y quieres que te agradezca? (toma sus manos) gracias Emilio, que buena persona eres

Emilio: Eres un...

Joaquin: No y no tienes nada que reclamarme porque te dije que no hicieras nada

Emilio: ¿Y me tengo que aguantar que andes con alguien más mientras yo estoy aquí con los niños buscando la manera de que no se den cuenta de todo lo que tu andes haciendo?

Joaquin: Tu mismo lo redactaste

Emilio: ¡Tenía 25 años y fué lo primero que pensé porque me casaría con alguien a quien ni siquiera conocía!

Joaquin: Y según eras muy maduro a tu edad

Emilio: Tenía 25, tenía poco manejando una empresa que estaba en proceso de expansión, iba a tener un hijo, me iba a casar con un extraño y ni siquiera lograba entender lo que me pasaba

Joaquin: Te casaste conmigo y ni así lo cambiaste

Emilio: ¡NO TE CONOCÍA, TU SOLO HACÍAS CAFÉ!

Joaquín: Y en todos estos años sigues sin saber nada de mi

Emilio: Eso es problema tuyo, tú eres quien no habla ni me ha dejado conocerte en nada mientras yo si cambié y te dejé entrar en mi vida, te dejé conocerme y a ti no te importó

Joaquin: Bien, si tan malo he sido, entonces tramitemos el divorcio y todo se arregla

Emilio: ¿Así de fácil?

Joaquín: Acabas de decir cuánto te molesto, te quito el peso de un matrimonio forzado y todos felices

Emilio: ¡Es que no es eso!

Joaquín: ¿Sabes que?, no quiero pelear, arregla el divorcio y dime cuándo firmar

Emilio: ¿No arreglaremos nada?

Joaquin: No hay nada que arreglar

Emilio: Bien, vete

Me quedé un momento en la sala para tratar de olvidar un poco lo ocurrido y después fui a ver a los niños que por suerte nuestra discusión no los despertó, fui a la habitación, me puse la pijama y empecé a acomodar la cama para dormirnos, de reojo vi a Joaco entrar e ir a la cuna de Hanna, estaba dispuesto a ignorarlo hasta que lo vi cargarla.

Emilio: (susurra) ¿Qué haces?

Joaquin: ¿Te importa?

Emilio: Está dormida, tu también deberías dormir

Joaquín: No, yo no voy a pretender que no pasó nada, además, no esperes que me quede aquí, no después de lo de hace rato

Emilio: Está bien, no lo hagas, pero deja a la niña en paz

Joaquín: Es mi hija y yo haré lo que quiera

Emilio: No debemos meterlos en nuestros problemas

Joaquin: Tus problemas, tu lo iniciaste todo

Emilio: No seguiré tu juego, deja a la niña y vete si tu quieres

Joaquin: ¿Necesito repetirlo?, Hanna es MI hija, no tuya, yo decido lo que hago con ella y quiero llevármela conmigo, ¿Aún te quedan dudas?

Emilio: (intenta no llorar) Haz lo que quieras, solo vete...

ExigenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora