XXXIX

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EMILIO

El tan esperado día finalmente llegó, siendo honesto, no me emocionaba en absoluto, para mi es prácticamente un día perdido ya que no podré completar todos los pendientes que tengo del trabajo, sin embargo organizando prioridades, es más importante mi trabajo que una fiesta, por ese motivo seguí mi rutina diaria de hacer ejercicio, arreglarme, desayunar e ir a la empresa. Al llegar obviamente hubo un gran e importante cambio, solamente estaban David y Amalia quienes solo completarian unas horas porque irían a la boda; siendo honesto, aunque sabía perfectamente que ni siquiera debía estar yo ahí, si me hizo falta Joaquin, mi oficina estaba tal cual la había dejado la noche anterior, esta vez no hubo un café listo para hacer perfecto mi día y la simple idea de no tener a Joaquin me causó escalofríos.

Ellos tres son una parte realmente importante no sólo para la empresa, también para mí, antes solía no interesarme quien estuviera fuera de mi oficina, pero ahora ellos son tan importantes que me da miedo la simple idea de no tenerlos cerca. Tal vez así es tener personas a las que les importas y no solo por algo que puedan obtener de ti, tal vez así se siente querer a otras personas que no comparten un lazo sanguíneo contigo, tal vez así se siente tener amigos.

Por el poco tiempo que tenía solo terminé algunos pendientes antes de ir al baño a cambiarme, me sentía como usando un disfraz, la ropa consistía en un traje gris oscuro, una camisa negra, corbata blanca y zapatos negros; esta vez no podría usar anillos, en mis muñecas solo había un reloj y en mi cuello colgaba solo una cadena con un pequeño dije que tiene grabado el nombre de mis padres, me sentía demasiado expuesto, casi como si estuviera saliendo de casa solo usando boxers y odiaba la sensación. Mi cabello lo mojé un poco y le apliqué un poco de crema para peinar la cual solo ayudaría a marcar mejor mis rizos; como es obvio que habrán mil fotografías me apliqué un poco de maquillaje unificando el tono de mi piel y matizandola para tener una mejor apariencia durante las próximas horas.

Cuando estaba listo salí de la empresa dirigiéndome a mi camioneta, la cual como siempre ya me esperaba, en el trayecto al lugar donde seria la boda me concentré en crear nuevos diseños. Al llegar lo primero que vi fue un montón de reporteros apuntando con sus cámaras a la camioneta, se que mi familia es conocida e importante pero odio todo esto, vamos, yo solo soy un empresario, mi único trabajo es diseñar, gestionar y dirigir una empresa; yo no soy un artista que día a día se esfuerza porque su nombre e imagen sean reconocidos, no entiendo porqué tanto interés en mi.

Al final solo opté por ignorar todas esas cámaras ya que al final del día esos reporteros no se podrán comparar ni un poco con la tortura real que está cada vez más cerca.

Estuve en una pequeña sala de espera hasta que una coordinadora me notificó la llegada de Joaquin; me guiaron hasta el lugar donde ya estaban todos los invitados y el juez que nos casaría, a la entrada me encontré con él, vestía un traje azul marino, camisa blanca, corbata morada y zapatos negros, al menos el diseñador logró con ambos trajes mantener una esencia juvenil lo cual agradezco porque al final de cuentas ambos somos jóvenes, demasiado como para estar arruinando nuestras vidas con un matrimonio...

Del discurso previo al contrato que nos atara los próximos años no hay mucho que contar, solo que cuando debíamos firmarlo yo realmente esperaba que él se arrepintiera, pero no lo hizo y solo me miró con una mueca similar a una sonrisa y firmó aquel documento, yo lo hice después de él y en ese momento experimenté algo que ni siquiera sabría como explicar, era como si un montón de pesadas cadenas cayeran sobre mi cuerpo y se ajustaran a manera de que nunca pudiera escapar de ellas...

Lo que siguió fué el momento exacto en que me sentí completamente humillado, sentía todas las miradas sobre nosotros, eran como agujas atravesandome y finalmente esa frase retumbó en mis oídos haciendo estallar mi cerebro...

"Ahora son esposos, pueden besarse"

Ahí algo comenzó a presionar mi pecho impidiendo que pudiera respirar de manera correcta, las miradas se volvieron más intensas, me costó hacer que mi cuerpo se moviera y tras repetirme incontables veces que solo sería un momento finalmente mi cuerpo respondió a las órdenes enviadas por mi cerebro, había planeado esto a detalle y nada debía salir mal.

Acerque una de mis manos hasta dejarla sobre la mejilla de Joaquin, llené de aire mis pulmones antes de soltarlo lentamente y poco a poco me acerqué a él, tenía muy bien ubicada cada cámara, nada debía salir mal, mi mano libre cayó sobre su hombro y finalmente acabe con la distancia entre nosotros depositando un beso de varios segundos sobre su mejilla pero lo suficientemente cerca de su boca para que las fotografías salieran bien y mi mano sobre su mejilla cubrió todo a la perfección para que nadie se diera cuenta de lo que hice.

Después de eso escuché mucho ruido entre aplausos, felicitaciones y algunos gritos, yo solo quería salir corriendo de ahí, quería volver a mi casa, la empresa o cualquier lugar que fuera muy lejos; yo sabia que debía hacer esto pero ni siquiera imaginé cuan difícil resultaría al final. Mi abuelo y mi tía sonreían mientras aplaudían y yo solo podía sentirme como un simple espectáculo de entretenimiento, sentía asco por mi, me sentía completamente humillado y lo peor es que este show apenas comenzaba...










🐼🐼🐼

Hola, siento la demora con los capítulos pero he estado teniendo muchos bloqueos mentales y falta de ideas, les agradecería mucho si hacen sugerencias de lo que quieran ver en la historia, también espero que les esté gustando y sigan apoyandola.

L@s quiero, bay🐼💖

ExigenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora