« XVI »

675 59 70
                                    


Marinette

¿Desahogada? Muchísimo.

¿Tranquila? ¡Para nada!

Sí, mi par de amigos se habían enterado de algo que se suponía que debía guardar bajo siete llaves y llevarlo conmigo a la tumba.

Sin embargo, fue tanta la desesperación y necesidad de sentirme en paz con ellos y al mismo tiempo conmigo que ni siquiera pasó por mi mente el hecho de recordar las consecuencias.

Me tomó por sorpresa que ambos me abrazaran con tanta fuerza que podía jurar que me romperían, pero era una tortura necesaria. Necesitaba ese abrazo de oso.

Por supuesto que no tardaron en llenarme de preguntas con respecto al embarazo, la ruptura, el motivo por el cuál lo ocultaba. No pensaba decirles la verdad claramente, sólo les pedí que respetaran mi silencio y guardaran mi secreto, especialmente a Luka ya que él era su mejor amigo.

No muy convencidos decidieron respetar ello y prometieron acompañarme en todo lo que necesitara. Y como soy una bola andante de hormonas volví a llorar sintiéndome acogida por este par de sanguijuelas.

Dos meses se cumplieron de la gestación, había intentando organizar mis comidas con la ayuda de Alix y Luka, incluso me enseñaban a cocinar lo básico para subsistir y no solamente elaborando algo rápido.

Mi bebé necesitaba continuar creciendo fuerte y saludable en mi barriga. Amor podía jurar que no le faltaría y de seguro se multiplicaría en cuanto el resto de mis allegados se enteraran. Aún tenía algo de tiempo para inventar alguna mentira que le dijera a mi familia con respecto al bebé.

El sonido del timbre indicó la finalización de mi clase y un entusiasmado Noah comenzó a guardar mis pertenencias para que no me tardara. No intervine en ello por lo que simplemente me coloqué de pie esperando que me entregara mi bolso pero solamente se dedicó a coger mi brazo y enredarlo en el suyo.

Sonreí negando en cuando nos dirigió hacia afuera del salón para que los rayos del sol primavera nos pegara de frente.

—¿Sabes? Desde que me enteré lo de Peter prometí no volver a aceptar una cita sin conocer previamente a la persona.

—¿Cómo esperas conocer a una persona si no aceptas una cita? —pregunté divertida alzando mi vista para observarlo sin dejar de caminar.

—Me refiero a que preferiría tener una referencia sobre quién podría ser mi futura pareja, ya sabes... algún comentario de alguien que tengamos en común.

—Oh, comprendo comprendo... bueno no siempre resulta del todo bien conocer a alguien con amigos en común.

Mi compañero frenó provocando que por inercia yo me estrellara contra él al volver hacia atrás.

—Tú serías una excelente pareja —esbozó un puchero lastimero abrazándome como si fuera un peluche—. Lástima que no tienes un pene entre tus piernas.

—Eres un idiota —reí sin poder evitarlo y devolviéndole el abrazo—. Estoy bastante segura de que llegara alguien que tenga un pene y sea digno de ti.

—Quisiera evitar la parte en la que me rompen el corazón —suspiró apoyando su mentón en mi cabeza—, quisiera tener la misma suerte que cargas de tener una pareja estable con planes de casamiento, que ya encuentran conviviendo en un cálido hogar...

Mi corazón se apretó en mi pecho al saber que había perdido todo ello y que posiblemente nunca volviera a tenerlo todo. Porque si... Adrien era mi todo.

Sollocé sin notar que mis lágrimas estaban estampadas contra la camiseta gris de mi compañero y que lucían como dos ojitos.

—L-lo siento tanto —intenté quitarlas como si realmente fuera posible—. Yo no quise...

Forever us || Adrinette +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora