« XXIX »

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Marinette

Aún no entendía cómo Adrien podía mantener tanta serenidad a pesar de lo ocurrido hacía minutos en nuestro hogar, pero el hecho de tenerlo a mi lado, con su rostro pegado al mío mientras su mano sostenía la mía y dejaba pequeñas caricias me reconfortaba muchísimo.

Logramos llegar en óptimas condiciones al hospital y yo ya me hallaba internada para la pronta llegada de nuestro bebito amado.

—Adrien —levantó apenas el rostro para mirarme buscando alguna señal de preocupación—. Te amo mucho y lo sabes, pero en estos momentos estoy odiándote profundamente.

El rubio simplemente soltó una risa mostrando su perfecta dentadura sin dejar de acariciar mis manos.

—Puedo asegurarte que no me odiabas cuando fabricamos a nuestro bebé.

—Ya no estoy segura de si quiero otro luego de minibug —ambos reímos al unísono aunque sintiera contracciones cada vez más seguidas.

—Hey —susurró apoyando un casto beso en mi frente—, estás anticipándote y aún este bebito no nace. ¿Qué haremos si minibug solicita un hermanito?

—Podemos adoptar un cachorro.

—¿Ya no quieres otros bebés?

—Sí, sí quiero pero debemos de averiguar cómo obviar esta parte del proceso —me quejé esbozando una mueca de dolor al sentir pinchazos en mi espalda y una gran opresión en mi pelvis—. Joder, joder...

—¿Quieres que llame a los enfermeros?

Asentí rápidamente pero antes de dejarlo ir lo sostuve fuertemente del brazo para pedirle una última cosa.

—¿T-te quedarás? ¿Verdad?

—Siempre bonita —me dedicó una brillante sonrisa tranquilizadora para luego inclinarse y besarme dulcemente—. ¿Quieres que sea un enfermero más o el papá imbécil que se desmaya a la primera impresión?

Aquello me hizo reír apenas provocando que mis latidos fueran en ascenso al saber que estaría por siempre acompañada por un ser tan maravilloso.

—Nada me dejaría más tranquila que saber que minibug será recibido por su papá en su papel de héroe.

—Nena —sostuvo firmemente mi rostro para volver a besarme y plantar pequeños besos en todo mi rostro al visualizar mi dolor—. Te amo y quiero que sepas que me siento sumamente feliz por este momento, no cambiaría nada de este presente y más sabiendo que tú estás en él.

Asentí frenéticamente dejándolo ir apresuradamente mientras yo me encargaba de respirar y exhalar de manera continua intentando menguar el dolor progresivamente.

Me sentía realmente asustada por este nuevo comienzo pero mucho de ello también era opacado al saber que lo tenía a mi lado y amándome más que a su vida, y que ahora también tendríamos una pequeña personita que tanto desee en algún momento de mi propia vida.

No estoy segura en qué momento ingresaron los enfermeros y la partera al quirófano, simplemente podía tener presente que quería tener a minibug lo más pronto en mis brazos y ofreciéndole seguridad.

De manera distorsionada oía voces que me exigían que pujara, otras que me alentaban a continuar con el trabajo de parto porque lo estaba haciendo bien y mi nublada mirada sólo podía concentrarse en mirar a mi chico enfundando en su vestimenta de enfermero y su mano cogiendo la mía con suma seguridad y apoyo.

Un ensordecedor llanto se hizo presente provocando mi sonrisa al tiempo que intentaba regular mi agitada respiración.

Hola principito —saludó una de las voces sintiéndose cada vez más lejos.

Forever us || Adrinette +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora