Vol 4. Capítulo 4. -Aire acondicionado.

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(-Créditos de la imagen a quien corresponda. La saqué de Google como casi todas)


Miércoles por la mañana...

Es la hora de entrada de la preparatoria y, entre la multitud de alumnos, Neo y Nodoka caminan dirigiéndose a las puertas de la institución. Nodoka haciéndole justicia a la belleza de Mai, presentándose lo más arreglada y descansada posible. Mientras que Neo era lo contrario, era notable que paso la noche desvelado, no obstante, él se ve con algo de energías como para no parecer un zombi andante.

Nodoka: Con lo que me sermoneabas sobre no desvelarme...

-Mirando las crecientes ojeras de Neo, ella declaró sarcásticamente mostrando una pequeña sonrisa de la misma forma.

Neo: ... Sí, pero... ¡En fin, tú no lo hagas y ya...!

-Quedando un poco acorralado por el comentario de Nodoka, él correspondió tomando por sorpresa a esta última; ya que Neo sonó por un instante, como un hermano mayor regañón.

Unos metros por detrás de Neo y Nodoka, Sakuta también caminaba para entrar a la preparatoria. Al percatarse de la presencia de Neo y Nodoka, Sakuta les dirigió la mirada de reojo y discretamente. Aunque sabe que aquella chica que acompaña a Neo, no es Mai; Sakuta no puede evitar encelarse un poco.

Irónicamente, ese sentimiento en Sakuta desapareció al ver que: Nodoka sonreía porque parece estar burlándose de Neo, a la vez que tiraba suavemente de un mechón del cabello de este último. Sin embargo, Neo parecía no tomar en serio a Nodoka o tan siquiera prestarle atención.

Sakuta: (''Supongo que tenía razón... Sengoku-san no es de los que se enamorarían tan rápido'').

—Como forma de auto consuelo, él pensó al ver a Neo y a Nodoka mientras caminaban. Al despejar su cabeza de sus inseguridades, Sakuta desvió su camino de aquellos dos tras entrar al primer edificio de la preparatoria para buscar su casillero.


—(''Vaya... ¿No ibas a saludarnos...?'').

—Con una sonrisa, ligeramente maliciosa, él pensaba mientras veía de reojo hacia la dirección en que caminaba Sakuta.

Apenas finalizaron las primeras horas de clase, llegó la hora de descansar y comer. Del lado de Neo, él ya se encontraba afuera de su salón, caminando por los pasillos, dirigiéndose a una máquina expendedora de bebidas, con la finalidad de buscar un té helado sabor frutos rojos. Al llegar y usar la máquina mencionada, él obtuvo su té, y cuando se da la vuelta para seguir caminando...


—''Apenas han pasado unos días y ya se siente mucho tiempo... Sengoku-san''.

—Se trataba de Sakuta, quien estaba en el camino de Neo, con las manos en los bolsillos y un aura que inspiraba un sentimiento de que quiere hablar con él.

Neo: Oh... Azusagawa... Me resulta sorprendente que me extrañes más a mí que a Mai-san.

—Correspondió con una sonrisa sarcástica y retadora, retorciendo con otro tono las palabras de Sakuta.

Sakuta: ¡¿Eh...?!

—Al ver la expresión irritada de Sakuta, Neo se rio burlonamente; acto seguido: abrió la lata de té que compró y bebió de ella con calma.

—''Como sea... Sengoku-san, quería saber cómo van las cosas, si has descubierto algo...''. —Sakuta añadió, mostrando un rostro serio y de que prestaba atención.

Neo: (''Ya veo. ¡Je...! Creí que estaría aquí para amenazarme por sus celos. Aunque... Supongo que puedo usarlo de alguna manera. Si lo mando a él para que hable a su forma de ser con Toyohama, tal vez le revelé algo que a mí no...'').

Todos aman a Mai-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora