Bien tenía pensado Neo hacerle aquel favor a Mai, sin embargo, el evento al que él y Nodoka fueron invitados se celebraría el sábado, siendo que hoy es jueves; Neo meditaba la idea de si resolver el pedido de Mai mañana o después del evento.
Pero, teniendo en cuenta que realmente estaba libre de tiempo y compromiso, Neo concluyó que irá a limpiar la casa de Mai el día viernes. Después de todo, una rara sensación y curiosidad, envolvía el espíritu de Neo.
Tal día llegó y Neo ya se encuentra frente a la recepcionista del edificio donde originalmente vive Mai.
Neo: Buenas tardes. Mi nombre es Sengoku Neo, vengo a visitar el departamento de Sakurajima Mai.
—Al llegar y presentarse formal y amablemente, la recepcionista comenzó a verificar la identificación de estudiante de Neo; al ver que todo estaba en orden, la recepcionista le permitió el acceso al departamento de Mai.
Neo: (''Es curioso que mi primera vez en el departamento de Mai-san, sea yo solo... Solo espero que no me haya dejado una pocilga.'').
—Pensaba inquieto por conocer el hogar de Mai. Al abrir la puerta del departamento, era inevitable que se sorprendiera; es enorme, todos los electrodomésticos eran de gama alta, los muebles se veían refinados y costosos. Neo no pudo evitar sonreír con un poco de envidia, no por la lujosa vida de Mai, sino por algo que va más allá de eso...
Neo: ... Veamos qué hay que limpiar...
—Minuciosamente, exclamó mientras miraba detenidamente cada rincón del lugar. Al analizar por completo el entorno, Neo empezó a confundirse.
—''Limpiar... ¿Qué? Solo hay un poco de polvo debajo de los muebles...''. —Al no encontrar gran suciedad en la vista más superficial, decidió seguir explorando el lugar pasando del baño a una pequeña habitación en la que Mai guarda cosas como la aspiradora, la escoba, etc.
Finalmente, terminando en la cocina, donde, irónicamente, la mayor parte de la suciedad estaba ahí, pues en el lavabo se miraban trastes desechables de comida instantánea, lo cual hizo preocupar a Neo sobre el tipo de alimentación de Mai.
—''Aunque sea un poco de polvo, creo que al menos puedo limpiarlo, ya que estoy aquí...''.
—Resignado, tomo la escoba y el recogedor, y comenzó a barrer por todo el lugar. Tiro a la basura aquellos residuos de comida instantánea, y echó agua con jabón al lavabo para quitar residuos de comida. Tiro y reemplazó todas las bolsas de basura, para después limpiar un poco el piso con el trapeador, finalizando con una roseada de aromatizante; tales acciones no le llevaron más de una hora.
No obstante, Neo estaba olvidando un punto especial en el hogar para cualquier persona, para él, y hasta para Mai: su habitación. Sin ningún problema caminó hasta ese sitio, y cuando puso su mano en la manija de la puerta de la nada titubeó.
—''Me pregunto si debería avisarle a Mai-san que entraré a su habitación... ¡Bah!... Qué más da. Le estoy haciendo un favor al revisar que no haya insectos o porquería que ensucie sus cosas.''.
—Haciendo a un lado sus dudas, Neo finalmente entró a la habitación de Mai. Y, al igual que cuando entró al departamento, se llevó otra sorpresa; él creía que el lugar sería muy color rosa, con toques femeninos. Aun si había un peinador digno de una celebridad como Mai, la decoración del lugar se sentía neutral.
Al poner el primer pie dentro de la habitación, aquel sentimiento de rareza que lo interesó a venir, se intensificó como si sus instintos estuvieran jugando a Frío-caliente y en estos momentos le estuvieran gritando ''¡Calienteeee!''. Debido a ello, miro con más atención y análisis, pero es que simplemente todo estaba bien. Neo suspiró para despejar la mente y comenzó a barrer la poca suciedad que había en lo que haya alguna hipótesis acerca de ese sentimiento.
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Todos aman a Mai-san
Fiksi PenggemarUn chico llamado Sengoku Neo, ha aceptado una extraña misión, la cual es salvar a Sakurajima Mai. ¿De qué? No lo sabe. Mientras lo descubre, Sengoku Neo goza de su suerte tras coincidir en la misma preparatoria y en el mismo salón que Sakurajima Mai...