Desde hace unos minutos notas dulces del aroma de Miles se percibían en el aire, tan suaves y dulces que lo había hecho sentir calmado, tal vez era eso lo que le había hecho hablar de más y perder la cara diciendo todas esas cosas que se le hacían vergonzosas de decir, pero esa pregunta lo había descolocado totalmente, no le gustaba pensar así que no se había preguntado a sí mismo que significaba todo eso que se negaba a sentir, y cuando pensó cada posibilidad le asusto, una más que la otra.
Podía ser que fueran simplemente compatibles, lo cual podía no sonar mal, pero el hecho de encontrar a alguien compatible era raro hoy en día, te podías encontrar con máximo 5 personas compatibles a lo largo de tu vida, la compatibilidad no solo hacia el sexo increíblemente más placentero que con alguien que no lo fuera, sino que había una posibilidad de encontrar un compañero entre esas personas, que lo llevaba al punto terrorífico, un compañero es una persona con la que estarías unido aun sin tener una marca justo en el momento de conocerlo... y eso era para siempre, era algo que existía en la antigüedad para asegurar la procreación de la especie, pero que dejo de suceder cuando fueron más alfas y omegas que betas.
Mierda no podía ser eso, no podía estarle pasando eso a él.
Porque la otra posibilidad era que había mordido sin darse cuanta a Miles mientras estaba en celo, ese vínculo hubiera podido romperse porque una mordida sin sentimientos no duraba, pero Miles no tenía ni una marca en el cuello.
Mierda, Mierda, mierda, jodida mierda.
Con su intento de escape frustrado y con 0 ganas de decirle a Miles lo que había descubierto, intento sacarse, este no era el universo de Miles, él se iría alguna vez y nunca más lo volvería a ver, no tenía caso decirle que estaban unidos por la naturaleza y todas las cosas que esto implicaba.
Con toda la esperanza de que esta... cosa desapareciera cuando Miles deje el universo decidió que no diría nada, podía persuadir a Miles para que lo dejara ir, era un Alfa dominante después de todo y Miles era un Omega, no podía hacer nada si Morales lo intimidará con sus feromonas o lo obligaba con la compulsión de su VOZ de Alfa.
Algo en la idea de obligar a Miles lo hizo sentir mal.
Miles se había acercado a él y sentado sobre la mesa, el aroma tenue de Miles inundo su nariz, si bien era cierto que sus aromas eran iguales, nada se podía comparar a lo dulce que era y lo terriblemente excitado que lo hacía sentir, tenía ganas de lanzarse hacía en frente y hundir su nariz en el cuello de Miles y aspirar su aroma directamente de su glándula olfativa.
Mierda por eso no le gustaba tenerlo cerca, mejor dicho, no le gustaba tenerlo cerca por lo mucho que le gustaba, Jodidamente le encantaba.
El pensamiento solo le hizo sentir que debía zafarse cuanto antes y sabía que Miles no lo dejaría ir, así que no le quedaba opción más que tratar de intimidarlo. Como ultima opción su VOZ.
--- Morales, dime que es --- Miles sonaba un poco molesto además de curioso y si sus sentidos no le fallaban asustado.
---Nada importante, suéltame --- su tono era inflexible y duro, no había diferencia ahora que cuando trataba con alguien cuando era el merodeador, empezó a soltar feromonas agresivas, tratando de ser lo más intimidante posible.
---Morales... --- La voz de Miles era de advertencia, como si en vez de sentirse intimidado se estuviera enojando.
Era sorprendente, su aroma se estaba agudizando también, tratando de igualar a Morales y ahora ambos parecían estarse gruñendo, no debería haber sido así, Morales estaba entre sorprendido y excitado e intentando que su aroma intimidante no flaqueara, pero era inevitable considerando el bulto en sus pantalones.
ESTÁS LEYENDO
Dale Moreno
Fanfictionllevando el amor propio a un nuevo nivel, usted entrele (la imagen no es mia, se me olvido que se decia en estos casos pero gracias al autor o autora por este bello arte)