Touch and Touch 8

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El sol se posó en su rostro a primeras horas de la mañana, esto lo hizo sentir molesto, aún quería seguir dormido, estaba tan cómodo, acostado entre brazos ajenos, con una sensación de paz y tranquilidad.

Movió su brazo para tapar sus ojos con la intención de seguir dormido, pero como siempre sus pensamientos y los recuerdos de la noche anterior regresaron a el de golpe

De pronto fue muy consciente de su desnudes y del brazo que rodeaba su pecho y la pierna sobre su cintura y no necesitaba voltearse para saber que se trataba de Morales.

''Mierda, no otra vez '' Pensó sintiéndose nervio, habían pasado tantas cosas la noche anterior y todo se reproducía rápidamente una y otra vez en su cabeza que era difícil de procesar, causándole un dolor de cabeza.

Se sentó en la cama masajeando un poco sus sienes al costado de su cabeza tratando de disminuir el dolor, pero incluso eso parecía una tarea difícil con el aturdimiento de sus pensamientos.

Llevo una mano a su cuello donde se sentían bordes de una cicatriz que supuso era la mordida que le había dado Morales anoche, había investigado lo suficiente de este mundo como para saber lo que significaba y quería sentirse mal al respecto, pero en todo caso se sentía... vagamente feliz.

Era todo biología, ¿No?

Así es como funcionaba este mundo, el amor no era basado en tiempo, esfuerzo, citas, confianza y toda la mierda que se suponía debía haber pasado para sentirse perdido por una persona, en cambio, aquí todo era feromonas, cosas del organismo.

''¿Ya te olvidaste que antes de la marca ya te sentías atraído a él?''

Su voz interna trató de sacarlo de ese hilo de pensamientos pesimista, pero solo lo hizo darse cuanta que también eso era a causa de la biología, eso a lo que Morales había llamado ''compañeros''

Se sentía mal, claro, él no creció en este mundo, él no estaba acostumbrado a que sus sentimientos fueran guiados por instintos.

Estaba mal, pero no podía obligarse a dejar de sentir en sí mismo la presencia del vínculo que lo unía a Morales, un vínculo que en este desastre de pensamientos se sentía reconfortante y lo ayudaba a mantener los pies en la tierra.

Igual no ayudó a que el dolor de cabeza disminuyera.

Morales se movió a su lado jalándolo del brazo para que se volviera a acostar.

— Que jodido despertar con dolor de cabeza — se quejó mientras subía sus manos a la frente de Miles para masajearle las sienes e intentar ayudarlo con su dolor de cabeza.

Eso era una ventaja y una desventaja de los vínculos fuertes, podías sentir lo que tu compañero sentía en cantidad menor, ya sea física o emocionalmente.

A comparación de Miles, para Morales este sentimiento era un privilegio.

Eran historias que se les contaban de niños sobre un príncipe que encontraba a su compañera en una sencilla doncella del campo y formaban su vínculo para toda la eternidad.

Eran cuentos de hadas que nunca creyó y ahora estaba viviendo, se sentía tan malditamente drogado y el hecho de sentir el dolor de cabeza de Miles solo lo hacía sentir más real, era como un sueño del que pronto se tenía que despertar.

Miles se movió para quedar casi recostado sobre el pecho de Morales con la cabeza entre su cuello, aspirando su olor que le ayudaba a disminuir su dolor de cabeza.

—Que fue lo que me hiciste Morales — sintió una leve punzada en el pecho, como si lo que había dicho le hubiera dolido, pero sabía que esos sentimientos no eran suyos, pero igual se sintió mal porque no lo había dicho con esa intención — Espera, a lo que me refiero es... Mierda no sé cómo explicarlo, es solo que me siento raro, estos son demasiados sentimientos para mí y — fue interrumpido.

Dale MorenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora