llevando el amor propio a un nuevo nivel, usted entrele (la imagen no es mia, se me olvido que se decia en estos casos pero gracias al autor o autora por este bello arte)
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Habían pasado alrededor de 3 semanas desde aquel día.
Miles quería decir que estaba bien, que tal y como él pensaba en cuanto se acopló a su universo se había sentido mucho mejor y le había dejado de doler el corazón y esas heridas emocionales se habían serrado, que no sentía la necesidad de recuperar su reloj y buscar a Morales para hablar con él y ver como estaba.
Pero las cosas no siempre salen como uno lo espera.
Después de que su papá y su mamá lo abrazaran, regañaran, abrazaban y regañaban, en una especie de contradicción donde lo extrañaban y estaban felices de que por fin regresara a casa y luego lo castigaran por 3 meses por asustarlos de esa manera, todo se quebró.
Esa noche cuando se metió a su habitación todo empezó a darle vueltas y a darle náuseas junto con el dolor en la marca de mordida en su cuello cada vez que se clicheaba, la adaptación había tomado más tiempo de lo que pensaba, tenía tantas dudas del porqué y solo podía crearse respuestas el mismo.
Solo sabia que era doloroso, jodidamente doloroso, como si estuvieran separando una parte de él, arrancándolo y haciéndose añicos, el dolor de cabeza era insoportable y el dolor en su corazón lo hacía sentir desesperado tratando de aferrarse a los pequeños hilos que aun los unían.
En medio del dolor se había preguntado como la estaba pasando Morales ¿Estaba agonizando igual que Miles? ¿O para los alfas era diferente?
No quería sonar egoísta, pero no quería ser el único sufriendo ese dolor.
Bueno, así fue la primera semana de su regreso, tratando de ocultar como se podría por dentro y para el séptimo día en la madrugada se desmayó del dolor.
Cuando despertó en la camilla de un hospital, su madre estaba a su lado sentado, acariciándole la frente y gritándole a los doctores para que fueran a revisarlo porque por fin había despertado.
Lo reviso una doctora bajita de tez clara y cabello ondulado rojizo... Muy familiar para su gusto.
—Está bien, solo necesita descansar un par de horas más y podrá ser dado de alta.—
Después de eso su madre le contó lo que paso y como llegaron al hospital junto con el diagnóstico dado, Ansiedad, estrés y dolor abdominal por un raro bulto parecido a un coágulo de sangre obstruyendo alguna parte de su estómago, todo eso lo había llevado a un colapso y se había desmayado por el cansancio.
¿Cómo era posible eso para un Spider-Man?
A veces se le olvidaba que no era un ser inmortal.
Miles ni siguiera puso demasiada atención a esos detalles, sabía la verdadera razón de su dolor y su desmayo.
El dolor de la marca por fin desvanecida había sido insoportable, al pensarlo Miles se puso más atento a su entorno, ya no podía oler los cítricos dulces de su propio olor y su cuerpo dejo de sentirse raro, en su cabeza ya no estaban esos lasos que lo unían a alguien más y tampoco en su corazón.
