Doce

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—Taehyung-ssi, disculpa que te interrumpa, pero volvieron a preguntarme si hay servicio a domicilio —Jiyoung dijo al cruzar apenas la entrada de la cocina, hablando bajito para que la conversación no se escuchara más allá de ellos—. Sé que ya me habías dicho que dijera que no si eso pasaba, pero al parecer estos hombres preguntan para empezar a comprar para todo el piso de unas oficinas y... Disculpa mi atrevimiento, pero creo que es una buena oportunidad.

Taehyung lo pensó por un momento sin mostrar reacción, realmente considerando la sugerencia que Jiyoung le estaba presentando porque tenía razón.

Era una buena oportunidad.

—¿Te dijeron algo más? —cuestionó al darle una breve mirada que hizo sobresaltar a la chica, pero sin dejar de picar el germen de soya sobre la tabla de madera.

—Pues... cuando les dije que no estaba disponible por el momento, me dijeron que te preguntara de nuevo o que intentara convencerte porque quieren hacer pedidos fijos. Tal vez diarios y grandes —Jiyoung dijo rápido y con una sutil intención de quizás persuadirlo, dándole una pequeña miradita a Jungkook que también estaba ocupado del otro lado de la cocina, pero no sorprendiéndose al no encontrarse con sus ojos porque sabía que también estaba escuchando.

Taehyung suspiró y tras sus movimientos se fueron haciendo poco a poco más lentos hasta que se detuvieron por completo.

—Ya van varias veces que preguntan lo mismo —dijo casi pensando en voz alta, pero al segundo siguiente mirando en dirección Jiyoung de nuevo, manteniéndole la mirada por un momento más antes de decir—. Diles que... Quizás en una semana, cuando vuelvan, puede que ya haya servicio, que realmente lo consideraré. Por favor avísame lo que sea que te digan u observes.

—Sí, lo haré. Gracias —dijo con un pequeño asentimiento antes de volver a mirar a Jungkook, y a Jiyoung tampoco le sorprendió el hecho de que al fin le hubiera mirado, con las cejas fruncidas y un gigante signo de interrogación en los ojos que ella también compartía, por lo que solo le contestó encogiéndose de hombros, al instante mirando a su jefe que se veía demasiado distraído antes de decir—. En un momento vuelvo con una respuesta.

Jiyoung salió del lugar cerrando la puerta a su espalda, pero Jungkook no quiso cuestionar nada de lo que se había mencionado porque tal vez no era el momento. Habían estado demasiado ocupados desde hace un rato y no era buena idea distraerse y que los pedidos solo se les acumularan porque no paraban de salir más.

En serio.

La noche anterior creyó que todas las notificaciones que habían llegado a su celular eran algo así como una dudosa casualidad, pero en cuanto llegaron demasiados clientes en una misma hora tras unas horas después de abrir, supuso que algo más había pasado.

Solo que aún no sabía qué.

Las horas pasaron con quizás demasiada demanda, en comparación a lo que ya estaban acostumbrados, y Jungkook pasó a ayudar a Jiyoung cuando eventualmente los pedidos se calmaron y solo quedó cobrar y atender. Fue solo hasta poco después de la mitad de la tarde que al fin tuvo un pequeño descanso.

Bueno, algo así.

—Mira Jungkook, ya sé quién fue —Jiyoung le dijo emocionada al zarandearlo poquito por el hombro, pero deteniéndose al instante en que alzó la mirada y se encontró con la persona que seguía pagando y que la miraba con cierto reproche—. Disculpe.

Jungkook le dio una miradita de advertencia, pero no se atrevió a reclamarle nada, porque en cuanto tuvo su atención liberada, también se inclinó a ver lo que sea que había encontrado en su teléfono.

—¿Y...? ¿Entonces quién fue? —al fin le dijo con la misma emoción al atraerla por el brazo y Jiyoung cambió la pestaña en su celular para mostrarle el perfil, sonriendo con los labios presionado cuando la expresión de Jungkook decayó y solo frunció las cejas—. ¿Y ese quién es?

From Your Point Of View | TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora